El camino a la playa...
🍓🍓🍓
—¿Quieres un café?—me pregunta mi hermano cuando llegó esa mañana a la casa.
Asiento con la cabeza y el se pierde en la cocina por un buen rato. Miro el la hora en mi reloj y suspiro con impaciencia. He llegado muy temprano y Sakura aún duerme pero en mi defensa no pude dormir en toda la noche imaginando este viaje.
Mis manos sudán y mi corazón late con fuerza. No sé porque me siento tan nervioso si sólo es un viaje en el que espero portarme como un caballero, sin embargo con Sakura a mi lado no sé si pueda detenerme. Ella hace que olvide todo, olvide que ella es menor de edad y que además es mi sobrina.
Mi hermano regresa sacándome de mis pensamientos y me da una tasa de té. ¿Que carajos? Se supone que me ofreció un café.
Madara da un sorbo a su taza de té como si fuera los más normal del mundo y llegó a la conclusión de que está demaciado pensativo que no se da cuenta de sus acciones.
—¡Esto no parece un café!—le dijo enseñándole mi tasa humeante.
El arruga el seño y luego se da cuenta que se ha confundido. Intenta tomar mi tasa de té para cambiarlo pero yo sé lo impidió.
—¡Oh por Dios! ¡Lo lamento! ¡No sé en lo que estaba pensando!
Niego con la cabeza y le doy por fin un sorbo a mi tasa. Es un té muy dulce.
—¡No importa!—respondo y tomo una manzana verde para pasarme el sabor dulce del té. No soy tan fan y quizá sea porque no me despierta del todo.
Mi hermano suspira y se que está a punto de contarme algo. Solo espero que no tenga nada que ver con Sakura, o por lo menos que no sea algo malo.
—No se que me pasa—comienza y mis alarmas se encienden. Mi hermano es un hombre muy fuerte y no lo imagino enfermo.—He hecho una locura....la peor de todas.
El alma me regresa al cuerpo y me acomoda en la silla de la barra del desayuno.
—¿Me imagino que tiene que ver con una chica?
El asiente y yo de todas formas a penas si lo puedo creer. El siempre ha mantenido un luto demaciado largo hacia su esposa, las chicas le han desfilado por los ojos pero el se ha mantenido al margen alegando que su única preocupación tiene que ser Sakura. ¿Que cambió?
—Desde que llegó ha venido a descontrolar mi orden con su carita de inocente, es tan buena que intento ser correcto pero entonces mi yo interno comienza a ponerse en mi contra y en un ataque le pido que me acompañe este fin de semana de viaje. Es una locura.
Me río
—Bueno eres libre y se que tu hija lo entenderás si llegase a avanzar la relación.
El asiente pero por alguna razón siento que no me está contando algo. Estoy a punto de preguntarle pero Sakura baja las gradas con una pesada maleta rosa y una sonrisa enmarcada en su rostro.
¡Está hermosa!
Su cabello suelto en ondas le da una apariencia de sirena, eso acompañado con un vestido verde esmeralda. Ni siquiera escucho el comentario sarcástico que hace mi hermano por el tamaño de su maleta. Me quedo embelesado por su belleza, por como baja las gradas y por como me mira.
Muy cerca de ella aparece un perro enorme que bien podría cargarla. ¿Ese es el perro que le regalé? ¿Ese perro es Akamaru?
—¡Es enorme!
El perro se para en dos patas y me mueve la cola antes de lamerme la cara. Es una molestia pero lo bueno es que se quedará en casa a esperar muy paciente a su ama.
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Sugar Daddy
Fanfiction// SasuSaku// Debía ser pecado sentir lo que sentía por su sobrina pero era tan inevitable como saber que si no era el, sería alguien más algún día y eso no lo iba a permitir, bajo ningún circunstancia aun que Madara intentará matarlo en el intento...