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Amanecí a su lado, el sol que entraba por la ventana de mi habitación me había despertado.
Me quede observando un rato su rostro, su cabello, las facciones de su cara me volvían loca, era demasiado atractivo. La manera en la que imponía autoridad, su semblante serio... todo de el me gustaba.

Inconscientemente acerque mi mano y jugue con su pelo, no entendía por que una persona como el había acabado metido en un mundo tan oscuro. A decir verdad no conocía nada de él, eso me hizo dudar. ¿Que más ocultará?

Alejé mi mano al ver como uno de sus ojos se abría levemente. Me miro y luego se incorporo sentándose en la cama.

-Buenos días... siento mucho el numerito de anoche.-Dijo girando su rostro hacia otro lado.

-No te preocupes.-Dije amable.

Con mis manos acuné su cara,haciendo que me mirara. Una vez lo hizo, deje un tierno beso en sus labios.

-Iris yo...-Dijo pero no lo deje terminar.

-Rindou quiero hablar contigo sobre algo.-Dije mirándolo.

El no apartó sus ojos de mi.-El otro día me enteré de que es Bonten...-Dije mirándolo con nerviosismo.

Su cara cambió a una de sorpresa.-Iris puedo explicártelo pero no tienes que preocuparte, yo quería hablarte de esto antes pero no he encontrado el momento.-Dijo apresurado.

Estaba algo nerviosa, aún que su reacción me calmo. Pensé que se enfadaría y no entraría a razones.

-Veras, nos encargamos al tráfico de droga y de más delitos, el club es uno de nuestros negocios para el lavado de dinero...-Dijo mirando a un punto de la habitación.-No puedo darte mucha más información si no tendría que matarte.-Dijo mirándome nuevamente y con una sonrisa de lado.

-No bromees con cosas como esa.-Dije avergonzada.

Río-Lo mejor es que no es broma.-Dijo Rindou soltando uña carcajada.-¿Irás esta noche al club?-Pregunto.

-Seguramente.-Dije mirándolo, el asintió para luego levantarse.

-Entonces te veo en la noche.-Dijo una vez incorporado, dejando un beso sobre mi cabeza, luego comenzó a vestirse.

Al llegar la noche, una vez vestida con mi "uniforme" por llamarlo de alguna manera, camine hacia la habitación en donde daria el show.
Me encontraba algo pensativa, ¿debería ser este mi último baile?

Al cruzar la puerta, mi expresión cambio de inmediato.

El hombre que se encontraba frente a mi no era Rindou.

Lo primero que me llamo la atención de el fueron sus tatuajes. Tenía una sonrisa picarona.

Los nervios se apoderaron de mi, no sabía si podría ser capaz de bailarle. Deje mi mente en blanco para luego suspirar profundo.

Camine hasta la barra, en aquella habitación lo único que se escuchaba eran el sonido de mis tacones al andar.
Pose mi mano en la barra de Pol dance.

Y entonces paso.
Varios disparos se escuchaban al otro lado de la puerta. Asustada mire hacia esta para luego mirar al hombre que estaba enfrente de mi.

Este se había levantado y tenía en una de sus manos una cuerda.

Miles de escenarios pasaron por mi mente.

—Hola preciosa, siento mucho no haberme presentado pero no tenemos mucho tiempo, me hubiera encantado ver tu show.—Dijo riendo el hombre de pelo negro y mechas rubias.
Me agarro y ni si quiera opuse resistencia, estaba paralizada por el miedo, los disparos no cesaban.

Me saco de allí tirando de la cuerda que tenía atada a mis muñecas.

Al salir los guardias estaban muertos en el suelo, varias de mis compañeras también.

Un pensamiento recorrió mi mente.¿ MERY?!
Instintivamente giré mi cabeza como loca buscándola por los alrededores.

¡¿Acaso ella había muerto?!

Empecé a llorar de manera desconsolada.

Me subieron a una gran furgoneta negra en la cual estaban varias de las chicas, algunas estaban tiradas por el suelo inconscientes otras lloraban sentadas. El hombre entró y me amarró en una barra del techo y luego se fue para después cerrar la puerta.

El camino fue largo, pensaba en todo lo que había pasado a lo largo de mi vida, recordaba a Mery y eso hacía que no pudiera parar de llorar, ella no estaba en ese coche.

Al llegar nos bajaron a todas. Y nos llevaron a una habitación bastante pequeña.

Pasaron muchas horas, me moría de hambre y de miedo.

El hombre volvió a irrumpir en la habitación junto con otro hombre algo más bajito, ambos llevaba gafas.

—el hombre se colocó sus gafas bien para luego comenzar a hablar.- ¿Sois todas mayores de edad?-Dijo mirándonos a todas.—Bien supongo que si, ¿Hanma tu que opinas cuales llevamos primero?—Dijo dirigiéndose al más alto.

Este señalo a dos chicas y luego se me quedo mirando, podía intuir que me escogería.

*Narrador*

Rindou se encontraba en su apartamento junto con su hermano, cuando ambos recibieron una llamada.

El primero en contestar fue Ran.

—¿Que ocurre Jefe?—

—¿Como?—

—¿El club?—

Solo bastó eso para llamar la atención de Rindou.
Miro su móvil eran las 23:00 bastante tarde.

—Rindou, tenemos que irnos ahora, el club ha sido atacado.—

Giro su cabeza mirando a su hermano, aquello lo puso nervioso, sabía que Iris estaría hay.

Ambos hermanos llegaron al lugar.
En la puerta trasera estaban todos, Koko se encontraba en el suelo, estaba herido.

—Voy a entrar.—Dijo Rindou mirando hacia la puerta, una mano lo agarro del brazo deteniendo.

—Ella no está.—Dijo Sanzu mirándolo.

Negó con su cabeza.—No, entonces ella no ha venido.—Dijo apresurado.

—Se la llevaron.—Dijo Koko con la voz entrecortada. El sabía que algo había entre esa chica y su amigo.

—Ran miro a su hermano como agachaba su cabeza.— ¿Quienes fueron?—Pregunto.

—La organización de Kisaki.—Dijo Mikey.—Creemos que se las han llevado a la frontera para prostituirlas.

Todos se quedaron sorprendidos ante las palabras de su jefe.

...
He vuelto, he estado mucho tiempo mal sin inspiración pero aquí está. Me ha costado bastante encauzar la historia, siento que todas mis historias son empalagosas y no hay mucha trama de por medio.

Espero que os guste lo que se viene.

Actualizare dos veces en semana.
Besos❤️❤️❤️

Clandestino {Rindou Haitani}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora