Prólogo

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Kyle

Un noble, dos guardias.

Fácil.

Lo cierto es que los trabajos suelen ser mucho más complicados.

Las vacaciones del noble Marcel fueron demasiado descuidadas como para dejar escapar la oportunidad a muchos rufianes que desean sus riquezas o simplemente joderle la vida.

Me contrató alguien que quiere joderle y aunque no suelo trabajar con el tipo de gente que solo hace berrinche, estos días no he tenido muchos "llamados", por lo que estoy algo escaso de pasta.

Quitando de lado el hecho de mi ascendente pobreza y sin añadir el griterío de mi hermana cuando por fin se dio cuenta. Ya tengo a todos los guardias irrelevantes dormidos, solo me falta el confidente real de Marcel y su guardia personal.

Me adentro por un largo pasillo buscando movimiento a través de mis oídos. Lo cierto es, que aunque puedo dormir a todo el palacio (por qué las vacaciones del cabron son en otro de sus palacios cerca de la playa) no puedo hacer absolutamente nada a nadie cercano al rey en estos momentos.
Lo sé porque siento tres esencias aún consientes aquí dentro y una de ellas es de Marcel, que ya lo conozco así que sé reconocerlo.
Lo que no sé es porqué no puedo dormirlos.

Su confidente real no tiene ni un poco de magia, ya lo hubiera detectado y su guardia personal igual, él solo es fuerte.

¿Entonces qué mierda me lo impide? Quién sabe..

Al fin llego a la habitación donde se encuentran los tres solo.. que sí están dormidos.

— ¿Qué mierda?

Repentinamente siento un golpe en mi cabeza y mis oídos retumban mientras caigo de rodillas.

Me han dado un buen golpe pero no el exacto para hacerme dormir también a mí.

Siento una patada en mi estómago antes de recuperar mi estabilidad y un pisotón después en mi espalda, haciéndome caer como peso muerto al suelo.

Esto me recuerda a cuando aprendí a nadar, para saber flotar al principio me dijeron que me quede como peso muerto boca abajo en el agua, la verdad es que funcionó muy bien.

También es jodidamente cierto que el cabron tiene mucha fuerza y que yo estoy algo, ¿pasadito de kilos? No estoy en forma, ¿vale? Como dije, hace tiempo no me contratan y he perdido un poco el toque.

Pero no todo el toque.

Alcanzo con mi mano derecha un pequeño frasquito rosado de mi cinturón.

Por favor que no sea fuerte tanto dentro como por fuera.

Abro el frasquito mientras le doy a un botón en mi muñeca viendo cómo el aire se va coloreando de un rosa muy clarito.

El botón en muñeca activa un traje que me cubre de diferentes venenos, sustancias e innumerables cosas que suelen hacer las brujas, como mi hermana.

Escucho los esperados quejidos y girando mi cabeza hacia la izquierda veo como la piel de aquel hombre que no identificó se vuelve burbujeánte por el calor, como si hirviera.

Es el efecto deseado, con las plantas jade no maduras se hacen estos polvos rosas. ¿El proceso? Pregúntenselo a mi hermana.

Aún adolorido me levanto abriendo la ventana con desesperación al ver algunos lugares desgastados de mi traje, me olvidé que anteriormente lo había dañado así que no es muy seguro.

Con éxito el aire rosa se va yendo y al girar de nuevo mi cabeza veo como su cuerpo ahora son huesos con aún un poco de piel burbujeánte. La ropa seguramente se desintegró, aunque extrañamente quedaron dos cosas:

Una era un colgante. Algo con lo que se identificaba fácilmente a quienes sirven a la reina Rachel. Ahí decía su nombre, Wayne Bonak, un brujo con apellido de renombre.

Y lo segundo era un anillo.

Entonces lo vi, lo más valioso que poseía aquel hombre famoso por solo saber dar golpes, al cual no pude sentir su presencia extrañamente, aunque puede que haya mejorado como brujo. Lo cierto es que "Wayne" es conocido como un fracaso como brujo, pero ese no es el punto.

El poseía un anillo, pero no cualquier anillo.

Un anillo de flores. Uno que en circunstancias obvias casi ni se mantendría como anillo pero este no era normal.
Era un anillo de flores gatunas.

Uno de los preciados tesoros de todo el continente y sobretodo..

Un objeto robado por el hombre directamente del palacio real.

¿Quién era este hombre? ¿Trabajaba en palacio? ¿Por qué robo el anillo gatuno un guarida de palacio?

Y sobre todo..

¡Creo que me voy a volver rico!

¡Hurra cabrones contratistas, no volveré a rogar por trabajo, estúpidos!

Reinos y TiranosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora