Like a doughnut - Sunjay

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Siempre me pregunte si en verdad existía el amor a primera vista, no creía en eso en realidad, hasta que conocí a Jay.

Era mi primer día en una nueva escuela, un nuevo comienzo, estaba tan emocionado que no había podido dormir bien la noche anterior. Cuando llegue a la escuela y entré a mi salón no había nadie, había llegado muy temprano así que no me pareció extraño, pasó un tiempo y varios compañeros llegaron, uno de ellos se sentó en el asiento detrás de mí, así que pensé en saludarlo.

-¡Hola! -giré la cabeza hacia donde estaba aquel chico- soy Sunoo.
-Hola, me llamó Jay, ¿eres nuevo? no te había visto por aquí.
-Si, lo soy -dije con una sonrisa.

En el momento en que lo saludé y me di la vuelta, mi corazón empezó a latir con fuerza, me había enamorado a primera vista, definitivamente aquel chico había flechado mi corazón. Toda la clase estuve distraído, Jay era uno de los chicos más inteligentes y aplicados de la clase. Cuando salimos al descanso Jay me habló para que fuera con él.

-¡Ey! -grito Jay.
-¿Me hablas a mi? -miré confundido al chico.
-¡Claro que si! ¿a quien más?

En el momento en que él dijo que me hablaba, mi corazón empezó a palpitar como loco.

Pasaron unos meses y nos hicimos buenos amigos, Jay no era alguien muy sociable, así que no fue difícil poder estar con él, casi no demostraba su cariño, pero me decía que me quería mucho.

Teníamos un lugar especial, una panadería, pero no era cualquier panadería, vendían muchas donas, a Jay y a mi nos gustaban mucho, además estéticamente era muy linda, cuando íbamos a ese lugar, simplemente éramos nosotros dos, comiendo donas y más donas.

-¡Sunoo! ¿hoy iremos a comer donas después de la escuela? -dijo Jay emocionado.
-Claro -dije desanimado.
-¿Estás bien? si no quieres ir por donas esta bien, no te obligo.
-¡No, no! no es eso, es solo que estoy preocupado por mis calificaciones, bajaron mucho este mes.
-Oh, esta bien, estas haciendo todo lo que puedes, además tus calificaciones no son malas.
-¡Tengo un 8!
-¡Eso no es malo!
-¡Tu tienes 10 en todas las materias!
-Eso es diferente -rió Jay-, mi calificación y la tuya son diferentes, eso no define quien eres.
-Tienes razón -Sonreí.

Jay de verdad me hacia sentir tan bien, tan seguro, me sentía en paz cuando estaba con él, era el único que podía hacerme sentir mejor, no importaba si mi día era el más horrible, el simple hecho de hablar con Jay me ponía feliz.

-Vamos al descanso sunoo -Jay tomó mi mano para levantarme,
-Está bien -dije un poco nervioso.

Era la primera vez que tomaba mi mano, era tan suave, me daba una sensación tan linda tomar su mano, caminamos todo el descanso tomados de la mano, parecía que fuéramos pareja, y eso me ponía feliz, él me hacia feliz.

Al salir de la escuela, fuimos directamente a comer donas. Jay se ponía muy alegre cuando íbamos a comer donas, me gustaba ver su sonrisa, su linda, hermosa y tierna sonrisa.

Un día fui a su casa para que me enseñara un tema de matemáticas, pero sinceramente, no le estaba prestando mucha atención, me perdía en su bonita cara, sus ojos, su nariz, sus labios, amaba cada pequeño detalle de él, su cicatriz en su labio o en su nariz, esos pequeños detalles en su rostro me parecían los más lindos del mundo.

-¿Sunoo?¿me estas poniendo atención?.
-¡Lo siento! me distraje un poco ¿podrías explicarme de nuevo?
-Ay sunoo -mostró una pequeña sonrisa es su rostro- te explicare de nuevo, solo que esta vez ponme atención.
-¡Lo haré!

Una ocasión, Jay no fue a la escuela, y fue en aquel momento en que me di cuenta que desde que conocí a Jay, no eh socializado con nadie, ese día me la pase pensando en él.

Estaba muy enamorado de Jay, pensaba en que tal vez tendría una oportunidad con él, es decir, me decía cosas lindas y me trataba bien, pero un día, esas esperanzas se esfumaron de un momento a otro.