Una sola misión hizo que te conociera. Nunca me imaginé ser padre. Ni mucho menos cuando era un cazador, pero estoy seguro que todo el tiempo que estuviste a mi lado fue el más maravilloso de mi vida. Espero volverte a ver... Marin.
Kimetsu no Yaiba...
En una habitación se podía ver a una Marin durmiendo. Zenitsu se había ido a una misión y no iba a regresar hasta el anochecer. La pequeña Marin se quedó dormida por esperar a su papá así que Aoi la arropó para que no pasará frío.
-Hmm- una Nezuko salvaje había aparecido en la habitación de Marin con el ceño fruncido.
Desde que Zenitsu adoptó a Marin el había dejado de lado sus sentimientos hacia Nezuko. El rubio ya no era tan cariñoso con Nezuko, incluso dejo de acosarla. Esto por alguna razón hizo que la demonio este triste ya que se había acostumbrado a los halagos de Zenitsu. Saber que otra mujer estaba recibiendo el tiempo de Zenitsu simplemente la enojaba.
-¡Hmm! ¡Hmm!- Nezuko empezaría a picar con muchos celos las mejillas de Marin, esto obviamente despertó de golpe a la pequeña.
-¡¿Quién eres?!- Marin se asusto por ver a Nezuko. La demonio tenía un semblante serio y enojado.
-Hmm- Nezuko empezó a perseguir a Marin por toda la habitación.
Las dos menores corrieron por tanto tiempo que inevitablemente las dos se divirtieron. Pararon de correr porque Marin ya estaba cansada, la pequeña miro con una sonrisa a la demonio ya que pensó que Nezuko se convertiría en su mejor amiga.
-¿Cómo te llamas?- pregunto Marin sonriendo, Nezuko ladeó la cabeza en forma de no entender -¿No tienes un nombre?-
-Hmm- Nezuko asintió, se sobresalto cuando Marin intento quitarle su bosal para que hablará.
Rápidamente Nezuko se cubrió la cara para que no le quitará el bosal. No la quería lastimar. Marin no se rindió y lo intento varias veces pero Nezuko era más fuerte que Marin. Siguieron así hasta que escucharon que Zenitsu había llegado.
-¿Nezuko-chan?- Zenitsu se extraño por ver a Nezuko en la habitación de Marin. La demonio al ver a Zenitsu no dudo en abrazarlo -¿Porque estás en esta habitación? Sabes que Tanjiro me puede matar
-Deja a papi- Marin celosa abrazo a Zenitsu. El rubio se sonrojo un poco al ver como dos mujeres estaban celosas por su cariño.
-Oigan. No sé que está pasando aquí pero creo que me gusta- dijo Zenitsu abrazando a las dos. En el rostro de las pequeñas se formó un tinte rosa en sus mejillas.
-Papi, esta niña vino a mi habitación para molestarme- Marin se quejo con Zenitsu. El rubio miro a Nezuko que también estaba molesta.
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Zenitsu se había quedado en blanco por la expresión y sonido que emitían Nezuko y Marin. Las dos estaban muy celosas. De Marin lo entendía pero de Nezuko no, tenía que hacer algo para que las dos no se pelearán.
