Destiny [✓] vhope

ᝃ𝟏𝟏: 𝐘𝐨𝐮ᝃ

"No hay nadie como tú
y esa es tú mágia"

Se encontraba platicando amenamente y haciendo galletas con la madre de los hermanos Kim, la mujer estaba encantada con el desde que lo vió, adoptando una actitud protectora con el menor, tal cual era con su pequeño hijo. Sin embargo, en esos días que estuvo junto a la familia Kim, notó que la relación de Taehyung con su padre no era tan buena que digamos, pero no estaba tan mal, de vez en cuando se lanzaban miradas, una estricta y otra de algo que no supo interpretar.

Con sumo cuidado, terminó de decorar la última galleta de chocolate con pequeños dibujos que sin duda merecían ser llamados obras de artes.

"¡Oh bebé, te quedaron hermosas!" Chilló la mujer de cabello castaño con mechas purpuras.

En definitiva, era hermosa y eso no se podía negar, la sutileza de sus facciones y la delicadeza con que habla o camina, recta, amable y sobre todo carismática, natural en todos los aspectos, eso le agregaba un toque de gracia.

"Las de usted también son hermosas." Le sonrió de vuelta como muestra de agradecimiento por su halago hacia el trabajo que realizó sobre sus galletas.

"¡Mamá, ya llegamos!" Una risueña voz se escuchó desde la sala junto a un par de pasos aproximándose a la cocina, justo detrás del chico llegaba otro con una mirada perdida y bolsas de compra en manos, ambos siendo recibidos por un abrazo de su madre.

"Jungkookie prueba, las hicimos tu mamá y yo." Se acercó a paso lento donde e menor entregándole dicho dulce en la boca, siendo gustosamente aceptado.

"¿Tae, está todo lo que pedí?" Murmuró la mujer ajena a los otros dos, dando una cariñosa caricia sobre el hombro ajeno del mencionado al notar su mirada.

"Todo bien..madre, lo único que no había eran las gomitas que pediste ¿Eran muy importantes?" Preguntó el más alto.

"No es tan importante, solo un capricho que me surgió para decorar galletas pero ya lo terminamos yo y Hoseok." Señaló con la mirada a su acompañante de cocina y tomó dos galletas de ambas bandejas, la suya y la de Jung, entregando las mismas a su hijo, aunque no fuese de sangre era muy preciado para ella.

"Oh, gracias mamá." Murmuró con una leve sonrisa hacia aquella mujer que solía darle ánimos en días que no estaba bien, sea o no de sangre, ella es quien lo cuidó siempre. Tomó ambas galletas probandolas con un sonido satisfactorio, sintiendo como se fueron desvaneciendo en su boca con un sabor angelical a su parecer. "Saben bien ¿Ambas son de las tuyas o las suyas?"

"Tae, no seas tan seco, él ahora no está aquí ¿Sí? Solo se tu mismo y ya está." Respondió en tono calmado, su madre sonriente.

Con un suspiro que retuvo en sus pulmones anteriormente, sonrió asintiendo, una sonrisa que Hoseok jamás logró ver, al menos no con el precente, un tanto peculiar pero espléndida.

"Son buenos cocinando...ambos, les doy mi aprobación, aunque no la necesiten toménla en cuenta." Hizo un guiño antes de acercarse y tomar un par más de ambas bandejas, recibiendo un golpecito en la mano de su madre.

"Son para después, goloso desde pequeño." Hablo con una sonrisa divertida mientras le -supuestamente- regañaba.

"Mamá, solo unas pocas, a parte jungkook También está comiendo y no le dices nada." Se quejó molesto sin embargo sentía una extraña sensación por dentro que le hacía sonreír, desde que Jung decidió pasar sus vacaciones junto a ellos notó más colorida la casa, e Incluso menos fría.

Oh, si tan solo supiera.

"Señora Kim, dejemos que tome una sola ¿sí?" Murmuró él, Jung Hoseok habló para darle una ayuda al mayor el cual dirigió su mirada hacia él y viceversa, notando una pequeña chispa traviesa en esos ojos color marrón.

"Mmmm bien, solo una." Respondió la mujer satisfecha sin dejar de ver cómo ambos chicos no apartaban su mirada de el otro, cosa que incluso Jungkook lo notó.

Sin pensarlo mucho, esa tarde, entre chistes, risas y pequeñas anécdotas, dos jóvenes se sonreían de vez en cuando, olvidando e ignorando la precencia de los otros dos.