03. Puedo hacerlo con el corazón roto

1.5K 85 21
                                    

Cuando reaccioné a causa de mis acciones, ya era tarde. Ahí estaba Max observándome con todo el enojo acumulado en los ojos, pero a los segundos, fue reemplazado alegría y confusión, sin embargo, mi expresión fue la misma, por dentro ya había muerto, pero me quedé sin mostrar expresión alguna, hasta que me giré para ver nuevamente a Horner y le sonreí con incomodidad.

– ¿Qué ocupas Max? – volvió a preguntar Horner sacando de sus pensamientos al holandés.

– Quería preguntarle a Atenea si pudo alcanzar a la asistente de Alpine, parecía que corría una carrera detrás de ella – Max rio y Horner junto con él, yo apreté la mandíbula con enojo.

– Max pasa por favor – Horner indicó.

– ¡No! – protesté alterada, pero volví a recobrar la compostura. – ¿Qué? No creo que sea necesario quitarle tiempo al campeón mundial, se ve muy ocupado – me apresuré a decir.

– En realidad, tengo mucho tiempo libre – Max se sentó en la silla que estaba a mi lado y me sonrió con malicia.

Su presencia provocaba que mi piel se erizara, incluso cuando lo tenía a 1 metro de distancia. El olor a perfume que inundó la habitación me hizo sentir embriagada, en cualquier momento podría desmayarme y fácilmente podría culpar a la falta de alimento en mi cuerpo, pero internamente sabía que el único responsable sería Max Verstappen.

– Prosigue Atenea – me ordenó Horner.

¿Qué tipo de tortura era esta?

– Si – dudé. – ¿En qué me quedé?

Horner soltó un suspiro de cansancio y Max rio.

– En tu reunión con Otmar.

– Un desastre, por cierto. Pero, la razón principal es que como jamás confirmé si continuaría en Red Bull, tenía que explorar otras opciones – suspiré. – Específicamente, McLaren y Alpine son esas opciones.

– Williams, me cuesta comprender tu lógica – Horner habló.

A fin de cuentas, ¿Qué podía opinar él? Él no era quien tenía el corazón roto.

– Creo que debiste haber venido primero, porque no tengo la intención de quitarte tu trabajo, a menos de que realmente ya no desees continuar.

– ¿Y qué hay de Victoria? ¿No regresaría está temporada?

Max escuchaba sin decir palabra alguna.

– Ella podría no volver Atenea. Es por ello que el puesto seguía ocupado por ti. Y si no lo hubiese estado, ya tenía un plan b.

Mis ojos se llenaron de lágrimas involuntariamente, no podía creer que Christian Horner tenía un plan especial para mí, la novata, sin experiencia que había abordado el avión de Red Bull tarde; el teléfono del jefe sonó sacándome de mis pensamientos y cortando de golpe mi nostalgia.

– Dame un segundo y voy para allá. Si, sólo déjame terminar una reunión. – Silencio. – Maldita sea, ya voy. – Colgó y nos observó. –  Adrian necesita que vaya al garage, Atenea, ¿Puedes esperarme?

– Puedo volver más tarde o mañana, no tengo prisa – sugerí.

– Ese no es el problema, la razón es que necesito cerrar el asunto contigo. Piensa en lo que te dije y dame una respuesta cuando vuelva.

El hombre se puso de pie, imité su acción para seguirlo a través de la puerta, pero Max fue más rápido, al momento que Christian salió por la puerta, él la cerró en mi cara.

– ¿Qué demonios haces Verstappen? – intenté abrir la puerta, pero evidentemente Max era más fuerte que yo, y el enojo no hacía más que debilitarme.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Treacherous | Max Verstappen [Gorgeous Part II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora