La coleccionista de cadáveres

Eres insoportable

Al día siguiente fuimos al gimnasio donde estaba ese grupo de las "guapas".
Yui fue al baño porque ella nos tenía miedo, pero ella se creía que no la habíamos visto entrar.
Maria y yo entramos al baño, cerramos la puerta sin que nadie se enterase.
-¿H-hola?.- Yui asustada preguntaba metida en el aseo.
Nadie contestó. Cojí la lámpara y le quite los cables, hechaba mucha chispa; Maria inundó el baño de agua.
-¡NO ME HAGAS DAÑO PORFAVOR!.- Gritó.
Maria asomó la cabeza en el aseo que estaba Yui y la tiró de los pelos y con fuerza la levantó y logró sacarla de ahí. Tiramos a Yui al suelo donde estaba todo empapado y acercamos los cables a ella.
-¡NO PORFAV-!.- Gritó Yui llorando hasta la muerte.
Maria y yo nos lavamos las manos, metimos a Yui en la mochila y salimos como si no hubiese pasado nada.
-Sois insoportables.- Dije a las niñatas.
Las chicas estaban preocupadas porque Yui había desaparecido. Me da igual los sentimientos de los demás, hay que matarlas a ¡TODAS!
Cuando mate a todas, el siguiente será el instituto entero.
¿Moriré? Aún no lo sé, pero nadie se atreverá a tocarme, por mi madre y por mi padre.
Ya todo me da igual, sólo me queda Maria porque Jenni está en el hospital unos días cuidando de mamá en Hokkaido.