𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 4

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Para Giyuu estos últimos días habían sido muy divertidos, primero por los momentos que estuvo con la señorita Mitsuri y con Tenguen y sus esposas, además de que le habían comprado ropa nueva, después de eso Urokodaki le había traído un regalo de su misión anterior, era un peluche de un zorro.


Lo llevaba a todos lados e incluso dormía con el, y cuando estaba jugando en la montaña mientras Urokodaki preparaba la comida cayó rodando por la montaña al resbalarse y terminó ensuciando su peluche, cuando el anciano oyó al azabache llorar, salió y lo encontró todo sucio tratando de quitarle el lodo de encima al peluche. Esa noche Giyuu no pudo dormir sabiendo que su peluche se estaba secando afuera porque Urokodaki lo lavo.



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Un cuervo se aproximaba al hogar del antiguo pilar del agua para entregar una nueva misión, al parecer, personas de un pueblo desaparecían y algunas eran encontradas en condiciones abominables. Una vez Urokodaki obtuvo su misión alistó sus cosas y las del pequeño Tomioka para ir a dejarlo a la finca de los Rengoku, pues en la carta dónde venia su misión, también decía que el hijo mayor de estos se había ofrecido a cuidarlo nuevamente, y esta vez tenia más días libres disponibles, lo que era bueno pues parece que su misión tardaría.


Una vez con sus cosas listas ambos partieron y en el camino como se hizo de costumbre cantaban mientras se tomaban de las manos. Cuando llegaron a la finca de los Rengoku  fueron resividos por el mayor de todos ellos.


-- Urokodaki --


-- Rengoku, cuanto tiempo, es un gusto después de tanto tiempo, vine a dejar a Giyuu con tu hijo, ¿Sabes dónde está? --


-- No lose y no m- -- fue interrumpido por Kyojuro quien salio emocionado.

-- ¡¡AQUÍ ESTOY!! Es un placer Urokodaki-San, le prometo que cuidaremos a Tomioka-san muy bien, no hay de que preocuparse --


-- ¿Cuidaremos?, querrás decir cuidarás, no me metas en tus asuntos Kyojuro -- Dijo su padre para entrar en su hogar dejando a los otros 3 en la puerta.


-- Urokodaki no me quiero quedar aquí, ese hombre da miedo -- dijo el pequeño jalando las ropas del mayor para intentar irse.


-- Lamento la actitud de mi padre, pero te juro que te divertirás pequeñín, no hay porque tener miedo --



-- Si, no hay de que preocuparse, quien te va a cuidar es Kyojuro no el otro, así que anda -- dijo el anciano dándole un empujón.


Y con eso Urokodaki partió dejando a un azabache no muy contento, cuando se fue el rubio lo llevó adentro y lo presentó con su hermano, después ambos hermanos lo llevaron a recorrer la casa, le mostraron el jardín y la habitación donde se quedaría junto a Senjuro los siguientes días, después ambos hermanos se retiraron y lo dejaron para que pudiera acomodar sus cosas. Una vez terminó los fue a buscar a por la casa con miedo de encontrarse al padre de los Rengoku, por suerte encontro primero a los otros 2 en la cocina, donde Kyojuro lo vio llegar.


𝑪𝒐𝒎𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒕𝒖 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora