Izuku estaba en su cuarto, explorando lo como un niño pequeño antes de ir a dormir, todo era tan elegante pero manteniendo una sencillez pulcra que, de alguna forma, lo hacían sentir tanto encajado como desencajado.
Pensamientos extraños diría nuestro protagonista.
De la nada, entre el silencio que reinaba en la mansión, la puerta tuvo tres golpes, firmes pero no fuertes.
Izuku sin titubiar habría la puerta y allí estaba aquel hombre, llevaba un pantalón de vestir, una camisa y un chaleco, todos pulcramente puestos, mientras que el, siendo un invitado, llevaba aquel pantalón de vestir y la camisa más arreglada.
- Buenas noches señor Katsuki - Dijo Izuku - ¿Necesita algo?
El hombre le tendió una libreta y un bolígrafo.
- Necesito que le escribas a tus hermanos tu cituacion, excluyendo, obviamente, lo de las amapolas - Dijo el hombre con seriedad, Izuku asintió y recibió lo que le tendieron.
Iba a cerrar la puerta pero el hombre atravesó el pie.
- Creo que me quedaré para supervisarte - Izuku asintió sonrojado y se dirigió a aquel escritorio que ya estaba instalado en su cuarto.
Y comenzó a escribir.
Para: Tsuyu y Shindo.
Hermanos míos, lamento despedirme por medio de una carta, pero una oportunidad de una estabilidad económica a aparecido frente a mi, por desgracia eso indica que debo mudarme, no se preocupen, no seria capaz de abandonarlos a su suerte, lo que gane ira directamente a sus manos, prometo escribirles, y Tsuyu, con algo de suerte y si la paga es buena, quizás puedas dedicarte completamente a tus estudios, mientras tanto, Shindo, protege a nuestra hermanita, es una mujer que desgraciadamente vive en un mundo de hombres, apoyala.
Los ama, su hermano mayor y menor, Izuku.
Izuku dejo la carta en manos de Katsuki, quién la leyó y luego asintió.
- Me encargaré que llegue a manos de tu hermana, mañana irán a tu casa por algunas de tus cosas ¿Quieres algo en específico de allí?
- Podrían... ¿Traer mis libros? Yo..yo los aprecio demaciado para ser honesto.
- Está bien, me encargaré de ello.
(...)
Dormir en aquella cama le era extraño, no por que fuera incomoda, todo lo contrario, sino por qué no era la suya.
Se removió en ella varias veces y aún así, no consiguió su sueño, aún le pesaba en la conciencia haber matado esa mujer, pero ahora, el peso era mucho menos.
"Quizás sea verdad, quizás aprenderé a tragarme esa sensación"
Volvió a acomodarse, pero al saber que no dormiría se levantó.
Por lo general, en sus noches de insomnio el solía leer algún libro hasta caer desmayado del sueño, o escribir hasta que sus ojos se cerraran solos.
Suspiró y salió del cuarto, necesitaba aire fresco.
El pasillo estaba a oscuras, aún así, desde la ventana al final de este, la luz de la luna se colaba como una intrusa a la escena.
Distinguiendo entre las sombras las puertas y ventanas. llego a las escaleras, cuando bajo el primer escalón, una sensacion de miedo hizo que no bajará al siguiente.
Lentamente dio la vuelta, observando el paronama y encontrando solamente a Katsuki...poniendo un arma que le apuntaba directo a la frente.
Y vio su vida correr frente a sus ojos, años desperdiciados, al siempre haber sido un antisocial, al siempre recluirse en las bibliotecas o su cuarto.
Años perdidos al nunca enamorarse.
Y unos ojos hermosos color verde, cálidos, que le sonreían.
- ¿Izuku? - Preguntó el hombre bajando el arma - ¿Que haces despierto tan tarde? - Preguntó bostezando.
- N..no podía dormir - Suspiró con leve alivio - Por un momento creí que me matarias.
- ¿Que? No, solo escuché pasos y pensé que alguien había entrado, esto es protección personal - El hombre la guardo dentro del pantalón de su pijama gris - ¿Y tú? No deberías andar por allí como alma en pena.
- Es que...no consiliaba el sueño, quería salir un momento al patio...para, ya sabe, tomar algo de aire.
- ¿En pleno noviembre? - Preguntó confundido el hombre - De no darte cuenta, estará tan frío que atraparas un resfriado.
- Oh - El chico bajo la mirada.
- Uhg, ven, no tienes sentido de la conservación ¿O algo asi? - Katsuki tomo la mano del chico y bajo al segundo piso, allí encontro una puerta doble con madera oscura, Katsuki la abrió sin pensárselo dos veces, en ese lugar, a pesar de la oscuridad, se encontraba una hermosa biblioteca.
- Te gustan los libros ¿No? Quizás encuentres algo de tu agrado - El chico camino absorto, nunca había pisado una biblioteca tan grande y completa.
Katsuki, a espaldas del chico saco un fósforo y una linterna abandonada allí desde hace cuánto tiempo, encendiendo una luz amarilla que ahora llamo la atención del chico.
(...)
Katsuki veía entretenido como el chico leía sin cansancio al parecer, no quería dejar al joven allí, se sentiría mal si este se perdiera o aún peor, si Chisaki lo encontrará.
Hasta donde tiene entendido, Chisaki solo hace muñecas de chicas, aún así, no correría el riesgo.
Pero, poco a poco sentía sus ojos cerrarse, hasta que finalmente callo.
No supo cuanto durmió, pero supone que no fue lo suficiente, Izuku lo despertó sarandeandole levemente.
- Señor Katsuki, debería subir, yo estaré aquí, no se preocupe, conozco el camino - Katsuki se sonojo apenado.
El...había bajado la guardia durante un rato..frente a un completo desconocido.
Sintió que sus años de entrenamiento se fueron al carajo, sintió que en ese momento el joven a su lado, pudo haber tomado aquella lámpara y matarlo.
Pero no lo hizo.
Vio los ojos del chico, absorto, un momento, sus ojos no decían asesino, sus acciones lo hacían ver como un torpe erudito, y sus palabras eran las más humanas que pudiera imaginar.
- ¿Señor Katsuki ¿Se encuentra bien? Me ha estado mirando extraño - Katsuki sacudió su cabeza, esos pensamientos se los guardaría, debía hacer otras cosas.
- Está bien, buenas noches Izuku.
(...)
La luz se colaba peligrosamente por su ventana, despertandolo, se alistó como de costumbre y vio el reloj.
- ¿Ya es tan tarde? - Se pregunto el rubio al ver que ya marcaban las 10am.
Bajo al primer piso y encontró a sus hermanas jugando a las muñecas, extrañado por no ver a Izuku pregunto por el a Kurogiri.
- ¿El señor Izuku? - El hombre pregunto - Lo ví en la azotea con Chisaki.
Katauki fingió mantener la calma y se dirigió a la azotea, para solo encontrar al peliverde reír por alguna tontería que dijo el hombre.
- Entonces le dije, querida, esos ojos combinan más con tu cabello.
- Jaja señor Chisaki, es usted muy ilaramte - Dijo el peliverde, provocando una risa leve en el hombre.
- Ejem - Llamo Katsuki y Chisaki sonrió nervioso.
- Oh, hola jefe - Katsuki tomo a Chisaki de una oreja y prácticamente lo arrastró hacia adentro.
- ¡Ve a tu maldito sótano! - Grito el hombre que siempre portaba una seriedad indudable.
- ¡Si jefeee! - Izuku sonrió, esa familia, con algunas acciones, podría llegar a ser "normal"
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CUANDO LAS AMAPOLAS MUEREN.
FanfictionRecuerda esa noche, recuerda el temor de los ojos carmines de su hermana, y recuerda su despedida. - Solo trate de protegerte. - ¡No me gusta que me protejas! me lastimas. Recuerda esa noche, recuerda el firme y cálido abrazo de su aterrado hermano...