≛ ˚.*ೃ Thirty

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Amate tanto que no tengas que convencer a nadie de quedarse a tu lado.

Jungkook.

Cuando conocí a Jimin jamás me imaginé que terminaríamos siendo algo, me educaron con el argumento de que tenía que estar con alguien de mi nivel, tal vez incluso me pondrían algún matrimonio arreglado si no hubiera estado con Taemin al principio, pero terminé mi relación con el de manera abrupta que no le di tiempo a mi madre para reaccionar o buscar alguna segunda opción.

Le conté que mi Omega era estéril, que no tenía los estudios completos y que trabajaba en mi cafetería, se volvió una loca total, le puso adjetivos calificativos a Jimin de la A hasta la Z, yo también me enojé, no iba a permitir que volvieran a hacer sentir menos a la persona a la cual amé tanto en poco tiempo.

Le llamaron marginal, inútil, inservible, estorbo, error, a veces yo me ponía a pensar lo mucho que ha soportado mi novio y lo admiro, incluso yo no podría aguantar tanto peso sobre mis hombros, tantos estándares por cumplir y el desprecio de la gente.

Me di cuenta que amaba a Jimin cuando llegamos al límite y ambos salimos tan dañados que llegamos a un hospital, donde a él le diagnosticaron anemia y depresión, yo me auto diagnostique idiotez, fui un idiota por mucho tiempo, me había acostumbrado a estar rodeado de gente tan hipócrita y común, que el saber que Jimin era estéril me dejó petrificado, no lo tomé a mal, pero no sabía como tratarlo o de que manera actuar.

Cuando lo vi en el piso de la cocina con la nariz sangrando e inconsciente, me di cuenta de que el problema era yo al pensar que tenía que tratar con pena o indiferencia a mi Omega, porque a pesar de que le hice tanto mal, el me perdonó.

Jimin es especial, el es valiente, a pesar de que pasó por tanto rechazo, sigue luchando para superar los obstáculos que lo atormentaron desde sus dieciséis, el no dejó de sonreírme, no dejó de cuidar a Taehyung, no dejó de trabajar, no dejó de amarme.

Una noche tuvimos una cita, en la cual el me contó el inicio de su historia, clímax, y su desenlace estaba siendo escrito, el se refugió en mis brazos para ser consolado y yo lo hice, escuché su llanto desgarrador pidiendo ser amado por sus padres, pidiéndome disculpas por no ser "perfecto", el lloró tanto hasta que se quedó en un profundo sueño, esa noche observé su rostro, era tan hermoso, delicado, mirar sus pequeños lunares, su nariz fina y rosada, sus preciosos labios esponjosos y sus mejillas pulidas me hizo pensar en sí el era un ángel o no.

— Algún día se va a cumplir todo aquello que imaginas antes de dormir. — Le susurré.

El mar bañaba nuestras ganas y el sol secaba nuestros miedos.

Poco a poco el y yo hemos visto más de nosotros, en cada cita de aniversario, en cada noche de mimos y besos inocentes, cada charla, incluso cuando el se dormía y yo me quedaba viendo su rostro, conocía más de el, era mutuo. Jimin se estaba recuperando, el dolor que en un inicio lo destrozó, ahora le llenaba de coraje, las lágrimas que llovían por sus mejillas le permitieron florecer, él sonrió y cosió sus heridas del corazón, tenía cicatrices, pero eso lo hacía aún más hermoso y perfecto.

Le pregunté a la Luna que hice para tener a un tesoro como lo era el para mi, después dejé de preguntar y cuestionar, solo prometí que lo cuidaría más que a mí mismo, también en mi próxima vida.

Hoy empezaba mi celo, la verdad era de que ya había empezado hace unas horas, pero no quería molestar a mi pequeño, después se hizo fuerte y vaya que me estaba conteniendo para no empezar yo solo a masturbarme, lo esperaría a él. Cuando el timbre sonó corrí a abrirle la puerta, sabía que mi aroma estaba en cada rincón y las feromonas salían cada vez más, la verdad no podía controlar eso y el me prohibió tomar supresores hoy, dijo que no quería ver a su Alfa con químicos.

𝑀𝑎𝑛𝑜𝑠 𝐷𝑒 𝐴𝑛𝑔𝑒𝑙 *ೃ 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛 «𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora