2-Nos vemos luego

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-Tengo una idea- dijo Janire - Los uniformes se entregan hoy, entonces si queremos sobrevivir lo que tenemos que hacer es hacernos pasar por dos de las nuevas.

-¿Tu crees que asi podremos averiguar que es esto?

-Puede, pero lo que pasa es que esto es peligroso, pero yo tambien tengo ganas de averiguar porqué estamos aquí
En lo que estábamos hablando vimos que llegó un camión y miles de chicas corrieron a por sus uniformes, como si fuera un día de las rebajas en el que todo esta tirado de precio.

-Esos deben ser el camión de los uniformes, vamos.Los uniformes, vamos- dijo ella

Silenciosamente fuimos hasta el camión, con esto se entiende que no fuimos chillando como si fueran las rebajas.

Cogimos un par de uniformes, que consistía en un simple pantalón negro, una camiseta y una chaqueta también negra, todo muy simple. Cuando nos cambiamos, y fuimos a reunirnos con los nuevos.
Entre todos los que estábamos allí éramos como unos cien o ciento cincuenta, todos sabían porque estaban allí,menos Janire y yo
Por lo que no podíamos preguntar nada, estábamos solas ella y yo, aunque no la conocía sino de hacia un par de horas me tocaba confiar en ella, y la verdad es que no me parecía que ella me fuera a fallar, por lo que estaba tranquila, no del todo pero lo estaba.
De repente llegaron Sean y Kelvin.

-Hola, bienvenidos, vosotros sois los nuevos, a partir de ahora tenéis que hacer todo lo que se os diga, cumplir las normas y no abandonar por nada, sino podéis pasarlo mal, pero si lo hacéis bien podéis tener muchas recompensas- dijo Kelvin.

-Ahora iréis a las cabañas a ducados y descansar, mañana a las seis y media se os despertara y tenéis quince minutos para vestiros e ir a desayunar, para desayunar tenéis media hora y luego comenzaremos con las prácticas, ahora iros, escoged vuestros compañeros de habitación y también la cabaña en la que dormiréis, buenas noches, ya os podéis retirar- dijo Sean

Mire rápidamente a Janire la cual miraba las cuatro cabañas de las chicas, con mucha atención.

-Janire, no entiendo como va esto-ella agarro mi mano y miro mis ojos.

-Creo que se como va esto- Ella parecía segura de si misma.

-Vale, perfecto, ¿Cómo hacemos?

-Irene, hay cuatro cabañas, solo cuatro, creo que nos tendremos que separ-
Ya decía yo que no podía confiar en nadie, que en seguida te la clavan, la verdad es que no quería juzgarla, seguro que ella estaría haciendo lo mejor por nosotras, así que afirme y me dirigí a una cabaña, a la primera que vi cabizbajo baja pensando en lo que podría pasarme de ahora adelante, todo esto era muy nuevo para mi, era una experiencia demasiado nueva a la que me iba a enfrentar sola.

-Irene, ¡espera! -al escuchar que Janire me llamaba me gire mirándola, ella me señalaba una cabaña, la cual estaba situada al lado izquierdo de la que yo iba a ir, una sonrisa apareció en mi rostro al notar que ella se estaba preocupando por mi y seguí mi camino hacia aquella cabaña.
- Janire, ¿aquí a las 23;30 vale?
-Claro Irene, luego nos vemos- al escuchar sus palabras me empecé a sentir otra vez algo más segura, así que sonreír levemente y entre en esa cabaña que me había señalado Janire, la cabaña era asombrosa, enorme pero a la vez era pequeña al estar tantas personas dentro, era como que me sentía encerrada, que yo supiera no tenia miedo a los espacios cerrados así que me relaje y me tire en la cama mirando las estrellas, ¿mirando las estrellas?, pues si, la verdad es que no había techo, cosa que era raro, pero a la vez era verdad. Me vino a la mente que no pude salir por el muro transparente, así que no le di más importancia y cerré los ojos.

¿Y si nos escapamos? (Wattys 2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora