Symphony 𝄞 - Remus Lupin

Capítulo I: Pueden odiarse, pero eviten morir en la misión

Albus Dumbledore iba a paso relajado a la reunión de la orden. Se podía simplemente aparecer en el lugar, pero prefirió ir caminando, para disfrutar del camino. Ese día, la Orden recibía a nuevos reclutas, justo a tiempo para nuevas misiones. Todos ellos se habían graduado de Hogwarts hacía unos meses y automáticamente habían pedido unirse.

Llegó justo a tiempo al salón para ver a todos esperándolo. Les sonrió cordialmente antes de tomar asiento y comenzar a hablar.

— Buenas tardes a todos —saludó—. Antes de empezar, quiero darle la bienvenida a los nuevos miembros de la Orden. Alice y Frank Longbottom, Lily Evans, Sirius Black, Remus Lupin, James Potter, Peter Pettigrew, Dorcas Meadowes, Marlene Mckinnon, Gideon y Fabian Prewett y Ch-

— Lo sentimos, lo sentimos, llegamos tarde. Te dije que saliéramos más temprano, idiota.

— y Charlotte Birdwhistle, bienvenidas —finalizó—. La señorita Olivia ocasionalmente ayudará con los heridos sin necesidad de que estos vayan a San Mungo, pero no siempre estará disponible. A pesar de esto, también la incluiremos en las reuniones.

Las dos tomaron asiento, mirando uno a uno a todos los miembros, pero Charlie se paralizó al ver a uno de ellos. Era la primera vez después de dos años que ella y Remus Lupin conectaban miradas. Albus seguía hablando sobre los objetivos de la orden y demás, pero ninguno de ellos estaba realmente prestándole atención. Habían crecido, madurado y cambiado, pero, por un momento, se sintieron como el adolescente con el corazón herido y la adolescente que se lo había roto. A todo esto, sus amigos (y, para qué mentir, casi todos los que habían asistido a Hogwarts con ellos) estaban pendientes de lo que sucedía. Ya hasta había apuestas de sus reacciones. Algunos decían que se saludarían normalmente, pensando que habrían dejado sus dramas amorosos cuando terminaron de estudiar (porque sí, todo Hogwarts se había enterado de eso). Otros, apostaban porque uno de ellos se iría de la Orden. Un grupo reducido creía que se iban a pelear con varitas y todo, pero era realmente poco probable. Contrario a lo que se había apostado, simplemente desviaron la mirada después de un rato.

— Como decía, los nuevos miembros de la orden llegan justo a tiempo para nuevas misiones. Por cuestiones de seguridad y conveniencia, estas misiones se harán en pareja, las cuales me tomé el atrevimiento de formar evaluando sus habilidades —dijo, antes de comenzar a nombrar las parejas y sus misiones—. Finalmente, Charlotte y Remus. Ustedes se encargarán de reclutar...—Dumbledore hizo una pausa, pensando en si terminar o no la oración— es mejor que hablemos a solas. El resto de ustedes pueden retirarse, Minerva les dirá cuándo partirán. Mucha suerte a todos.

Sin siquiera mirar a Charlie, Remus se acercó a Dumbledore.

— Director...

— Señor Lupin, ya no soy más tu director, puedes llamarme Albus si quieres.

— Bien. Albus ¿Me das unos minutos para hablar con Sirius, James y Peter antes de explicar la misión? —preguntó.

Dumbledore asintió. Inmediatamente Remus salió corriendo hacia sus tres amigos, que prácticamente lo arrastraron hacia una habitación vacía.

— No estoy listo para esto —soltó—. No esperaba verla aquí.

— Oye, Lunático —James se sentó junto a él.— Hay situaciones en la vida que tienes que enfrentar, tómalo como un desafío. Quién sabe, tal vez incluso vuelvan a ser am...

— No.

— Al menos tendrán que aprender a convivir porque van a ser compañeros —dijo Sirius—. Ya escuchaste a Dumby, los puso juntos por algo. Además, pasó hace dos años, Rem, ya lo superaste.