Manchas de inocencia

8. Sorpresas

Ya es viernes por la mañana y me termino de alistar para ir al instituto, bajo a desayunar, estos últimos días, el comedor está solo, Sidero no lo veo desde ayer por la mañana que nos llevo a Duane y a mi en auto al instituto sin embargo al dejarnos se fue sin decir nada y a la salida nos tuvimos que regresar en taxi porque Sidero no apareció por allí ni tampoco por casa.

Me siento en el comedor y aparece Duane por uno de los pasillos mientras se despide de alguien a través de su teléfono. (Supongo son sus padres).

-Buenos días lucecita- me regala una radiante sonrisa

-Y sigues con tu estupido apodo- dije con un poco de hastío y volteando mis ojos - buenos días para ti también Duane-

- ¿Estas lista para esta noche?- pregunta mientras la señora Marisa la ama de llaves entra a la cocina supongo que a supervisar-

-¿Para que?- me hago la desentendida solo para molestarlo un poco

-Para mover el culo en un perro intenso y desmedido, para que te bebas hasta que tu lengua se enrede, tanto que ni siquiera tu sabrás lo que dices, para olvidar un poco tus penas y divertirte como la adolescente irresponsable que deberías ser.-

-Tal vez nunca voy a estar lista para hacer lo que describes en este momento pero si me lo consultas en 5 años aproximadamente pueda que si lo este- dije con voz bastante calmada

-Oh dulce lucecita lo dices como si me interesara el hecho de que no quieres ir- me mira como si fuese tonta- Ahora te niegas porque no sabes nada sobre la vida pero luego me lo agradecerás- me guiña un ojo y recibe la comida que recién nos traen-

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Íbamos en el auto y agradecía internamente el parloteo de Duane ya que mantenía mi curiosidad un poco calmada pero quería saber ¿a dónde se habían ido todos? No es mi problema pero las ganas de saber son más grandes que la voz sensata de mi conciencia y no tengo la menor idea de cómo he logrado aguantar tanto tiempo sin siquiera preguntar por ello no aguante más y me atreví a preguntar

-Duane-

-¿Sip?

-¿Dónde estan tus padres? Digo se fueron hace días y no me has dicho nada de ellos-

-Ahora mismo deben estar volando hacia Colorado- soltó de repente

-¿Qué???-

-Si, bueno, lo que ocurrió fue que a papá le avisaron que estaban lavando dinero en nuestras empresas por ello tuvieron que salir corriendo a una junta con su abogado y de allí salieron al pueblo vecino a revisar la primera empresa, es la más cercana, como no encontraron nada fuera de lo normal se fueron a Lituania, de ahí a Alemania y ahora van a los Estados Unidos para descartar la advertencia. Todo fue muy rápido puesto que lo que les dijo el abogado es que si era cierto y las autoridades se enteraban, las consecuencias serían bastante grandes.

-No tenía idea, supongo que esto es bastante grave

-Si, pero nada está establecido, además hablo con ambos bastante seguido y al parecer todo esta bastante tranquilo, se supone que Sidero y yo tenemos que cuidarte bien por ello no te pienso dejar sola hoy en casa, eso seria una falta grave de mi parte como niñero, ¿lo imaginas? Tu niñero más guapo de fiesta y el otro jugando a las escondidas, no seria justo, la verdad.- todo eso lo dice tan rápido y con un tono que es imposible no reírse ante sus estupideces

Cuando logró recuperarme de la carcajada que solté le digo- Realmente ¿no sabes donde está Sidero?

-Bueno creo que mis padres le encomendaron unos asuntos pero no se mucho más que eso-