El caos había comenzado. Sus padres le habían gritado, sus "suegros" les habían deseado lo peor y todos mencionaban su nombre en sus conversaciones. Su vida se había arruinado y en lo único que podía pensar era en que ellos no supieran de la existencia de Changbin o podrían dañarlo.
Eso no lo permitiría.
Pero las cosas jamás salen cómo él deseaba, y sin entender cómo, todos ya sabían de sus escapadas a la tierra, y de su "relación", si es que así podía llamarse. Evidentemente todos lo señalaban e insultaban, pero al que más culpaban era a Changbin, el demonio que lo había "desvíado" e "influenciado".
Ahora el cielo y el infierno estaban enfrentados, el cielo pidiendo que enviaran al demonio culpable para castigarlo, y el infierno peleando para no hacerlo.
Pero era más fácil entregar uno solo que condenar todo el infierno a una posible guerra que sabían que perderían.
Así que el demonio Changbin perdería sus alas y sería enviado a la tierra para vivir una vida normal de humano. Perdería sus recuerdos, sus poderes y toda su vida solo para iniciarla desde cero.
Félix estaba devastado, si tan solo él no lo hubiera espiado no estaría ahí, si no le hubiera hablado, si no le hubiera buscado el día en que lo comprometieron con esa chica, si tan solo no hubiera dicho que sí a ir a la tierra, si tan solo no le hubiera besado.
Si tan solo no se hubieran enamorado, todo sería mejor.
Él también estaría condenado, condenado a vivir su planeada vida, a amar una mujer que desconoce, a vivir con el recuerdo de un chico que jamás va a reconocerlo o amarlo de nuevo.
Era demasiado para él solo.
El día de su expulsión, Félix consiguió escaparse hasta su celda y poder hablarle.
-Binnie- susurró triste al verlo encerrado entre rejas solo por su culpa. Se veía cansado, hambriento y solitario, no se veía cómo el chico que tanto ama.
-¿Lix?- abrió sus ojos para verlo -¿Qué haces aquí, cielo?
-Quería verte, no puedo dejar que te envíen allá.
-Hey, no pasa nada- aseguró -Sabes que siempre me ha gustado la tierra.
-Pero ya no podrás recordar nada, no podrás recordarme a mí.
La tristeza y desesperación en su voz hizo que Changbin lo acercara hasta sí mismo, separados por las rejas.
-Tal vez sea mejor, no tendrás que pensar en mí.
-¿Mejor?¿Perdiste la cabeza, tonto? No hay nada que quiera hacer más en la vida que pensar en ti, si ya no te tengo entonces no tiene sentido. No puedo dejarte ir.
Changbin juntó sus labios son ternura y al separarse dijo:
-Te amo, Félix. Pero no podemos estar juntos, al menos no mientras seamos quienes somos hoy.
-También te amo Binnie, y si no me permiten amarte, entonces buscaré la manera de encontrarte en la tierra.
Changbin quiso negarse, no quería que el menor perdiera su vida como ángel aunque no gustara de ella. No sabía que tan infeliz puede llegar a ser sin sus alas en un mundo tan aleatorio como lo es la tierra. Pero el menor ya se había ido.
El atardecer comenzó al igual que la expulsión del demonio Seo Changbin. Todos los ángeles estaban presentes, también los padres del demonio y algunos guardias del infierno.
Era simple, lo sentenciarían a vivir el resto de sus vidas en el mundo humano sin recordar la actual, cortarían sus alas, y se terminaría. Todo iba como lo esperaban, hasta que, antes de cortar las alas, un joven ángel intervino, parándose en frente del acusado.
-¡Soy igual de culpable que él o hasta más, merezco ser castigado también. El no me influenció en nada, yo lo hice y lo obligué, engañé a mi prometida y él no lo sabía!- dijo con seguridad -No dejaré que le hagan nada, si no me castigan a mí también.
"Eres un ángel, no podemos hacerlo" Dijo alguno de los ridículos ángeles a su alrededor.
-No merezco ser llamado así después de lo que hice, ¡Soy una deshonra para el cielo y merezco pudrirme entre los humanos!
Hábilmente, el decidido ángel abrazó al demonio con fuerza, dándole la espalda a los demás.
-¿Qué haces, Félix?- preguntó Changbin con la voz temblorosa sobre su oído.
-Dije que buscaría una manera. Te encontraré en cualquiera de mis vidas, te amaré para siempre ¿Lo entiendes?
Pero antes de que el mayor contestara, el reino de los cielos ya había sentenciado su destierro y sus hermosas alas blancas y brillantes fueron cortadas sin piedad.
Así fue cómo el bello ángel de mejillas estrelladas juró encontrar su amor demoníaco en el mundo al que por fin pertenecía.
Así fue cómo un demonio lo perdió todo por un amor que valía completamente la pena.
Hasta las cosas que lucen como el fin de la historia, pueden ser el inicio del más brillante destino.
Solo queda el epílogo
¡Gracias por leer! <3
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Hell and heaven
Fiksi Penggemar→Changlix← «Félix pertenece al cielo y Changbin al infierno, dos mundos separados. -¿Crees que estás enamorado? -¿Justo ahora?- El menor asintió -¿Por qué lo preguntas? -Porque yo lo estoy- respondió mirando al cielo -y no esquives mis preguntas.» ...