La noche es larga.

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En el pasillo de clase estaba con Maria, ella me estaba hablando sobre chicos guapos... Pero yo pasaba totalmente de ella. Fue cuando derepente un grupo de chicas nos miraron raro, ¡SE RIERON! Yo no tolero las risas... ¿De que se habrán reido? Me da igual solo tengo que devolverles la risa...

Ya era de noche y yo perseguí a una de ellas... Íba a su casa. Ella un poco asustada. Vi que entró a su casa, por suerte estaba sola, nadie en casa, solo ella.

Ahí fue cuando se me piró la cabeza, me volví loca. Cojí un cuchillo y grité su nombre.

-¿¡QUIÉN ANDA AHÍ!?- Gritó Rin muy asustada.

Empecé a correr y a dar golpes a las puertas, cerré la puerta con llave y me tragé la llave; ella intentaba salir.

-¡DEJARME SALIR PORFAVOR! ¡QUÉ ALGUIEN ME AYUDE!.- Rin llorando muy asustada.

Yo empecé a reirme, empecé a cantar...

-¡BUH!.- La pegué un susto y la clavé el cuchillo en el pecho.

-¿¡AHORA QUIÉN RIE!? ¡¡MUAHAHAHAHA!!

Rin murió desangrada y yo salí por la ventana, como si no hubiera pasado nada.

La coleccionista de cadáveresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora