14. ¡Peligro! ¡Peligro!

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Capítulo 13

¡Peligro, peligro!

⭐⭐⭐

Mi corazón retumbó a tal punto que solo podía escuchar mis latidos, mi estómago se contrajo y mis manos sudaron.

—Estela... —susurró dando pasos lentos hacia mí, hasta que solo nos separaron unos centímetros—. Tienes un poco de salsa en los labios.

La decepción, la traición.

Mi vergüenza fue tanta que me vi obligada a bajar la cabeza, pero Ian con rapidez tomó mi rostro en sus manos y con su pulgar limpió delicadamente la comisura de mis labios. Yo estaba petrificada viendo como él mantenía sus ojos fijos en mis labios de una forma que me dejó sin aliento hasta que terminó y sin decir nada liberó mi rostro.

—Solo falta que te lamas el dedo, para que sea un cliché perfecto —bufé y él se rio.

—No seas ilusa —expresó dejando su guitarra sobre la pared de la casa.

—Yo no soy ilusa, es que eso pasa mucho en los dramas —aclaré intentando calmar mi pulso cardiaco. Pero no sirvió de nada ya que él con descaro lamió su pulgar.

—¡No que no lo ibas a hacer! —exclamé poniéndome de pie y lo escuché carcajearse.

—Era salsa de piña ¿Cierto? —Se relamió los labios de una forma sensual y para ignorar los estragos de sus acciones en mi cuerpo decidí cambiar el tema.

—Gracias por la canción, es muy linda y tu voz aún más.

—Se llama destino y la escribió mi padre antes de morir —dijo, pero en vez de entristecerse por el hecho de la muerte de sus padres lo que hizo fue sonreír con nostalgia. Eso me brindó un poco de tranquilidad—. Él no terminó de escribirla, pero yo lo hice y creo que no quedo tan mal ¿Cierto?

Asentí sonriendo.

—Quedó perfecta.

Nos quedamos así por unos minutos y aunque me preocupé demasiado porque se arriesgó a salir en la noche estando resfriado, tengo que confesar que amé verlo esa noche y mucho más que me cantara la canción que escribió su padre.

—Tengo una idea —expresó él. Hizo un movimiento repentino, sacó su celular y buscó algo en este. De nuevo me sentí temblar ya que él reprodujo una de mis canciones favoritas la cual era "Perfect" de Ed Sheeran.

Ian colocó su celular sobre la madera de la cerca y acto seguido, extendió su mano hacia mí.

—Me concedería esta pieza, señorita arroja limones —Sonreí y sin pensarlo le di mi mano la cual él tomó y llevó hasta sus hombros indicándome que rodeara su cuello con mis brazos y eso hice.

Él por su parte posicionó sus manos en mi cintura con mucha delicadeza y al son de la hermosa letra y melodía de la canción perfecta, bailamos esa noche para celebrar el día de mi llegada a éste mundo. Bajo innumerables luceros que observaban con alegría como un par de niños en proceso de ser adultos proyectaban sus almas reflejadas como tenues sombras en el césped con ayuda de la luz de la luna; mientras nuestras miradas se perdían en la inmensidad de ese extraño sentimiento.

⭐⭐⭐

Un par de días pasaron desde mi cumpleaños y déjame decirte que pasó de todo, fuimos a practicar al bar del señor Carl y pronto tendríamos nuestro debut solo necesitábamos prepararnos más y conseguir más popularidad. También mi amistad con los chicos fue mejorando ya que eran muy buena onda, pero lo que más me tenía en conflicto era el castigo, la razón; tenía que trabajar junto a Leila y eso era algo difícil porque esa chica era una arpía. Y yo no era una perita en dulce que digamos.

La Chica Que Vino De Las Estrellas © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora