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Horas después del fin...

Iris y Hanma corrían por los pasillos de la mansión, la policía habia irrumpido en ella arrestando a todos a su paso.

Ambos subieron a la camioneta negra que estaba aparcada en la parte trasera. Iris miraba el paisaje que quedaba atrás.

Hanma lloraba de manera desconsolada mientras conducía, el también dejaba mucho atrás.

Todavía no se explicaban cómo había sucedido pero para ello debemos remontarnos al principio.

Principio del fin...

Eran las 8 de la mañana aproximadamente, Iris se levantaba ha hacer sus tareas como servicio de limpieza, esa había sido la condición de Kisaki para dejarla fuera del catálogo del prostibulo y que pudiera estar con Hanma.

Horas mas tarde la chica había terminado todas sus tareas, y se encontraba con el mayor en su habitación.

Estaban fumando tranquilamente en el balcón después de un revolcón entre las sábanas cuando de pronto se oyeron un montón de disparos en la planta baja de la mansión en la que residían.

Ambos se miraron con los ojos abiertos de par en par, no lo pensaron dos veces y salieron corriendo de allí. Al bajar las grandes escaleras...
Hanma vio algo que difícilmente se borraría de su cabeza, Kisaki yacía muerto en el suelo con un disparo en la cabeza, quedó impactado un par de segundos hasta que sintió como Iris tiraba de su brazo arrastrándolo fuera de allí.

Todos sus compañeros habían muerto, al llegar a la furgoneta empezó a llorar como un niño pequeño.

Iris sin en cambio estaba completamente feliz, asustada pero feliz.

— Hanma lo siento.— Dijo mirandolo mientas el conducía, las lágrimas recorrían sus mejillas y manchaban su torso desnudó.

Al tener que salir con las prisas se fueron con lo que tenían, y después del sexo ambos habían preferido ir ligeros de ropa.

— Joder, enserio, una puta redada, además Justo hoy ¿sabes?— Se lamentaba el joven.

Conducieron durante horas hasta que llegaron a la antigua casa de Hanma.

— ¿No vas a dirigirme palabra alguna?— Dijo Iris apoyada en el marco de la puerta.

Hanma se incorporo en la cama.—¿Que quieres que te diga ?joder ahora puedes escapar coge las malditas llaves de mi coche y abandóname como tanto tiempo has deseado.— se notaba que estaba sufriendo por el tono de voz que usaba , apunto de llorar.

Iris se sintió mal por un momento, se acercó a él y lo abrazó.—No lo haré— dijo para luego dejar un beso en su frente.

Ella no estaba enamorada de él, pero no lo abandonaría en su peor momento, estaba agradecida con el por salvarla de aquel infierno aún que eso le hubiera costado muchas horas de sexo, al principio no eran con deseo por su parte pero luego había veces que incluso ella era la que buscaba tener ese tipo de intimidad con el.

...

Al otro lado de la ciudad, Mikey entraba por los pasillos acercándose a la mesa de Koko.— ¿La conoces?— dijo dejando encima de su mesa una fotografía junto con un informe policial.

— Mery, es Mery.— dijo sorprendido, Rindou al otro lado pudo escuchar aquel nombre que sabía pertenecía a una de las chicas del club.

A paso acelerado se acercó a la mesa.

Vio aquella fotografía dándose cuenta del estado de la joven.

La chica que alguna vez fue un pilar para su amada Iris, se encontraba en una cama con un rostro pálido, parecía como si hubiera tenido una sobredosis.

— Las drogaban para prostituirlas y unas cuantas murieron debido a esto.— Dijo Mikey mirando a Rindou sin expresión alguna.— Mira si quieres las fotos a lo mejor esta la chica que buscabas.— dijo dejando la carpeta en la mesa de Koko.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Rindou al pensar que ella pudiera aparecer en aquellas fotos. El la consideraba delicada y para nada fuerte. De hecho se atormentaba imaginándose escenarios en los que ella era asesinada y cosas por el estilo.

— Míralo por mi.— Le pidió a Koko, este asintio y comenzó a mirar todas las fotografías.

— No está.— Dijo finalmente.

Rindou volvió en si al escuchar aquellas palabras, se sentía más aliviado, Al saber que aquellos informes eran policiales.

— Debo encontrarla.— Se repitió Rindou a si mismo.

...

Después de días de investigación, consiguieron los detalles de la redada de la organización de Kisaki.

Rindou estaba nervioso al saber que Iris no estuvo ni entre las mujeres fallecidas ni entre las heridas.

Entonces se preguntaba dónde estaba, con quien o cómo.

Pocos días más tarde, gracias a un chivatazo, se habian entrado que Hanma había conseguido huir.

...

Clandestino {Rindou Haitani}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora