SUEÑOS DE HUMO Y ALMA

Recapitulando

Era una fría mañana de octubre, empezaba a sentirse cada vez más frío el clima, no es que lo odie pero siempre he sido particularmente friolenta, manos y pies fríos, nariz roja y ganas de estar acostada viendo Netflix, pero no será hoy.
Voy despertando, y como cualquier otro lunes desearía estar de vacaciones a lado de la playa tomando una piña colada y disfrutando de la libertad, pero mis cuentas no van a pagarse solas, así que me armo de valor para arreglarme e ir a trabajar.
Me siento en mi cama y la primer sensación que tengo no es muy agradable, ¿Alguna vez has sentido al despertar que no será un buen día? Cómo si el universo intentará advertirte de lo que se aproxima como derramar tu café en la blusa, perder el autobús o algo que hará que tengas una seríe de eventos desafortunados a lo largo del día, bueno, creo que hoy será un día de esos. Miro mi celular y lo primero que veo es un mensaje de Gabriel, mi novio, así que desbloqueo el teléfono y habró su chat.

-¿Hola? Entonces me vas a ayudar hoy?

¿Hoy?¿Hoy? Diablos que había que hacer hoy? No lo recuerdo

-Claro cariño! Dime por qué empezamos?- no sé que sea lo que sea que olvide, pero creo que aún estoy a tiempo de salvar lo que sea que haya prometido para hoy

Escribiendo...

-¿Después del trabajo puedes pasar por el pastel, y traerlo antes de las 6:30?-

Ohhhh!! Si!! Es el cumpleaños del roomie de mi novio!! Bueno si lo hubiera olvidado creo que no sería nada grave, pero es importante para el...

-claro cielo, voy a apurarme a arreglarme para ir a trabajar y ahí llego- espero que el mensaje suene más emocionado de lo que me encuentro en realidad.

Gabriel es un gran novio, una gran persona, es alto, de piel bronceada y de complexión delgada y atlética, realmente es un hermoso espectáculo a la vista, es amable, tierno y siempre está para mí.
A principios de año, falleció mi abuelo, era la única familia que me quedaba, mi madre y mi abuela murieron en un accidente cuando yo era muy pequeña, la verdad es que no las recuerdo, solo tengo las historias y fotos que me dió mi abuelo de ellas. Después de que falleció mi abuelo, Gabriel me propuso que me fuera a vivir con el, ya llevamos más de tres años saliendo así que el esperaba que aceptará, pero yo no me sentía preparada en aquel momento (y ahora tampoco) pero el se tomó bien el darme mi espacio.

Al salir del trabajo tomo el autobus y me dirijo a casa de Gabriel, al llegar tocó el timbre y como si estuviera esperándome abre inmediatamente la puerta y me da un suave beso en los labios, tan cálido y reconfortante como siempre, toma el pastel de mis manos y entra, yo lo sigo inmediatamente.

-¿Que tal el trabajo Amelia?- me pregunta mientras organiza los últimos detalles de la fiesta no tan sorpresa para su rommie

-Bien, ya sabes como siempre- respondo sin muchas ganas de hablar del tema.

- ¿Sabes que si no te gusta tu trabajo puedes renunciar? Deberías volver a pintar, eres una gran artista, a tu Abu no le hubiera gustado que dejaras tu talento de lado- aunque sé que me lo dice con la mejor intención, tocó fibras sensibles en mí y no me siento de ánimos de tocar el tema.

-Lo sé, pero..- me encojo de hombros y doy una sonrisa mas que nada resiganada, a pesar de todo mi trabajo es bueno. Para mi fortuna Fernando, otro roomie de mi novio, abre la puerta cargando enormes bolsas, corro a ayudarle a cargar todo lo que lleva, no tengo ganas de seguir la conversación con Gabriel.

Poco después llega Josh, el cumpleañero, así que inicia la fiesta, más que nada consistía en jugar videojuegos y comer pizza, aunque los videojuegos no son mi fuerte, me ayudan a distraerme y dejar el mal humor que tenia hoy.

Cuando llego a mi departamento lo primero que noto es una extraña sensación de frío, aunque no es raro al ser departamentos tan viejos, noto que el clima se siente más frío que de costumbre, fijo mi vista en mi comedor de tan solo dos asientos donde están varios álbumes y diarios que eran de mi abuelo, y aunque ya había pasado tiempo de que se fue, no quiero dejarlos dentro de la caja, de alguna manera me ayuda a no sentirme tan sola. Me acerco y me doy cuenta que hay varios libros en el piso así que cuando me dirijo a levantarlos me doy cuenta que de uno de ellos sale una foto, mi madre y mi abuela abrazándome cuando era una bebé, detrás de la foto encuentro un pequeño papel cortado, parece que se desprendió de alguna parte de un diario solo puedo leer algunas letras sin sentido:

" s viajes de los Asuris en e"

No recuerdo haber leído esto antes, aunque la verdad no me había tomado el tiempo de revisar todas las cosas de mi abuelo, en los últimos años a mi abuelo lo aquejaron problemas de demencia, los doctores le dijeron que podía escribir diarios con sus recuerdos y experiencias para retardar la perdida de memoria lo más posible, sin duda mi abuelo se enfoco en hacerlo, y escribió más de diez diarios en ese tiempo, como muchas de esas historias el me las contaba no me tome el tiempo de leerlos todos, aun me pone triste tocar el tema de su muerte. Así que tomo un altero de libros que se encontraban en la silla y los coloco en el piso, me senté a buscar el diario de donde parece que se desprendió ese trozo de papel.

Al ir buscando me doy cuenta de que hay varias historias que no conocía, pero entre más leo, más me doy dando cuenta como poco a poco la demencia fue afectando a mi abuelo, me doy cuenta como su letra de ser clara y cuidadosamente hecha se va volviendo temblorosa e irregular y cada vez escribe más palabras sin sentido... ¿o no?

Después de revisar por lo menos tres libretas, encontré el diario de donde se desprendió ese trozo de papel, y puedo distinguir entre las letras:

"Los viajes de los Asuris en el tiempo se han dado durante mucho tiempo, pero a pesar de haber convivido con Amelia tanto tiempo, no logre descifrar como lo lograban, no se si solo su sangre puede hacerlo o las condiciones no han sido las adecuadas"