𝓓.
En las novelas juveniles, los mejores amigos
siempre terminaban en una relación amorosa
con un final feliz y pateticamente romántico.
Deseaba que nuestra historia tenga un
final pateticamente romántico... Pero, por
...
Los años habían pasado, los jóvenes que habían salido de la universidad ya se encontraban trabajando y viviendo, sobreviviendo.
Por su parte, Taehyung se encontraba en su oficina, revisando y analizando papeles que le habían llegado. Estaba concentrado hasta que un sobre de color blanco viejo desvío su atención. Siendo cuidadoso, abrió aquel sobre encontrándose con una tarjeta de invitación.
Leyó y ahí mismo deseó no haber abierto aquel sobre. Era la invitación para una boda... es cierto, desearía que fuera de alguien más pero en realidad, la invitación decía que Jeon Jungkook se iba a casar con la misma chica que llegó a su vida años atrás.
¿Acaso era necesario recordarle que tanto lo odiaba el destino?
Taehyung se consideraba un iluso por seguir anhelando algo que nunca obtendría, el amor de su mejor amigo si es que todavía podían seguir llamándose mejores amigos.
Ya que, ambos adultos dejaron de comunicarse seguido, no salían ni se hablaban porque cada uno se encontraba en su propio mundo.
Algunas veces, Taehyung quería encontrar un culpable de su dolor "absurdo", no entendía porqué no quería dejar de amar a Jungkook, aún sabiendo que este nunca lo tomaría en cuenta.
Trataba de buscar respuestas, justificando su necesidad de tener al pelinegro cerca.
— Quizá debería dejarte ir, me estoy haciendo daño a mi mismo con solo pensarte —confesó estando en soledad— Es tan difícil...
Taehyung salió de esa asfixiante habitación para tomar aire, recordaba que antes decía que estar mal por un amor no correspondido era ridículo. Ahora estaba ahí mismo, llorando por un amor no correspondido, le resultaba irónico.
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