Inexpicable

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Una morena iba de la mano hacia el instituto con un rubio, él le contaba sus historias mientras ella solo asentía y le sonreía, aunque no e respondiera él sabia que a ella le encantaba escucharlo, que nunca se cansaría.
Una voz interrumpió si marcha haciendo que los dos se pararan y miraran hacia atrás, era Sakura acompañada de Sasuke, Hinata los miró y cuando sintió la mirada del ojinegro en sus ojos decidió mirar al suelo.

-.Naruto, te llevabamos llamando un buen rato-. Dijo Sakura suspirando con molestia, ese chico era increible, suspiró con pesadez y con una gran sonrisa se volteó hacia Hinata-. Hola Hinata, ¿Qué tal?-. La nombrada la miró un poco sonrojada, se había quedado tan embobada mirando al suelo para no mirar a Sasuke que ni siquiera había reparado en Sakura.

-.Hola Sakura-chan, bien, justo ahora Naruto me estaba contando como ganaron el partido de ayer-. Hinata sonreía dulcemente.
-.¿No fuistes a verlo Hinata?-. la morena negó con la cabeza, no quería tampoco que le preguntara por qué no fue, no le gustaba mucho el futbol.

-.Teme, ¿Qué tal tu pierna? ayer te patearon bien-. Dijo Naruto intentando cambiar de tema, le molestaba que su novia no estuviese ahí para animarlo en los partidos.

-. Bien dobe y no me pateron, me pateastes-. Dijo el monero molesto, Sakura reía divertida mientras los dos seguían discutiendo sobre el partido pero Hinata miró a Sasuke tenía curiosidad, pero no era buena idea preguntarle que le había pasado.

Siguieron caminando hacia el instituto, Sasuke y Naruto discutiendo y Sakura riendo, no entendía por qué, pero siempre que el moreno aparecía se sentía incómoda.
Antes de que se diera cuenta tenía al rubio mirándola sonriente, ella le devolvió la sonrisa.
-.Hinata, hoy tengo entrenamiento, adelántate luego ¿Vale?-. Dijo Naruto mientras que con su mano se arrascaba la nuca, le daba apuro dejar a la chica sola-. Siento que tengas irte sola Hinata.
-. No pasa nada Naruto-kun-. amaba como se preocupaba por ella.
Sasuke mientras su novia le contaba los cotilleos de sus amigas, él no la estaba escuchando, no la apetecia escuchar eso, sus ojos se dirigieron al cuerpo de Hinata, como su pelo largo y lacio se movía al compás de sus caderas al andar, sentía como se le iba la sangre del cerebro esa chica era increible, podía ponerlo en ese estado con solo una mirada.
-. Naruto-kun, como te da miedo que vaya sola, ¿Quieres qué te vaya a ver al entrenamiento?-. Sasuke miró un poco asombrada a la chica, no le gustaban los deportes y mucho menos el futbol. Sin embargo Naruto la miraba feliz por fin había conseguido que Hinata lo fuera a ver.
-. Claro que si Hinata, dattebayo-. Hinata le sonrió dulcemente-. pero, ¿No te importa ir con Sasuke? él hoy no puede entrenar pero lo hacen ir a ver, así él te podría cuidar mientras estoy entrenando.- Hinata y Sasuke se miraron casi automáticamente, eso sería un gran error, pero no se podrían negar o el rubio y la pelirosa sospecharían de algo.
-.A-a mi no me importa Naruto-kun ¿Uchiha-san, a ti te molesta?-. Preguntó Hinata sin mirarlo, no quería perderse en ese mar negro, Sasuke dio media sonrisa, esa chica era muy astuta.
-. No me importa-. Dijo simplemente, su novia se había agarrado a su brazo y sonreía, ella hoy tenía prácticas de atletismo con Tsunade, no podría ir a verlo, en cierto modo le asustaba estar a solas con la Hyuga pero si no le quedaba otra no se quejaría.

Las clases acabaron como siempre y se estaban llevando a cabo los entrenamientos, el chico y la chica estaban sentados bastante alejados, pero aún así se daban algunas miradas, las de ellas discretas, las de él completamente directas.
-. Hyuga-. Dijo el chico, la nombrada lo miró esperando a sus palabras-. No me gusta esto.
A Hinata no le hacía falta preguntarle de que se trataba, sabía perfectamente de que hablaba.
-. A mi tampoco Uchiha-san, pero...-. calló para mirar esos ojos, los dos se perdieron en los ojos del otro-. no se puede evitar, lo mejor que podemos hacer es ignorarnos como siempre.- dijo después de romper el contacto visual.
-. Si, es lo único, porque no hay sitio en mi vida para esto y mucho menos en la tuya.- Hinata lo miró dandole la razón.
Con esto ya todo estaba hablado y decidido, pero ni ellos ni nadie sabría lo que iba a pasar en el futuro.

En el amor todo lo valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora