El pelirrojo y la enana

Capitulo 4. Primero Eric y luego Amber

Llegamos a la puerta del instituto justo a tiempo para no llegar tarde mi primer día de clase, cuando vi a Eric preguntándole a una chica pelirroja por mí; intenté que no me viera entrar pero no lo conseguí, al verme se giró hacia donde yo estaba y caminó lentamente hacia mí, Castiel no se dio cuenta de su presencia y se fue con un chico con el pelo blanco, los ojos de colores y vestimenta peculiar, deduje que sería el chico del que me habló ayer, Lyssandro.
- Hombre, por fin te encuentro preciosa- dijo Eric con el mismo tono de soy súper-guay - He venido a verte.
- ¿Y ese acto tan arriesgado a que se debe?- le vacilé.
- Pues que me dije, vamos a ver cómo de mal la va- ¡le mato! *no, que si no me quedo sin personaje demasiado pronto, tú espera unos capítulos, anda* vaaale...- pero veo que has cambiado mucho así que te dejo que vuelvas a ser mi novia.
¿Puedo pegarle ya? *Mmmm... vale pero no mucho... ¿pero qué digo? ¡Deja a es capullo sin cara!*
- No eres lo suficiente guapo, ni listo, ni majo- dije mientras contaba lo que decía con los dedos- en resumen, no eres más que un capullo cabrón que va puteando por ahí a las chicas y que no merece que le miren, así que creo que no seré tu novia.... ¡NUNCA
- Sé que lo estás deseando- rió- solo te haces la interesante conmigo para quedar mejor.
- Pues sí mira ahí tienes razón- sonreí malévolamente (wajajajaja) - estoy deseando desde hace ya mucho hacer esto.
Le di una bofetada y una patada donde os aseguro que le dolió, y mucho, tanto que se dobló de dolor *Choca esos cinco* <clap!>; la gente que había estado mirándonos empezó a reírse, incluidos Castiel y Lyssandro.
- Ala guapo- le di una palmadita en la espalda- ahora el mundo está salvado de ver a los orcos que pudieras tener como hijos en un futuro lejano... dame las gracias.
Me fui hasta donde estaban Castiel y Lyssandro dejando a Eric doblado en el medio del patio con todo el mundo burlándose de él.
- Con que ese era Eric- dijo Castiel - vaya malparido que te echaste como novio.
- Sí, en esa época aún era joven e inexperta- miré que Lyssandro estaba algo confuso y decidí presentarme- tú debes ser Lyssandro, ¿no?
- En efecto señorita- respondió el peliblanco- veo que Castiel le ha hablado de mí.
Este chico habla de una manera curiosa *¿debo tomarme eso como una ofensa hacia mi persona?*...no hay motivo para que lo hagas *en ese caso salgo ya de la narración; prosiga señorita* ¡vale!
- Soy Ariana, encantada - le tendí la mano para estrecharla con la suya pero él la tomó y la besó.
- Es un placer conocerte bella Ariana- sonrió- bueno debo irme, tengo clase de ciencias y aún debo encontrar mi cuaderno.
- Si quieres te ayudo- dije- no sería ninguna molestia.
- No tranquila señorita- respondió él- pero gracias por su grata petición.
- De nada- sonreí.
Lyssandro se fue y me fijé en que Castiel estaba fumando.
- Ejem...- tengo problemas respiratorios *qué científica te nos pones* ¡Shut up! *Okay :c* ...y no quiero que me dé un ataque el primer día de clase- Castiel, ¿puedes dejar de fumar? Empecé a toser.
- No- respondió secamente el pelirrojo.
Seguí tosiendo por el humo y empecé a alejarme de él lentamente.
- ...Por favor...- no podía parar de toser.
- ¡Joder!, vale.- tiró la colilla al suelo y la pisó- ya puedes dejar de toser.
- ...No 'cuhh' puedo...- dije mientras me llevaba las manos a la boca.
- Anda ven conmigo- me cogió del brazo y tiró suavemente de mí hacia el interior del instituto- tengo una botella de agua en la taquilla.
Entramos, y Castiel me dejó beber de su botella.
- Gracias- dije mientras le devolvía la botella- casi me ahogo.
- Supongo que merezco algo por haberte salvado de ahogarte- inquirió el pelirrojo- ¿no?
- Me parece justo- le di un abrazo y un beso en la mejilla.
- ¿Solo eso?- bromeó- pensaba que por haberte salvado la vida merecería algo más.
Le besé *¿Dónde?* ¿Tú qué crees? *Mmmm... ala que pillinaaa* je! Sí.
- ¿Así mejor?- dije. - Mucho mejor- sonrió el pelirrojo.
- Bueno me voy a clase- me despedí- Hasta luego mi salvador.
- Hasta luego- metió la botella de agua en la taquilla y se fue.
Entré a mi primera clase; educación física *vaya suerte* me gusta la educación física ¬¬ *je, je... ¡Me voy! <dijo la escritora mientras se alejaba haciendo la croqueta>, eso creía... bueno, llegué al gimnasio y vi a la pelirroja que esta mañana estuvo siendo interrogada por Eric en los vestuarios.
- Hola, soy Iris- dijo la pelirroja al verme- Eres nueva, ¿no?
- Sí- sonreí- soy Ariana, encantada. -
Igualmente- dijo- qué pena que tu primera clase sea esta.
- En realidad me gusta la educación física- expliqué- aunque veo que al resto del instituto no.
- Jajaja -se rió- eso es porque cansa mucho.
Entramos en el gimnasio, no había caras conocidas para mí, excepto la de Iris y la de Castiel que al parecer iba a mi clase.
- Bueno chicos- empezó a hablar el profesor- hoy tenemos una alumna nueva, se llama Ariana aunque creo que debe ser ella la que se presente, salga aquí señorita Stevenson.
Me acerqué a donde estaba el profesor.
- Cuando quieras- dijo.
- Eso, que cuando antes termines antes podré empezar a reírme de ti - dijo una chica rubia mientras se miraba las uñas, algo me decía que se trataba de la hermana de Nathaniel, Amber.
- Amber por favor calla que estoy intentando presentarme- la espeté.
- ¿C-cómo sabes tú mi nombre?- Preguntó confusa.
- Magia- Me reí- Bueno me llamo Ariana, tengo quince años y... bueno, soy nueva.
- Yo que no me había dado cuenta...- se rió Amber
- Fíjate tú por dónde- dije burlona- no me extraña en tí.
- Chicas por favor- dijo el profesor- Bueno, ahora le toca al resto presentarse, empezaremos por... Amber.
- Pues mira- habló la rubia con dejadez- me llamo Amber y a partir de ahora me debes adorar.
- Sí señora- me burlé- pero después de quitarte esa enorme espinilla de la nariz, que me da mucho asco.
La rubia y las que parecían sus perritos falderos se fueron corriendo a los vestuarios.
- Te toca Castiel- dijo el profesor señalando al pelirrojo.
- ¿Realmente es necesario?- Se quejó Castiel- Si ya nos conocemos ¿Verdad, enana?
- Cierto- respondí.
Amber volvió hecha una furia al gimnasio al oír esto.
- ¿¡De qué conoces tú a MI chico!?- Gritó. ¿Su chico?
Creo que Castiel aún no conoce la relación que tiene con la rubia, a juzgar por la cara que puso.
- Ya te lo he dicho- me crucé de brazos- magia.
- ¿Pero qué dices tú ahora?- Esto puede que enfade a Castiel pero es que me quiero reír un ratito.
- No te enteras chica...- dije divertida- pues digo magia porque fue lo que pasó cuando nos besamos, ¿no es así Castiel?
- En efecto- el pelirrojo me siguió el rollo mientras miraba a Amber- Por cierto, te espero en el recreo.
- ¡Ahhhhhhh!- gritó Amber. - ¿Amber, por qué no te vas a dar una vuelta y vuelves luego?- dijo el profesor.
- O nunca- dije por lo bajo.
Amber y sus perritos falderos se fueron del gimnasio y el profesor mandó a Iris presentarse.
- Pues yo me llamo Iris, tengo quince años- dijo sonriente la pelirroja- y espero que lleguemos a ser buenas amigas.
¡Pero que maja es esta chica por dioh!
Terminó la clase y al final lo único que hicimos fue presentarnos y discutir.
- Me caes cada vez mejor enana- dijo Castiel durante el recreo- hablar así con Amber casi hace que me muera de la risa.
- ¿Eso significa que somos amigos?- me reí.
- Puede...-respondió el pelirrojo divertido.
- O puede que no...- me reí.
- Venga va- Sacó una hoja y un boli de la mochila, escribió su número en la hoja y me la dio- somos amigos.
Guardé la hoja en el bolsillo y me fui a mi taquilla a dejar la bolsa de deporte.
*Holaaaaaa! ¿os ha gustado este capítulo? Espero que sí :3 quería comentaros algo, quiero hacerle algo a Amber en el próximo capítulo para que deje de tocar las narices al personal, así que acepto peticiones jajaja, mandadme lo que queráis que la haga (que no sea matarla o meterla en el hospital que luego tengo que pensar sobre qué hacer con Nathaniel y el odio que tendrá a Ariana XD), Bueno eso es todo enanas lectoras. Bezitooh (;*) *