≛ ˚.*ೃ Thirty Five

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La atracción física siempre será fácil, la mental es otro nivel.

Un Alfa de tez blanca sentía como su mente demoraba en procesar los sucesos, estaba muy sorprendido, jamás se imaginó que conocería tan rápido a su cuñado y de esa forma tan peculiar, aunque no le molestaba del todo, al fin y al cabo terminaron llevándose bien, eso era lo que más importaba.

Habían empezado a cenar los cuatro en armonía, a través de la marca podía sentir cada una de las emociones de su pequeño novio, percibía la preocupación, nerviosismo e incluso tristeza, suponía las razones, predecir el porque estaba con ese comportamiento era fácil, conocía a su Omega en todos los sentidos y sabía que en la noche, cuando se encontraran solos hablarían del tema.

— ¿Jiminie se porta bien? Cuando el tenía 14 años siempre solía ser un cachorro muy obediente y lindo, pero cuando no le daban lo que quería, era capaz de morder a cualquier persona.

— N-no es cierto... Yo no muerdo. — Se excusó el castaño con un rubor rosa en sus mejillas, echándose más comida a la boca.

— Claro que muerdes amor, lo hiciste cuando rompí tu florero. — Kook rió suavemente, acusándolo. — Jiminie siempre se ha portado bien con todos, desde que lo conocí ha sido muy educado y amable.

— Si, en eso te doy la razón cuñado. — Respondió el hermano Park, bebiendo de la taza de té caliente. — ¿Estás comiendo bien? Te noto más delgado, será porque hace mucho tiempo que no nos vemos... — Sonrió levemente, mirando al menor de los Park quien comía con tranquilidad.

— Tengo algunos problemas alimenticios... — Murmuró Jimin. — Pero ya me estoy recuperando, solo tomo algunas vitaminas.

— Ah Jiminie, podías habérmelo dicho, a partir de ahora yo compraré tus vitaminas, ¿Si? No quiero que mi pequeño hermano gaste su dinero.

— No Seokjung, yo soy independiente y puedo gastar en mí mismo, no quiero ser una carga para ti. — Suspiró suavemente, agachando la mirada con tristeza, sin embargo sintió como una mano tibia tomaba la suya por debajo de la mesa, entrelazando sus dedos.

El Alfa mayor acariciaba la mano más pequeña para intentar tranquilizar la atmósfera tensa alrededor de su Omega, detestaba verlo decaído, eso le hacía pensar que dentro de poco podría tener alguna crisis o recaída, era por eso que desde hace mucho tiempo una de sus principales tareas como Alfa, era cuidar la salud de su pequeño.

La noche cayó  en un par de horas y con ella la despedida de los hermanos Park, quienes habían hablado sobre sus vidas pero a pesar de que la charla sea larga no alcanzarían a contar todo lo que querían, Seokjung se quedaría unos días más para conocer la ciudad y así hacerle compañía a su pequeño hermano menor que tanto extrañaba, sentía que algo había cambiado, por alguna razón ver a el rostro de Jimin con expresiones inseguras y tristes le traía un mal sabor a la boca. Algo estaba siento oculto y eso no le agradaba.

Por otro lado una pareja descansaba en el sillón mientras miraban televisión a oscuras, ambos en silencio pero apegados para así calentar el clima de la noche fría que les hacía compañía, Jimin estaba cómodo así, su mente apenas comenzaba a procesar alguna solución correcta a causa de que estaba bloqueado de algún buen pensamiento, el miedo era aún más grande, quería pensar que su hermano tendría una reacción más comprensiva por ser su familiar, pero a pesar de eso la inseguridad inundaba su ser, el daño que sus padres le habían causado anteriormente lo marcó tanto que como consecuencia solo podía pensar que todos dejarían de quererlo al no ser perfecto o cumplir los estándares establecidos para un Omega. Tenía miedo de no ser querido.

— ¿Tae ya se durmió? — Preguntó Jungkook en voz baja, llevando su mano al cabello castaño, suave y limpio que tanto amaba acariciar.

— Si, ya sabes que el ama dormir. — Una sonrisa pequeña se formó en sus labios. — ¿Te llevaste bien con mi hermano? Lamento mucho que te haya tratado así amor, disculpa.

𝑀𝑎𝑛𝑜𝑠 𝐷𝑒 𝐴𝑛𝑔𝑒𝑙 *ೃ 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛 «𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora