𝐀𝐁𝐑𝐀𝐂𝐀𝐃𝐀𝐁𝐑𝐀 •|#KatsuDeku|• 【✔】

𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎

━━━━━ • ஜ • ❈ • ஜ • ━━━━━

╭──────•◈•──────╮

❝¡𝐸𝑙 𝑠ℎ𝑜𝑤 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑎𝑐𝑎𝑏𝑎𝑟!
¿𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 ℎ𝑎 𝑔𝑎𝑛𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑒𝑐𝑢𝑐𝑖𝑜𝑛?❞

╰──────•◈•──────╯

┗━━━━━━━━━━━━━┛

—¡Las mano en alto, Misty Dinamight!,—ordenó un oficial interrumpiendo la habitación bruscamente, sorprendiendo al par de figuras dentro. La escena era más sorprendente para los oficiales que habían llegado ante el llamado de emergencia de un anónimo, y ahora mismo el grupo de oficiales compartían una mueca divertido ante la escena bastante particular que eran admiradores.

La habitación estaba llena de flores que formaban un sendero del dulce aroma de rosas hasta una cama en el centro de aquél oscuro cuarto; iluminado por velas con aroma dulce y embriagante acompañado de lo que parecía incienso.

Pasando la mirada al lugar importante donde acostado el rostro rojizo de un pecoso con el pecho descubierto además de sus labios igual de rojo que su rostro, posiblemente más; abría los ojos avergonzado además de mover los labios tratando de hablar pero era imposible ante los balbuceos que salían. Arriba de él, con ambas manos apoyadas aún costado del pecoso; un ladrón para nada alegre por la irrupción a su maravilloso, glorioso, majestuoso banquet-...

Ah, digo..

¡Increíble vista a los hermoso ojos de aquel pecoso!

Si, eso...

El mago escapista estaba realmente furioso con quién osará haber arruinado su momento. Aquél que estuvo planeando por mucho tiempo, que le llevo sudor y bastante esfuerzo sobrehumano en resistir y hacer una de sus típicas visitas a la sala de cámaras del centro comercial para quedar embobado viendo cada cámara de un ángulo diferente a su futuro espos-... ¡Su pecoso! Aunque nadie le iba a quitar el puesto de ser esposo de ese ardiente y adorable jefe de seguridad.

Todo empezó desde...

La brisa del viento ondeaba el mantel fino de un tono perlado que adornaba la mesa de un tamaño considerable, que en medio de la misma mesa; una flor roja se alzaba en un vacío pero aún así elegante florero de cristal transparente. Los cubiertos acompañando los platos de porcelana blanca y fina, las dos sillas lo suficientemente cómodas y en posición frente a frente. Mismo dónde ellos estarían ahí soltando suspiros de amor mientras admiraban el rostro del otro. Aquellos suspiros que ocuparían más que las palabras al no haber las suficientes para expresar lo que sus melancólicos corazones querían.

¿¡Ah!?

Eso solo sucede en la típica película de comedia, dónde el final de lo que sería esa magnífica cena los protagonistas se besaría a la luz de la luna frente al mar casualmente y todo sería brillitos.

¡No!

La realidad dista mucho de eso, o bueno...

Está bastante alejada de lo que Katsuki quería realizar ese día y lo que realmente ocurrió.

Él tenía bajo su manga un plan infalible, que se le fue al carajo en menos de un minuto.

Cuando los oficiales después de salir de su shock no le dieron tiempo de crear una huida rápida, entonces le habían atrapado junto al pecoso.