𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 2

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Un nuevo día comenzaba y Urokodaki y Giyuu se preparaban para partir, Urokodaki ya había resivido la misión de su cuervo, pero primero pasaría a dejar a Giyuu a la finca de la pilar del amor, lo vistió con la ropa que solía usar de niño y le dio algo de comida por si acaso. Ya listos ambos partieron de la montaña.


Ya en el camino, Giyuu sostenía la mano del anciano mientras jugaba dando pequeños saltos, para Urokodaki esto era como viajar al pasado, cuando Giyuu aún era feliz y hacía travesuras junto a Sabito, fue sacado de sus pensamientos cuando su cuervo le habíso que estaban cerca de la propiedad de la pelirosa, cuando llegaron el anciano toco la puerta que fue abierta casi de inmediato por una emocionada Mitsuri.


-- Buenos días Urokodaki-San y Tomioka-san -- dijo dándole un abrazo al niño tonmandolo por sorpresa.


-- Buenos días señorita Kanroji -- dijo el anciano dándole un leve empujón a Giyuu cuando fue liberado del abrazo para que saludara.


-- Buenos días Señorita Kanroji -- repitió el azabache.


-- Ay que adorable eres Tomioka-San, ¿Partirá a su misión ahora señor Urokodaki? -- pregunto la pelirrosa dándole a entender a Tomioka que pasara a dentro de la propiedad.



-- Así es, so no es mucha molestia me retiro ahora, y tu Giyuu, no le causes problemas a la señorita Kanroji -- dijo el anciano para después irse.


-- Adios Urokodaki-San. Bueno ahora estas a mi cuidado Tomioka-san, ¿Qué quieres hacer? -- dijo alegremente la pelirrosa.


Giyuu solo se quedó callado mirando al piso mientras jugaba con sus dedos.


-- Creo que eres muy tímido, no importa, que te parece si preparamos algo para comer -- dijo feliz tomando la mano de Tomioka para guiarlo a la cocina.


-- Urokodaki me dio comida -- dijo enseñando el bento que tenia en su mano.


-- Oh, no importa, prepararemos algo más y podemos conversar mientras tanto, ¿Te gustan los mochis? --


-- Si, son muy ricos --


-- Pues prepararemos muchos, vamos --


Ya en la cocina Mitsuri le puso un delantal para que no ensuciara su ropa y empezaron a cocinar muchos oniguiris y sakura muchis, cuando terminaron ambos tenían mucha hambre, por lo que empezaron a comer, Giyuu la comida que le dio Urokodaki y algún oniguiri de los que prepararon, la comida transcurrió en un agradable silencio con un pequeño Giyuu sorprendido por la cantidad de comida que Mitsuri puede comer. Cuando terminaron de comer ambos salieron al jardín de la finca donde el azabache relajo su cabeza en las piernas de la pelirrosa.


-- Ha sido un buen día ¿No crees Tomioka-san? -- pregunto entusiasmada la pelirrosa mientas acariciaba los cabellos del azabache.


-- Si señorita Kanroji, me gusto cocinar junto a usted --


-- Puedes decirme Mitsuri -- dijo sonrriendole al niño azabache


-- Oh, entonces puede decirme Giyuu --


-- ¡¡¿Encerio?!!, waaaa gracias Tomioka-san, digo, Giyuu-san -- para habrasar al azabache.


Después de que casi asfixie a Giyuu se disculpo y pasaron el resto del día recostados en el jardín hablando de cualquier cosa, como el nombre de todos los gatos de Mitsuri o sus comidas favoritas.


Cuando oscureció entraron a la finca de nuevo y prepararon la cena, Mitsuri estaba encantada con lo amable que puede ser Giyuu, ¿Quién diría que puede ser tan hablador? Contando historias de fantasía. Después de cenar Mitsuri acostó al azabache en un futon y ella se quedó despierta hasta que Urokodaki llegara por Giyuu, lo cual no tardo mucho, pues al rededor de la media noche el anciano toco la puerta, a lo que Mitsuri fue a abrir.


𝑪𝒐𝒎𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒕𝒖 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora