4-Que extrano todo

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- No es un poco absurdo que tengamos que ir a comunicarlo todo y luego si eso volver?-dije algo nerviosa -Es verdad, de acuerdo, ¿entonces empezaremos con las clases?-digo Michael, el de tecnología llevándose con él a su aprendiz.
Daniel, el de defensa sin armas,también se llevó a su aprendiz con el, yo de mientras observaba nerviosa a el que iba a ser mi profesor, a Kelvin, el cual me lanzo una flecha ahora que lo recuerdo, esperó no ser muy mala en el tiro con arco.
-Buena suerte- dijo Janire y se fue con Sean.
-¿Entonces empezamos con el entrenamiento?- pregunté un poco temerosa.
-Si, vamos a buscar las flechas y los arcos- dijo el relajado.
Y así lo hicimos.
Ya con el arco y la flecha en mis manos, tenía que darle a un punto en un árbol, Kelvin quería probar mi puntería.
Tiré la flecha y dio bastante por arriba del punto, pero tenia tres intentos más para acercarme al punto. Las dos siguientes se acercaron pero no lo rozaron ni de cerca.
-¿Por qué escogiste tiro con arco?
-Pues porque la tecnología no me gusta, las alturas me dan miedo y la defensa sin armas se me da peor que esto- dije con voz segura aunque estaba temblando por dentro.
-Vale, vamos a tener que entrenar mucho, se ve que no eres muy buena, pero mejorarás de eso estoy seguro.
-Gracias, por tener mas esperanzas en mi
-Venga, vamos a seguir entrenando, ponte ladeada, sube el arco, estira para atrás la fecha, sube el arco a la altura de la cara y mira muy bien donde esta tu objetivo, y después tira- dijo hablandome en la oreja cada palabra con su espacio y agarro mis brazos colocandome tal como el me había dicho.
Tire y milagrosamente la flecha casi da en el blanco, pero no llego a tocarlo.
-Muy bien has mejorado-dijo el y sus palabras me animaron muchísimo.
Venga yo puedo, pensé.
Hice todo lo que me dijo, la primera flecha casi roza el blanco, la segunda quedo aun más cerca y la tercera...
-¡Si! ¡Le di! ¡Bien!- estaba saltando de la alegría, parecía una niña pequeña.
-Vale, vale muy bien no te alegres tanto, vuelve a intentarlo a ver si te vuelve a salir- dijo el con un amago de sonrisa y apoyo su cabeza en mi hombro cerrando un ojo fijándose en la flecha.
-Vale, pero es que me hizo ilusión haber dado en el blanco-gire mi cara mientras se lo decía, su cabeza encima de mi hombro me estaba poniendo algo nerviosa.
Tiré flechas como por media hora mas y solo diez dieron en el blanco, estaba mejorando pero tenía que hacerlo mejor.
-Vale, vamos a dejarlo por hoy, tienes que mejorar, pero lo has hecho muy bien, ya puedes ir a la cabaña y decirle que eres la capitana a tus compañeros.
Hice lo que me dijo y fui a la cabaña.

Narra Janire.

Sean se dirige a un lugar precioso, lleno de árboles y al lado un río, por el cual se puede pasar fácilmente al tener unas piedras tan grandes puedes ir saltando de roca a roca asta llegar al otro lado del río.
Los árboles parecían tener ramas largas.
-Te traigo aquí, creo que se te dará bien, eres la única que conozco que se a subido en la habitación hasta la última rama, así que entrenaremos duro por tu valentía - me digo Sean, yo la verdad es que no se por que me subí, bueno si lo se, para disimular y acoplarme en la cabaña, era el único sitio que estaba libre, no lo hice por valentía, y ahora el me traía a un sitio tan bonito para entrenar duro.
- Vale, ¿Cómo quieres empezar?- le mire esperando alguna respuesta y de repente le veo agarrado a una rama y pasando por otra, subiendo a otra y pasando al otro lado del río con ayuda de las ramas.
-¿Qué? ¿No puedo pasar por las piedras? Para algo están -empecé a reír levemente y pase por las piedras mirándole el cual se empezó a reír y en seguida soltó un discurso de los suyos.
-Venga, pues ahora ya que as estrenado las piernas pasa hacia el otro lado por las ramas, sabes que tenemos que entrenar muy duro, nos lo tenemos que tomar todo más en enserio, venga rápido, vasta de tonterías y bromas, seamos serios -apoyo su mano en mi hombro y me gire un poco mirándole
-Vale, lo haré, pero están muy separadas las ramas, ¿Si me caigo a este río no me haré daño no?-empecé a reír y enseguida me puse algo más seria, me agarre a una rama, estaba demasiado arriba para mi,al final subí en ella notando sus manos agarrando mi cintura haciendo fuerza hacia arriba para ayudarme a subirme, me subí y me senté en la rama mirándole y le acerque mi mano
-Gracias, ¿subes?-yo no podía dejar de sonreír, el empezaba a ser como un hermano para mi en estos momentos, me llegaban miles de recuerdos y uno de ellos malísimo, mi sonrisa desapareció .
Mi hermano pequeño subiendo en una rama al no agarrarse bien callo y ya no supe nada más de él, se lo llevaron al hospital y no me dejaron ir a verle.
-De acuerdo- Sean agarro mi mano subiéndose conmigo a la rama y poso su mano en mi pierna- ¿Te pasa algo? ¿Por que no sigues subiendo en las ramas? ¿Por que te paras?
-Sean, esta todo bien, solo son recuerdos
-¿Malos? Janire, Si quieres podemos dejar el entrenamiento para mañana, o si te encuentras mejor para esta tarde.

¿Y si nos escapamos? (Wattys 2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora