ᶜᵃᵖ. 9

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Kim Yi-Yeong¬

Día tras día, Gwi-Nam se encargaba de traer la comida, estábamos tranquilos, ya que no nos faltaba nada, se empezo a llevar mejor con todos, incluso con cheong-sang, sentía que todo estaba en paz y eso me hacía feliz.

6:00

Me desperte luego de un día algo pesado, y lo primero que vi fue a todos preocupados mirándome.

—¿Qué pasa? - No lograba procesar todo así que los mire confundida, sus miradas me asustaron.

—Gwi-Nam... El se fue. — Dijo cheong-sang para luego entregarme una carta, abrazándome en el proceso.

Tomé la carta, mientras caían lágrimas por mis mejillas, prometió no irse...

"Si lees esto es porque sabes que me fui, y es el momento para ser honesto contigo, no te amo, jamás te ame y estoy seguro que jamás iba a hacerlo, eres una perra indefensa, y no me esperes porque no pienses que volveré. Solo fuiste una carga todos estos días. Y jamas alguien te tomará en serio para algo más que sexo."— Ni siquiera terminé de leer y ya estaba rompiendo en llanto mientras cheong-sang me abrazaba. —Tranquila Ji-Yeong, el era un idiota. - Las palabras de Onjo a veces me hacían sentir bien, pero esta vez nada me hacía pensar algo más.

—El me prometio quedarse, incluso iba a dejar de molestarlos... El se fue. —

–Hey, todo estará bien, estaremos aquí. -

—Gracias pero... No creo que eso pase. —

Los días seguían pasando y yo peor me sentía, no tenía idea del porqué él decidió irse, solo quería desaparecer, o convertirme en una de esas cosas

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Los días seguían pasando y yo peor me sentía, no tenía idea del porqué él decidió irse, solo quería desaparecer, o convertirme en una de esas cosas. Me dolía el pecho. Me dolía el corazón. Esa mañana habíamos llegado a una vieja construcción... Ahí lo había conocido.

Flashback¬

Narrador.

La joven se encontraba de rodillas frente a dos chicos los cuales la habían golpeado, su rostro estaba lleno de moretones, su labio sangraba y su ojo estaba morado, en medio de la tortura, llegó un chico, cuando ella lo vio, sintió miedo, su mirada vacía, sus puños cerrados, creía que ese era su fin.

—¿Qué pasó? — El muchacho al ver a la chica se sorprendió, nunca antes habían golpeado a alguien de esa manera.

—Esa perra casi me mata, merece pagar. —

— Apenas te tocó. — Tomó del brazo a la mujer, al levantarla, le limpio la sangre de sus labios, y la miró con atención. —No la toquen de nuevo— Estábamos a punto de salir cuando uno de ellos dijo —Sabes cuál es el precio de esto ¿No? —

—No me interesa. — Salimos de ahí y empezó a limpiarle la ropa con las manos, quitando el polvo, sin tocar sus heridas.

—Dios, eres tan descuidada. — Tomo su rostro y me acerco a él, limpiando la sangre de la cara. —

—No tengo la culpa de que tus amigos sean unos animales. —

—No son mis amigos... —

—Como sea... Me llamo Ji-yeong, por cierto. —

—No me interesa. — Se quedó callado unos segundos— Yo... Soy Gwi-Nam. — Miró a otro lado— Como sea, me largo. — Empezó a caminar pero luego la tomo del brazo y se la llevó junto a él.

Presente ¬

Sentía que algo se había roto dentro de mí, ya no quería sentir, me dolía el corazón, unas alarmas empezaron a sonar cerca de la construcción, ya que minutos antes habían avisado que ciertas zonas serían explotadas para eliminar el virus, abrace a Nam-ra, cubriendo sus oídos, mientras Cheong-sang buscaba una manera de bajar sin que nos vieran. Me había dado cuenta de que lo perdí todo, a mis amigos, a mis padres... Y al amor de mi vida.

"Algún día nos encontraremos de nuevo, ese día será el más feliz, iré hacia ti, como la primera nevada."



ɪɴᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴛʟʏ ɪɴ ʟᴏᴠᴇ (Gwi-Nam Y Kim Yi-Yeong) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora