Lo que mal comienza mal acaba

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Estaba fuera de su casa, llovía y solo llevaba una camiseta fina y unos pantalones, Hinata miraba al suelo aguantando las lágrimas, otra vez había discutido con su padre, no entendía como podía rechazarla de tal manera, la discusión había empezado por llegar tarde durante los días que Naruto tenía entrenamiento, luego siguió con que sus notas habían bajado, luego los insultos y las protestas de su padre al estar con el chico Uzumaki, al final de todo la había hechado de su casa por ese día.
Las últimas palabras de su padre fueron: Cuando recobres un poco la cordura vuelve, hasta entonces, vete de aqui.
La chica enfadada salió de casa sin dinero y sin llaves y cuando fue a un parque empezó a llover, haciendo que la chica empezara a correr hasta quedar debajo de un portal, después de pensar en todo la chica empezó a llorar, hundió su cabeza entre sus piernas y empezó a sollozar.
Justo en ese momento pasaban dos chicos corriendo, uno rubio y otro moreno, acaban de salir del entrenamiento y volvían a sus casas lloviendo, el rubio se detenió al escuchar los gemidos lastimeros de una chica, esa voz le recordaba a alguien.
-. Oi, Sasuke ¿No te suena esa voz?-. El moreno asintió, claro que le sonaba no era la primera vez que la escuchaba, era la voz de Hinata, más de una vez la había visto llorar, aunque siempre pasaba de largo no quería involucrarse demasiado con ella, miró a los alrededores y la encontró sentada, Naruto en cambio miraba al lado contrario de donde estaba, que idiota era.
-. Naruto, es Hinata-. Naruto se dió la vuelta alarmado mirando a su mejor amigo, el moreno giró la cabeza en dirección a la chica, Naruto nada más verla salió corriendo hacia ella.
Asustado se acercó a ella, nunca la había llorar-. Hinata, ¿Eres tú?-. La nombrada miró al rubio y se horrorizó, él no podía verla en ese estado, cualquiera menos él, no soportaría tener que contarle los problemas de su familia, al pensar en todos los problemas que le causaría al rubio volvió a llorar con más fuerza, Sasuke la miraba pasivamente, dentro de él nacia un deseo de abrazarla y que llorara en su hombro pero él no tenía permitido hacer eso y mucho menos ella, se acercó a la pareja, cogió a la chica del brazo y la levantó, mientras Naruto miraba a su amada asustado, el no tenía experencia en situaciones como esa.
-. Naruto-. miró al moreno esperando sus palabras-. Debemos llevarla a otro lado-. Hinata entre lágrimas miraba al Uchiha, era la primera vez que quería ayudarla, pero la verdad, le daba igual, dentro de ella sólo había espacio para el rubio.
Naruto asintió y así, los tres empezaron su marcha hacia el departamento de Naruto.
Ya dentro, Naruto le dejó ropa a Sasuke y a Hinata, los cuales se turnaron para entrar en el baño y cambiarse, la chica seguía con los ojos hinchados de tanto llorar y Naruto la miró ansioso por saber que le pasaba a la chica, Hinata lo miró con tristeza, nadie y menos él podía saber los problemas que había en su casa.
-. N-no es nada Naruto-. Dijo medio afónica por haber pasado horas llorando.- Solo discutí con mi padre, ya sabes que soy muy sensible-. la chica sonrió, Naruto asintió más calmado y la chica pudo estar en paz, sin embargo hubo alguien que los miraba y sabía que la chica mentía, había mirado tantas veces sus ojos que sabía perfectamente en que estado se encontraba la chica, y en ese momento no se encontraba para nada tranquila.
-. ¿Entonces ya estás bien?- preguntó Naruto con una sonrisa, Hinata asintió-. Me alegro, chicos, ¿qué os parece si me acerco al supermercado de abajo y compro cosas para cenar los tres?-. Se iban a negar, no querían estar solos, no sabían lo que podría llegar a pasar, pero antes de que alguno dijera alguna palabra el rubio ya se puso su chaqueta, cogió un paraguas y salió de la casa.
La chica se encontraba sonriendo falsamente, no quería ponerse a llorar delante del Uchiha, él, en cambio la miró molesto, estaba harto de su fachada de chica feliz.
-. Deja de mentir, me tienes harto-. La chica lo miró asombrada, mientras el chico se asombraba de sus propias palabras a èl personalmente le daba igual esa chica.
-. ¿A qué se refiere?-. Dijo Hinata mirando al suelo con seriedad, el no era nadie para decirle esas palabras, el chico se enfadó aun más con ella, tenía el descaro de preguntar.
-. Con el idiota te habrá servido-. Se miraron a los ojos, los de él enfadado los de ella rabiosos-. Deja de decir que estás bien, no me lo trago, si quieres llorar entonces llora, pero no lo engañes-. La chica sintió que sus ojos escocían de la rabia.
-. Lo miento para protegerlo, tu no sabes lo dañina que puede llegar a ser mi familia, ¡si le miento haciendole creer que estoy feliz es por que le quiero y no quiero causarle problemas!-. Dijo la chica empezando a llorar otra vez, se dejó caer en el suelo, con la mirada perdida, Sasuke no lo aguantó más, por una vez, no le haría caso a su sentido común.
Llegó y la cogió de los hombros y la giró hacia él, la chica asombrada lo miró a los ojos y después sintió como su cuerpo era rodeado por esos fuertes brazos.
-. Sólo por esta vez, romperé nuestro trato-. La chica asintió, esto es lo único que necesitaba, un abrazo, y para que negarlo, en los brazos de aquel chico se sentía más segura que nunca, en ese momento no había ningun deseo, sólo había una extraña complicidad de uno con el otro.

En el amor todo lo valeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora