Momentos [II]

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Un cielo oscuro, sin apenas estrellas
Con frío, y tan sólo el sentimiento cubriendo mi cuello.
Doy vueltas, miro el reloj e intento comer algo,
nada ni nadie puede entender mis nervios, ni si quiera el donde quiera que esté.

Llaman al timbre, y me comienzan a temblar las piernas.
Me sumo en un trayecto que parece eterno, donde comparto palabras que desaparecen a cada kilómetro que avanzamos.

Y es entonces cuando llegamos a nuestro destino.

Miro al cielo que está cubierto de estrellas, algunas, más brillantes que otras.

Bajo mi mirada, el campo y su linterna me reciben.

No soy capaz de articular ninguna palabra y entonces llega la primera sorpresa de la noche.

¿Esto es?
Mi garganta explota.

Me vuelvo a sentar, cuando llega la segunda.

¿Esto es lo que se siente?
De mis ojos salen lágrimas.

¿Estará viendo esto desde arriba?

Cinco minutos pasan que por suerte nos dan victoria, nos abrazamos todos y me siento como en casa.

Y conforme el día acaba, y vuelvo al punto de partida, me quito el sentimiento del cuello, y espero, que esta sensación me envuelva a partir de hoy, hasta poder volver allí.

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