Cita a ciegas número 101 de dos alfas

Te has vuelto loco

Lu Meng se despertó sobresaltado de un sueño, la persona de su sueño estaba agarrando su cuello, "¿A... A-Ze?"

"Ve a los campos de entrenamiento".

Todavía había una apariencia de desolación en los ojos de Lu Meng, "No quiero".

Sin darle la oportunidad de considerarlo, Li Ze lo arrastró directamente a los campos de entrenamiento. Todos los demás que habían estado entrenando allí los saludaron uno por uno cuando vieron a sus dos comandantes, luego retrocedieron para darles espacio.

Lu Meng vio que el puño de Li Ze se derrumbaba, en un instante, se dio la vuelta y saltó de inmediato, "¿Qué diablos, te has vuelto loco ..."

Era como si a Li Ze ya no le importara su vida y, hacia el final, prácticamente se había entregado a Lu Meng para que lo golpeara.

Cualquier persona con una vista funcional se había despejado de su camino hace mucho tiempo, ¿no podían ver? El mayor general Li obviamente estaba de mal humor.

Lu Meng sostuvo a Li Ze con un estrangulamiento y notó que todavía había humedad en toda su piel, "¿Viniste buscando pelea justo después de una ducha?"

"Li Ze, ¿qué pasa contigo?" Temeroso de que comenzara a actuar mal nuevamente, Lu Meng lo inmovilizó con su cuerpo.

Li Ze le lanzó una mirada, luego retiró la mirada y la fijó en el techo, murmurando: "Mi período refractario".

Lu Meng lo miró en blanco, luego golpeó el suelo con el puño, "No me vengas con esa mierda, ¿por qué te estabas volviendo loco?"

"¿Dejame contarte una historia?"

Gruñendo, Lu Meng rodó fuera de su cuerpo. Temía no poder controlarse, el olor del cuerpo de Li Ze era demasiado intoxicante. Reflejó la posición de Li Ze, acostándose en el suelo, "Mn".

“Había una vez dos niños pequeños. Crecieron juntos, estudiaron juntos, entrenaron juntos y una vez escaparon juntos del peligro por poco. Son los que más confían el uno en el otro en todo el mundo... ¿Adivina qué pasó al final?

Los labios de Lu Meng tenían un toque de diversión y, con un tono relajado, no pudo evitar bromear: "Vivieron juntos felices para siempre".

Li Ze hizo una pausa, el dolor se extendía desde el hueco de su pecho. Incluso su voz tenía algo de amargura, "Pero ambos son Alfas, Lu Meng... Uno de los Alfas se ha vuelto loco".

Lu Meng se dio la vuelta y se incorporó, podía ver mejor la expresión de Li Ze de esta manera. No entendía muy bien esta historia, pero también tenía una que quería contar.

“Yo también conozco una historia. Érase una vez, había dos niños pequeños. Crecieron juntos, estudiaron juntos, entrenaron juntos y una vez escaparon juntos del peligro por poco. Confían más el uno en el otro en todo el mundo... ¿Adivina qué pasó al principio?

“Antes de que ambos supieran que eran Alfas, sus familias los comprometieron entre sí. Dime, ¿crees que este compromiso sigue siendo efectivo ahora que han crecido?

Li Ze frunció el ceño, ¿Lu Meng sabía de qué estaba hablando? Pero las pupilas de color ámbar claro de Lu Meng lo atrajeron, sin ningún indicio de broma o pavor. Era como si el otro realmente solo estuviera contando una historia inocente.

"Creo..." La voz de Li Ze era muy ronca.

En el segundo siguiente, las sirenas estallaron en toda la base militar.