6. Amor prohibido

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Hayley

Oscuridad.

Oscuridad es lo que veía yo, el pitido de una maquina, voces lejanas, pero ninguna reconocible para mi.

Una sensación de cansancio invadía mi cuerpo al completo, hice un intento de abrir los ojos, pero los parpados me pesaban de una manera extrañamente desagradable, lo que si sentía demasiado raro era que alguien sujetaba mi mano fuertemente, la manera en que lo hacia me resultaba familiar, bastante familiar.

Vi borroso, pero logre estabilizarme y al hacerlo la confusión en mi, era demasiado grande.

- Hayley - Esa voz, esa maldita voz.

- Ian, ¿Qué haces aquí? - me costaba mucho hablar por el dolor de garganta.

Pero él se quedo callado, mirándome, con esos ojos que tanto me gustaban, en ellos había preocupación, pero no creo que fuera por mi salud, había algo mas, y esa sensación que empezaba a crecer en mi pecho me causaba incomodidad.

Podría parecer ironía, porque en estos momentos me sentía avergonzada, todas las cosas que le había dicho en la fiesta de Jason, y ahora de repente él estaba aquí conmigo, cuidándome, porque por lo que recuerdo yo no lo llame, lo último que recuerdo es estar en el portal de Sasha y después ver todo negro, ya esta.

Eso significa que nunca lo llame, pero mataría al que si lo hizo.

Y lo peor de todo es que mi trastorno de bipolaridad estaba haciendo su trabajo en esos momentos, porque aunque me parecía raro y hasta me enfadaba el que estuviera aquí,  no quería que se fuera , no quería que se alejara.

 Pero era esto o ver a mi madre en modo interrogatorio.

Yo sabia que él de cierta manera me protegía y me cuidaba, pero por la expresión de su cara me quedaban dudas del porque lo hacia.

Dejando de lado el orgullo heredado de mi madre, diría que necesitaba que me perdonara por todo lo que le dije, yo se que me pase bastante, pero fue la rabia del momento, me molesto el que se comportara de esa forma conmigo, como si no le importara, y ahora si hablamos de bipolaridad él es el primero del ranking.

Y si de verdad nos ponemos serios, me tocaría reconocer que yo tal vez lo quería de otra forma que no era sobre el amor de hermanos, pero total daría igual ¿no?, era de tontos pensar que él me pudiera querer de esa forma, y a parte seria algo así como un amor imposible.

Se podría mandar todo a la mierda y estar juntos, pero estaba segurísima de que el sentimiento no era mutuo, y si nunca me hubiera besado yo me hubiera olvidado de este sentimiento, pero tenia que pasar, no pude dejar de pensar en él desde que paso, y eso me incomodaba.

Creo que ese fue un beso de amor verdadero, o al menos yo lo sentí así, yo quería ser correspondida, y tal vez estoy siendo exagerada y dramática, pero es que me gusta demasiado y no solo físicamente, nunca me imagine enamorarme de mi hermanastro, jamás en la vida lo hubiera llegado a pensar.

Sentir estas cosas que siento, no esta bien, por eso lo aleje, porque me dolía el saber que no podría estar con él.

Jason era un parche, no me gusta decirlo de esta manera, pero es verdad, mi sueño seria que Ian me pueda corresponder al sentimiento, y me encantaría decir (aunque suene egocéntrica) que el chico mas guapo del mundo esta enamorado de mi.

Dispersándome de mis pensamientos, volví a sus ojos y ninguno de los dos dijo nada, hasta que él habló.

- ¿Cómo te sientes? - Evito mi pregunta para hacerme otra.

"Buena estrategia"  

- Mal, ¿Cómo me has encontrado? - Me empezaba a poner nerviosa, no sabia porque estaba aquí - ¿Saben mis padres que estoy aquí? - Esto si tenia respuesta fija, mis padres me matarían si saben que he vuelto a beber.

- No, no saben nada, una chica del portal donde te desmayaste te encontró y te trajo aquí - soltó mi mano y empezó a dar vueltas por toda la habitación - Tienes como numero de emergencia a tus amigas y  las llamaron, y ellas me llamaron a mi, no se en que mente cabe salir de una fiesta borracha, sin móvil, ni dinero y encima irte al otro lado de la ciudad caminando en medio de la noche sola - a esto es a lo que me refería, ya me estaba regañando como cuando éramos pequeños y yo hacia algo mal.

- No estoy para que me regañes ¿vale?, dime donde están mis amigas - Pregunté de mala manera.

- Ah vale, ósea que ¿La niña hace algo mal y no se le puede decir nada? ¡Madura!.

- ¡Madura tu, estúpido! ¿Quién te crees para regañarme y llamarme niña? ¡Yo no soy ninguna niña! - Ya le estaba gritando, yo lo podría querer mucho, pero me sacaba de quicio.

- ¡Pues no te comportes como una! ¡Inmadura!

- ¡Estúpido!

- ¡Grosera!

- ¡Imbécil!

- ¡Niña!

- Dios dame paciencia, tu lo quieres, lo quieres y es ilegal matar a una persona - Me empecé a decir a mi misma.

- ¿Qué has dicho? - Mierda, creo que me oyó.

- Nada, déjalo ¿Puedes llamar a mis amigas? - ya estaba un poco mas relajada.

- Bua, luego eres tu la madura - Dijo el imbécil este con ironía.

- ¡¿Y que quieres que te diga?! - Le volví a gritar, ya se que soy un poco bipolar ¿vale?

- ¡Que si quieres que te trate como una persona madura como dices que eres, te comportes como una y no hables por lo bajo como una niña de 10 años! - él también me grito, y no se que coño paso por mi cabeza antes de decir esto, pero me salió sin mas y créanme que no hay cosa de la que mas me arrepienta en la vida, porque de no haberlo dicho me hubiera ahorrado muchísimos problemas.

- ¡Que te amo, idiota! 

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Pov: Este capitulo ha sido escrito con ayuda de Tania y Emma de la vida real.

Feliz día del padre














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