Una pequeña que solo tenía el único deseo de disfrutar del ballet, pero al ir creciendo su madre tenia otros planes para ella, volviéndola tímida y temerosa por sus malos tratos, olvidando por completo ese sentimiento que todos necesitamos llamado "...
pero no puedo dormir, estoy preocupado por algo que no a pasado pero no puedo evitar pensar en todos los escenarios que podría pasar mi pequeña en su primer día de escuela, y lo más importante serán demasiadas horas lejos de mi..
¿¿como ella puede dormir tan tranquilamente??
justo ahora está acurrucada en mi pecho mientras también abraza el feo peluche, profundamente dormida, no me puedo enojar con ella por que duerme tan tranquilamente, ya lose no me lo recuerden...
Solo estoy sensible, ¿ok ? Nunca nos habíamos separado, compréndanme...
[...]
No se cuanto tiempo paso pero al fin sentí que podía cerrar los ojos..
pero justo 10 segundos después sonó la alarma..
—Ahg Mierda - me queje por que estaré de mal humor él restos del día por no dormir..
—¿Estas bien papi?- me dice mi bebé mirándome soñolienta mientras se talla un ojito sentándose en sus talones..
Uy olvide que aquí estaba mi pequeña
Cachetada mental por decir groserías frente a ella
—Ah s-si cariño solo no dormí bien- le dije nervioso pues espero que no allá oído mi grosería-Vamos pequeña te tenemos que alistar para la escuela- le digo para cambiar rápidamente de tema pero al decir eso se queda pensativa, se ve bastante nerviosa..
—Uh bueno - es lo único que dice para abrazarse de mi cuello esperando que yo me levante llevándola como un koala a su habitación donde la arregle con su nuevo uniforme..
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—Listo, pero que hermosa bebita tengo-digo haciendo que se sonroje-vamos que me toca alistarme- la cargo para ir de vuelta a mi habitación.
La siento en la cama dándole su tableta para que la use mientras yo me cambio en el cuarto donde está mi ropa, para después ir a desayunar con mi pequeña..
Antes de salir de casa aliste su mochila de Chimuelo, por supuesto con todo lo que necesitará incluyendo su traje para ballet..
[...]
En el carro todo iba demasiado silencioso para mi gusto, mi pequeña solo miraba sus manitas con su cabecita gacha, cuando mire a Carlos por el retrovisor me miro preocupado, al parecer el también se dio cuenta que mi bebé está decaída..
