𝐁𝐲 𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐞𝐚𝐤𝐲 𝐛𝐥𝐢𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬
Este es un pequeño espacio para aquellos fanáticos de los peaky blinderes, así que si os apatece entrar a leer historias sobre ellos adelante, sois bienvenidos.
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Todavía seguía lloviendo a la mañana siguiente, así que Alfie y tú fueron a la panadería. Os detuvisteis en tu apartamento de antemano para que pudieras cambiarte de ropa y abrigo. No hablasteis mucho durante la corta trayectoria hasta el trabajo. Tu comiste algo del pastel que Evelyn preparó para ti. Alfie no comió nada.
La noche anterior parecía febril. Ambos actuaron fuera de lugar. Te derrumbaste, sin miedo a parecer vulnerable. Él te había consolado y no te interrumpió ni una sola vez. El tiempo diría si volverían a la normalidad ese día. Después de todo, Alfie había matado a tu marido. Fue desconcertante para ti. Sabías que la reacción adecuada sería correr. Pero nunca se te pasó por la cabeza.
Miraste sutilmente al gángster. Estaba concentrado que se deslizaba por la ventanilla del coche y no se dio cuenta. El ala de su sombrero se inclinó un poco hacia abajo, cubriendo sus ojos con una sombra. Con su cabeza en ángulo, podías ver su perfil. Se había arreglado la barba recientemente y podías ver la cicatriz desnuda que bajaba por la mejilla derecha. Lo habías notado antes, pero era mucho más prominente cuando él mantenía su vello facial más corto.
Estabas preocupada. No tenías miedo a preguntar, a Alfie no le importaría. Tenías más miedo de lo que la causó. En la línea de trabajo de Alfie, podría haber sido cualquier cosa.
Al auto se detuvo y Alfie salió de sus pensamientos, en cambio tú desviaste la mirada para que él no se diese cuenta de que lo estabas observando.
"Cuidado, habrá jodidos charcos por todas partes." Dijo mientras sala del auto.
Saliste y abriste el paraguas que habías traído. Alcanzaste a Alfie, bordeando los charcos de barro.
Alfie empujó las pesadas puertas laterales, permitiéndote entrar primero. "Buenos días Ollie". Saludó al joven que esperaba en la entrada.
Tú en cambio cerraste el paraguas y lo sacudiste cerca de la puerta, lo apoyaste contra la pared para que se secara.
"El señor Sabini está aquí". Dijo Ollie con cautela.
El rostro de Alfie cambió visiblemente. Su frente se arrugo y su bigote se crispó. "Amigo, voy a necesitar que me digas eso otra vez porque pensé que te escuche decir..."
"Tienes una cita con el señor Sabini." Interviniste en la conversación. Te quitaste el abrigo y casualmente levantaste las manos para arreglar las horquillas en el pelo.
Él inclinó la cabeza hacia un lado y sus ojos se posaron en ti. "¿Eh?"
"Te lo dije ayer". Dijiste encontrando su mirada. "También se lo dije a Ollie para que lo supiera".
