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Eda y Serkan salieron del aeropuerto y se sentaron en un restaurante con vista al mar cerca de allí. Él se había dado cuenta que a Zeynep le gustaba mucho y siempre que tenían la oportunidad de salir con ella escogía al mar como destino final.

Zeynep estaba en el regazo de su madre mientras tomaba una de sus siestas normales mientras los dos adultos miraban las aguas del Bósforo.

Serkan cambio su vista hacia la pequeña y comentó con una sonrisa:

- Le gusta mucho el mar-

- Nunca antes había visto tanta agua junta así que imagino que le llame mucho la atención- reconoció Eda.

- Si, de seguro es por eso- dijo Serkan tomando de su café.

¿Que te hizo cambiar de opinión?- preguntó Eda lo que realmente le interesaba saber.

- Acerca de que?- Serkan quería estar seguro de que iba el tema.

- De casarte conmigo- aclaró.

- Quiero ayudarlas!!- dijo sin más.

- Y ya averiguaste como se lo explicaras a la sociedad?

- No pensé en eso cuando vine aquí.

- Por qué? Eso es importante para ti- dijo Eda y no quería sonar molesta pero aquella frase la había incómodado.

- Eda, dejemos el interrogatorio. Esto es lo que debemos hacer por tu seguridad y la de Zeynep- dijo Serkan en tono serio y autoritario.

- No debemos Serkan, yo te agradezco mucho tu ayuda hasta ahora pero tu no me debes nada. El lío en el que estoy metida no es tu asunto, no tienes porque cambiar tu vida por mi. No me casaré contigo- dijo Eda muy segura de si misma.

- Ah No?! Perfecto, entonces ¿qué harás? Me explicas si eres tan amable- replicó Serkan molesto acomodandose mejor en su silla dejándole ver a Eda que esperaba una argumentación a su negativa de matrimonio.

- Lo que tenia pensado hacer antes de que me detuvieras, me iré del país- respondió ella segura.

- Vas a volver a huir, dejaras el trabajo todo lo que has conseguido aquí, me dejaras la colección tirada ¿es eso?- contestó irritado.

- Será lo mejor para todos. Un día me dijiste que yo y mi hija preturbamos tu paz y resulta que es cierto- dijo Eda negando con la cabeza y respirando profundo para no quebrarse.

- Vay, vay parece que no importa lo que haga, siempre me sacaras eso en cara.

- No te lo sacó en cara, reconozco que tenías razón. Por nosotras estas enemistado con un hombre al cual ni conoces, y quieres perder tu libertad por hacernos un favor, no quiero eso.

- Eda piensa en Zeynep, que vas a hacer en un país sola, como la vas a cuidar- le dijo Serkan enérgicamente debido a la preocupación.

- Precisamente estoy pensado en Zeynep- Eda rápidamente moderó su tono al ver que la niña se removió en su regazo- o como crees que me sentí cuando la escuche decirte "papá".

- Eda, no tengo hijos pero creo que puedo llegar a ser mejor padre para Zeynep que el que tiene- refutó Serkan.

- Si sabes que el padre de Zeynep yo no lo escogí verdad?- dijo ella con tristeza ante su comentario- si sabes que prácticamente me violaron? Lo sabes? Bajo golpes y amenazas, lo sabes Serkan!!- el se sintió incómodo por sus palabras, podía ver su tristeza y eso le dolía más de lo normal.

- Lo sé, lo siento- dijo apenado y a la vez sintiendo rabia de ese bastardo.

- Si yo hubiera podido elegir al padre de mi hija créeme que hubiera buscado a alguien que tratará a Zeynep como la tratas tú, si el padre biológico de mi hija la tratará sólo la mitad de bien de lo que la tratas tú hubiera aguantado lo que fuera necesario por tal de qué ella fuera feliz pero no fue así. Si tu fueras su padre estaría brincando de alegría pero no lo eres y no me parece justo para Zeyno que se ilusione de esta manera para luego que caiga en la dura realidad de que no tiene padre.

Nueva VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora