I'm Not For You |Whiterose| [G!P]

XVIII: Estoy de paso

Viernes en la noche - En el apartamento.

—¡YANG! ¡BLAKE! ¡LLEGUÉ!— Weiss llegaba al apartamento con varias bolsas en su mano y con una sorpresa para sus amigas.

—¡Tengo algo para mostrarles!— Cantó mientras entraba a su propia habitación a dejar las bolsas.

—¿Qué quieres Weiss? Y deja de gritar ¿quieres? A menos que estés teniendo sexo conmigo o te llames Raven Xiao Long, no tienes por qué hacerlo— Le dijo sonriendo desde el balcón y largando el humo del cigarrillo que tenía en su mano.

Blake llegaba a la sala corriendo.

—¿Dónde está?— Miró a Yang que se limitó a encogerse de hombros.

—¡YANG!— El tono que usó Blake no era nada bueno —¿Estás fumando de nuevo? Es el cuarto que te veo agarrar en la tarde— La retó.

—Otra vez fumando Yang? ¿Cuántos llevas en el día ya? En la oficina te acabaste un paquete entero— Weiss se unía a sus amigas en la sala y de paso dejaba a la bailarina y a su socia con sus bocas abiertas.

—¿Qué pasa? ¿No les gusta?— La empresaria se frenó delante de ellas.

—Te... te... te... ¡O DIOS!— Yang estaba impactada.

—Te cortaste el cabello— Weiss giró los ojos ante la obvia observación de su amiga.

—Exacto, necesitaba un cambio— Explicó —Pensé que un nuevo look me iba a dar un aire distinto— Completó la idea.

—¡Me encanta Weiss!— Blake se abalanzó sobre su amiga para felicitarla.

—Te combina perfecto con tu mirada de fuego, te van a tener más miedo que antes— Agregó dejando a Weiss pensando si eso era bueno o malo.

Yang sonrió vorazmente —¿Te cortaste los de abajo también? ¿Por qué sabes a quién más le va a gustar este cambio? Al rarón... va a estar a mil con ese cambio— Dijo sacando su sonrisa maligna.

Weiss hizo silencio ante lo dicho por la rubia, no quería mencionar la verdadera razón de la elección del corte de su cabello.

—Por supuesto que le va a gustar, si el otro día Rubs estaba como loca con Christina Hendricks cuando la hicimos ver Mad Men con nosotras, hasta que Weiss se enojó con ella porque no le estaba prestando atención y apagó el televisor— El rostro de la ojiazul se puso colorado cuando tuvo que esquivar la mirada de Yang, Blake había revelado su secreto.

—Así que fue por eso...—.

—Hablando de Rubs... ¿Dónde está?— ¡Ding! ¡Ding! Campana salvadora, la bailarina sacaba a Weiss de un gran aprieto.

—Por la hora que es, ya debería estar aquí— Comentó la rubia de la casa.

—¿Trabaja esta noche también?— Al parecer la pelirroja llevaba varios día encerrada en el estudio cubriendo los trabajos que tuvo que adelantar por la visita de Sophie y Beth.

Weiss miró el reloj y frunció el ceño haciendo una nota mental automática que le recordara hablar con Ruby de sus horarios agotadores de trabajo.

—Ya debe estar por llegar— Dijo.

—Entonces deberíamos poner en funcionamiento el último día de tortura— Con aviso previo la rubia se desvistió en medio de la sala y se quedó solo con una diminuta tanga blanca. Topless on.

—¿El último día?— Blake entristecía mientras se desvestía.

—¿Por qué? A mí me gusta andar desnuda por la casa— Dijo mientras se sacaba las última prendas que le quedaban; el papel de la bailarina era atormentar a Ruby como Dios la trajo al mundo.