Capitulo 14-Artemisa

5 2 0
                                    


Hera

Después de todo, Hades no es un chico malo o frío como había pensado.

Mi mamá decía:

"Las personas se pueden volver malos o cambiar por alguna razón, no las juzgues sin antes conocer su historia". 

Es por eso que decidí comenzar de nuevo con Hades, porque no quiero tener enemigos o momentos incómodos, además quería ser su amiga.

Después de que el doctor revisara las suturas, me dieron el alta.

Ahora, me encuentro lista para regresar al horario habitual y terminar las tareas que tengo pendientes de ese día.

Asi que no tendré tiempo ni de ir al baño...

¡Casi lo olvidaba!

Si encontraron a Darkling, pero por lo pronto lo veré desde lejos, ya que no quiero otro golpe en mi linda cabeza. 

En este momento me encuentro bajando por las escaleras con Atenea, hablando de diferentes temas mientras llegamos a nuestros respectivos salones. 

—¿Nunca haz visto un drama coreano?—Pregunto hacia Atenea con voz de asombro. 

—No, la verdad nunca he visto uno. Digamos que mi infancia se resume a autores clásicos, nada de programas o música infantiles. La única música que escuchaba era Ópera o de un instrumento, solo eso teníamos permitido escuchar—Expresa Atenea, mientras hace una mueca de lado.

—¿Cómo era tu mamá físicamente? Tal vez la vi de casualidad por el pueblo—Expreso hacia Atenea.

Seguimos bajando por las escaleras, hasta que llegamos al último escalón y antes de dar el último paso, la instructora Artemisa viene pasando enfrente de nosotras, haciendo que ambas paremos en seco. 

La instructora se detiene unos segundos y da una leve mirada en dirección hacia Atenea, para luego seguir caminando.

—No creo que la hayas visto, ella no era mucho de ir al pueblo. Ella es una persona un tanto estirada—Comenta Atenea en tono de risa, mientras llegamos al primer piso.

La instructora Artemisa para un segundo nuevamente y por segunda ocasión, observa de reojo a Atenea y continua finalmente su trayecto. 

—Eso fue raro ¿No lo crees?—Comento hacia Atenea.

—Si, tal vez nos observo por lo guapas y lindas que estamos el día de hoy. Es imposible no voltear—Comenta Atenea en tono de risa, haciendo que ambas reíamos.

Cada una va a su salón correspondiente y abro la puerta del aula, para luego sentarme en las mesas de en medio con las chicas.

—Hola Hera ¿Cómo esta tú cabeza?—Comenta Cindy, mientras se levanta para darme un abrazo.

—Me dieron el alta, solo tengo que tener cuidado con las suturas, pero tengo pulso, así que eso ya es una buena noticia—Comento hacia el grupo, haciendo que ellas se rían conmigo.  

—Es una buena noticia, la verdad nos asustaste mucho—Expresa Gal.

—Si, solo vi como un chico te traía en brazos y tú estabas inconsciente, ¿Sabes quién era aquel chico?—Dice Laura.

—Se llama Hades.

Las chicas asienten con la cabeza.

—¿Dónde esta Tom y Liam?—Dice Gal hacia todo el grupo.

—Están en la mesa de atrás, están con otros amigos, más tarde nos alcanzaran—Comenta Laura. 

Noto que las chicas fijan su mirada en la entrada del salón, haciendo que siga su mirada para ver que capto su atención.

Al parecer tenemos más seguidoras del club de fans de Hades.

Hades se encuentra entrando al salón de clase, pasando a un lado de nosotras y sentándose en una de las mesas de atrás, para ser más exactos justamente detrás de mi lugar.

—Niñas, recuerden la reglas que tenemos que seguir si queremos continuar aquí—Comenta Emma.

—Si, pero no estamos haciendo nada malo. Solo estamos observando, nuestras memorias necesitan recuerdos ¿Cierto?, así que este chico es digno de recordar—Comenta Laura con un tono de risa.

—Exacto, todo se guarda en nuestro CPU—Comenta Gal, mientras señala su frente.

Con estas chicas pasare un gran y divertido tiempo en el instituto.

¡No tengo duda!

La primera clase del día seria con la instructora Artemisa.

Su presencia hace que estés alerta a cualquier ataque y eso lo confirme claramente, cuando nos vio de reojo a ambas por las escaleras.

—Espero que hayan leído el libro sobre la historia de Woodrow, ya que hablaremos sobre el tema—Comenta Artemisa a toda la clase. 

—Comencemos primero con la letra A, todos aquellos con nombre que empiecen con esa letra, levantarán su mano y como vayan pasando la irán bajando ¿Entendido?—Expresa Artemisa, mientras toma asiento levemente sobre el escritorio.

Al termino de esto, uno de nuestros compañeros levanta la mano, pero lo que más me llama la atención, es el aire de superioridad que trasmite este chico.

¡Como odio este tipo de acciones!

—Empezaras tú primero y espero un buen argumento, de lo contrario no quieres que lo pague el resto de tus compañeros. Puedes comenzar cuando gustes—Expresa Artemisa sin un tono de amabilidad en su voz.

"Creo que mi escala del miedo del 0 al 10, se ha ido al caño con esta mujer enfrente de mi".

—Mi nombre es Adán y en el libro dicen que todos aquellos primogénitos hombres son los que lideran la institución y se les deberá de colocar el nombre de Thomas, mi pregunta es ¿Por qué con usted fue diferente el caso?—Comenta aquel chico. 

—Tengo que admitir que tienes una valentía increíble Adán l preguntar eso y te has ganado el derecho de una respuesta—Expresa Artemisa, mientras se levanta del escritorio y se dirige hacia Adán.

—¿Al caso solo los primogénitos hombres puedan liderar la institución?—Pregunta Artemisa, antes toda la clase.

—Estoy donde estoy el día de hoy, no porque fuera una "Hija de papi". Estoy aquí por mi trabajo y por miles de cosas que no te imaginarias en tu vida para estar aquí y en lo que respecta al nombre, ese nombre era muy poco para mi, por eso me llamo Artemisa.

¡Dios Mio!

Estoy sin palabras, no sé que decir en este momento, ni como respirar para no hacer ruido alguno. El ambiente está muy tenso y se percibe claramente.

¡Help!

Y por si eso no fuera poco, Artemisa continua hablando.

—Asi que Adán, te daré un consejo de instructora a aspirante. La valentía siempre es buena, pero en ocasiones es mejor no tenerla si no quieres quedar en ridículo o sin palabras como en este preciso momento.

¡Damas y caballeros esta mujer los tiene bien grandes!

Ni siquiera había visto a Adán, el esta perplejo sin decir ninguna palabra, solo esta sentado en su silla.

Claramente esta clase será muy entretenida y escalofriante.

¡Hadita de la suerte ayúdame!

WOODROWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora