¡El gran dragón busca hacerme su esposa!

Muerte

La primera vez que Wei Ying abrió los ojos lo recibieron un par de brazos acogedores, un bebé que apenas comenzó su vida amaba el cariño que le daban sus padres, el creció y creció pero se dio cuenta de que no era como los demás.
No podía salir a jugar, su cuarto era blanco con muchos aparatos electrónicos, no podía salir a jugar y se mantuvo solo en su habitación.

Sus padres ya no reían, no le dirigían la palabra y sobre todo ya no lo abrazaban, no le sonrían y mucho menos hacían un acto de cariño. Su padre comenzó a gritar a su madre, y ella dirigió su odio hacia él.

Cuando cumplió los 6 años sus padres se divorciaron y a partir de entonces ya no los volvió a ver.

La linda hermana enfermera era la que cuidaba de él, ella le leía historias y se preocupaba de que no se lastimara.
Fue así como su mundo perfecto se desvaneció por completo dejándolo solo en ese solitario hospital.

Cuando creció y fue un adolescente la hermana mayor lo llevó unas cuantas veces al patio, ahí vio como todos jugaban alegremente, reían y se juntaban entre amigos, de vez en cuando pudo ver como una pareja se tomaba de la mano tiernamente compartiendo un par de besos.

Lamentablemente el no lo puede hacer, la enfermera no se lo ha dicho pero él sabe que no puede realizar ni la más pequeña actividad como caminar junto a la persona que quiere.

—¿Shijie crees que algún día también alguien me ame?—.

—Por supuesto nuestro A-Ying tiene una apariencia extraordinaria además es muy dulce—.

—Shijie pronto saldré de aquí y podre ver el mundo tal y como es. También aprenderé a amar, no repetiré los errores de mis padres. Yo nunca abandonaré a la persona que amo—.

La enfermera sonrió mientras lo apoyaba.

—Oh robaran a nuestro A-Ying—.

Los dos pasaron una buena tarde y conversaron sobre un montón de cosas, y Wei Ying tuvo como meta salir de este hospital.

Pasaron 2 años y nuestro Wei Ying cumplió los 18 años, y así tal y como si fuera un milagro. Los doctores le dieron el alta y pudo realizar una vida normal.
La Shijie Li lloro mucho cuando lo despidió, y le dijo que nunca volviese al hospital debía vivir una buena vida.

Así Wei Ying con muy poca información y experiencia se adentro en un mundo completamente nuevo, lejana a la vida en el hospital.

El primer año pudo conseguir una casa y un trabajo, aprendió a cocinar y se hizo del empleo de chef principal en un restaurante famoso.

El segundo año Wei Ying Planeo comenzar a trabajar en su vida amorosa pero desafortunadamente era más difícil de lo que pensaba.

Y el tercer año en su cumpleaños número 20 sufrió un ataque llevándolo directo al hospital.

Ahí recibió la noticia de que la operación que se hizo solo extendió un poco más su vida, desde el principio nunca tuvo la oportunidad de vivir.

Wei Ying se encerró una semana, la verdad es muy dura de aceptar, él tenia la esperanza de que viviría bien, de poder disfrutar cada pequeño detalle de la vida que tristemente no podrá lograr.

Jiang YanLi la shijie que cuido de él en el hospital también estaba muy desconsolada puesto que no sabía nada, sus superiores se lo ocultaron y no pudo ayudar a ese dulce niño.

La vida es cruel, a veces perderlo todo no es suficiente, esta es la realidad.

A pesar de que los doctores indicaron a Wei Ying que era necesario internarse, él se negó, ha vivido toda su vida en ese maldito lugar. Incluso si es breve quiere seguir disfrutando del mundo al cual muy pronto dirá adiós.