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- Déjalo Demir, él no tiene nada que ver en esto- gritó Eda desesperada.

- El es el culpable de que no estés conmigo y lo voy a matar para que veas que no existe nadie que pueda protegerte de mi, eres mía Eda!!! Entiéndelo!!!- dijo Demir con furia mientras apuntaba el cuerpo golpeado de Serkan en el suelo.

- Ya dejaste que tus matones le dieran una paliza, déjalo ir, yo iré contigo, por favor te lo suplico déjalo ya- lloraba Eda sin consuelo mientras se arrodillaba ante su verdugo.

- Tu te iras conmigo de todas formas- dijo Demir riendo de forma malévola.

- Si tú lo matas yo voy a morir también, si el muere yo me suicidare, no me tendrás a mi tampoco-dijo Eda entre llanto pero segura de sus palabras.

- Nunca tuviste el valor de hacerlo, eres muy cobarde- se burló el hombre.

- Por él lo haré, si le pasa algo a Serkan, si le haces algo me mato- afirmó Eda.

- Pues muere- dijo Deniz y Eda solo sintió el ruido sordo de un disparo.

- Nooooooo!!!!!

Una inquietud constante a su lado hizo que Serkan se sobresaltará, la última vez que se recordó despierto le había dado las buenas noches a su mujer y se habían dispuesto a dormir, pero ahora tal parecía que un fuerte terremoto estremecía su lado izquierdo de la cama, trato de abrir bien los ojos y se dio cuenta que era Eda la que temblaba como una hoja a su lado mientras repetía palabras sin un sentido para él.

- Eda es una pesadilla, despierta- intentó Serkan decirle a Eda en un llamado desesperado en más de dos ocasiones pero parecía que ella no salía de su mal sueño.
Serkan siguió intentando removerla incluso llegó a sacudirla, su afán era despertarla y demostrarle que ya había pasado y que estaba con ella pero fue la propia Eda que con un grito quedó sentada en la cama con una mano en el pecho y su cabello pegado en la cara y en su cuello, clara prueba de que estaba sudando. Su respiración apresurada dejaba claro que estaba alterada pero sobre todo muy asustada.

- Amor es una pesadilla, estás aquí conmigo- dijo Serkan intentado que ella lo mirara y cuando está cruzó sus ojos con los de él pudo ver el dolor que sentía su mujer por dentro, lo abrazó, lo besó y lo reviso por todas partes en busca de algún rasguño.

- Bebé estoy bien, fue un mal sueño- le dijo Serkan al darse cuenta que había soñado con él.

Eda seguía sin salir del trance y comenzó a llorar desconsoladamente siendo abrazada por Serkan.

- Él....él te....- decía entre sollozos.

- Nadie me ha hecho nada mi amor, estoy bien estamos bien. Mira, es nuestra habitación y estoy a tu lado, solo fue un mal sueño- le seguía diciendo Serkan mientras le alcanzaba un vaso de agua.

- Te dije que no podía dormir contigo- dijo Eda avergonzada mirando hacia todos los los dados menos a Serkan, este tomó su rostro eh hizo que lo mirara.

- Quiero estar contigo está y toda las noches de mi vida, no importa que suceda, nos tenemos el uno al otro- le contestó él estrechándola en sus brazos.

Ya había amanecido y Serkan despertaba en la gran cama de su habitación notando su soledad entre las sábanas. Eda ya no estaba en el cuarto, revisó el baño pero la castaña tampoco estaba así que comenzó a prepararse para el trabajo con la esperanza de encontrársela en unos minutos en la cocina.
Cuando bajo a desayunar a la única que pudo ver entre la mesa del desayuno fue a Hatice.

- Hatice, dónde está Eda?- preguntó el pelirrojo con interés.

- No se señor, hoy no la eh visto, Melek me dijo que le dejo a Zeynep bien temprano en la mañana y que aún estaba con su bata de dormir, pensé que había vuelto a su habitación- explicó la señora.

Nueva VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora