Olvida los trucos*

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*N/A: Del poema de donde sale el nombre de Lan Wangji.

Lan Wangji, con los ojos cerrados, está recostado en una balaustrada lateral del jardín frontal frente al salón principal. Está justo en una esquina muy escondida y oscura. Ahí, puede pensar con calma y en relativo silencio.

Dentro del salón se escuchan voces y aún hay mucho movimiento. La pelea recién acabó y los cultivadores están ayudando a los heridos y evaluando los daños. Ahora mismo, él no puede hacerse cargo de nada de eso. Es mejor no estorbar.

La luna está escondida detrás de unas nubes densas. Aún así, su brillo atenúa la oscuridad nocturna y deja un ambiente azul violeta.

Lan Wangji está tratando de ordenar sus pensamientos, pero ahora mismo se encuentra inmerso en una vorágine imposible de dominar. Escucha unos pasos decididos que se hacen cada vez más fuertes. Siente una presencia intensa, cálida y poderosa.

El segundo Jade abre los ojos. Frente a él, a una distancia prudencial, Yu Saran ve hacia el cielo nublado, con ambas manos en su abultado vientre. Ying está vigilante, muy cerca, en el remate principal del techo del salón.

- Hanguanjun. - Le saluda e inclina la cabeza suavemente.

- Madame Yu. - Le devuelve el saludo. - ¿Se encuentra bien? En su estado...

- Es muy amable en preocuparse. Los Dorj estamos acostumbrados a este tipo de batallas. En las caravanas nómadas, todos deben poder defender a la tribu. Sólo los bebés y los niños deben ser protegidos. Esto - y mueve su mano señalando hacia el salón principal con un movimiento cadencioso - en realidad no fue nada.

- Mn.

- Debo pedir su autorización para hablar honestamente de un tema... complicado. - Se voltea por completo para estar frente a frente y le dedica una mirada serena pero intensa.

Lan Wangji se siente incómodo, pero pone la cabeza de lado, intrigado, y termina cerrando los ojos en un parpadeo largo, mientras asiente con la cabeza.

- Gracias, Hanguanjun. - Suspira y se toca el anillo en uno de sus anulares. Ese gesto, le recuerda la costumbre de Jiang Wanyin. - Verá, esta situación puede serle incómoda. Le aseguro que lo comprendo. En lo personal, prefería que el pasado de laopo fuese diferente, quizás menos complicado, pero no lo es y yo lo acepté, porque lo amo con todo mi corazón.

Lan Wangji ase fuertemente a Bichen y aprieta los dientes. Odia que Yu Saran llame laopo a Wanyin. Odia que esté hablando de estas cosas. Odia pensar que ella sabe algo, más allá de lo evidente.

- Mn. - Asiente, con un parpadeo profundo.

- Hanguanjun, sé de su relación con Laopo. Todo.

La mirada de horror se pinta en la cara de Lan Wangji, que no sabe si siente ira o vergüenza. Se queda paralizado con la mano asiendo su espada aún más fuerte y el corazón saliéndose por la boca.

- Espero que disculpe mi indiscreción, pero me parece importante que ambos estemos en la misma página. Debe saber que Chengcheng*  y yo fuimos amigos, confidentes, antes de decidir casarnos. Ambos sufrimos pérdidas y decepciones que nos dejaron agotados de tanta tristeza. (*N/A: forma cariñosa. En mandarín, se puede duplicar el nombre de pila, para demostrar una relación estrecha)

Yu Saren, se acerca un poco más, acariciando su barriga. Sonríe al sentir las patadas de sus hijos, inquietos.

- Shshsh, calma ustedes dos. - da golpecitos en la barriga y continúa - Chengcheng es para mí como la noche, ¿Qué es la luna sin la noche, Hanguanjun?* - ladea la cabeza y presiona sus labios con una media sonrisa. Voltea a ver a la luna, que empieza a aparecer detrás de las nubes. - Hace casi tres años Hanguanjun tomó una decisión definitiva. Me pregunto por qué ahora tiene dudas y qué pretende al compartirlas con laopo. (*N/A: juego de palabras con sus nombres, Wan, noche, y Saran, luna)

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2022 ⏰

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El calor de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora