Ser un omega, tener marca, un alfa que te mantuviera y te jurara amor era tenerlo todo.
Kim Seok Jin, estaba casado, marcado y era feliz. Pensó que su alfa lo era también.
Que equivocado estaba... Tenia veintitrés años cuando lo perdió todo.
Que...
Si tengo muchas ganas de escribir esta novela, pero me desanima un poco que no tengo comentarios, solo muy pocos y jaja eso da bajón jaja, seguiré esperando ....
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Cuando Taehyung conoció a Seok Jin, este tenía dieciséis años. Trabajaba en un local de desayuno y almuerzos cerca del sector universitario. El padre del omega lo habían obligado a conseguir un trabajo en lugar de estudiar para poder pagar su vicio por el alcohol, acepto sin replicar era su deber después de que su madre los abandonara por otro alfa. Eso sabia el alfa por palabras de Seok Jin.
habían pasado dos semanas de que el omega había iniciado a trabajar cuando escucho a sus compañeras susurrar
—mira volvió el alfa guapo, como todos los jueves, yo quiero atenderlo— empujo a su compañera
—no yo lo hare – comenzaron a pelear que no notaron que Seok Jin se acercó a pedirle la orden.
TaeHyung cuando tenía clases libre llegaba a comer a esa cafetería barata y con wifi gratis, sabia que ocasionaba suspiros de las empleadas y eso no lo molestaba.
—buenos días, en que puedo servirle— una sola frase fue el inicio. Ambos se miraron por primera vez y el brillo en los ojos de ambos fue instantáneo ambos lo sabían, sabían que era el destino.
—con tu número tal vez— sonríe el alfa, de manera coqueta no pensó cuando hablo el tenía la punta de la lengua decir huevos fritos y cafe
—eso no viene en el menú— el omega le regreso la sonrisa— y no tengo teléfono
—Entonces el almuerzo del día y un café por ahora— su mirada sobre el omega castaño todo el tiempo, el omega por más que intentaba no podía dejar de mirarlo y cuando llevo la cuenta, el alfa pago con tarjeta cuando entrego el tiquete ambos rosaron sus manos y con una sonrisa se despidieron.
TaeHyung comenzó a ir casi a diario, al terminar sus clases o cada que podía para saludar y ver a Seok Jin, intentar hablarle o solo verlo. Un día se decidió ir a recogerlo cuando salía del trabajo su corazón latía a mil por hora. Cuando sin pensarlo comenzó a cortejarlo dándole dulces, flores y a veces ropa. Esa noche se encontraba lloviendo.
—Eres tan lindo Seok Jin me harías tan feliz de aceptar ser mi pareja, mi omega— TaeHyung realmente estaba enamorado de Seok Jin
—Acepto ser tu pareja Taehyugnie, me gustas mucho— sonrió el omega tocando la mano del alfa
—me darías el honor de besarte— el omega no dijo que, si y solo se inclinó a besarlo, el paraguas que los cubría callo al suelo, y se besaron por minutos bajo la lluvia, todos mojados y en alegría fueron al pequeño departamento del alfa he hicieron el amor de una manera tan delicada y dulce.
