Capítulo 20.

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15 de febrero de 2026.

Miércoles.

11:24 a.m.

Los Ángeles.

Downtown Los Ángeles, centro de Los Ángeles.

Lilith Brown.

¿Qué carajos estaba pasando?.

Mis oídos se bloquearon completamente por los disparos que pasaban por nuestro lado, instintivamente agarre mi bolso para agarrar la Beretta 92 que este escondía en un bolsillo oculto. Después de haber verificado que el arma este cargada volteé a ver a Seth, quien conducía mientras hablaba por teléfono con Zeus en altavoz, me esforcé para recuperar mi audición y poder escuchar.

-¡¿Quiénes carajos son?!.- fue lo primero que escuché al recuperar mi audición.

-Creemos que vienen de parte de Los Vivaldi, hermanito.-escuché a Osiris a través del teléfono contestándole a su hermano.

Seth estaba por contestarle pero vio que tenía mi arma en mano.

-¿De donde sacaste esa Beretta, Bella mía?.-preguntó con una sonrisa en su rostro.

-¡¿Lilith se encuentra bien?!.-se escuchó a los hermanos Smith gritar por el teléfono todos al mismo tiempo.

-Estoy bien, Mis Smith.-dije por el teléfono. Se pudo escuchar como todos suspiraron aliviados.

-¿Que planeas hacer con esa Beretta, Amore mío?.-me preguntó Mi Osiris con curiosidad desde atrás mientras trataba de mirar por el espejo trasero, completamente roto, sin que le disparan.

-Planeó usarla en ellos, Mi Osiris.-dije con una sonrisa para luego quitarme el cinturón de seguridad y poder tener más movilidad.

-Ten cuidado, Pupa mía.-dijo Poseidón a través del teléfono, hablaba de parte de todos sus hermanos.

-Lo tendré, tranquilos.-dije para luego sacar la mitad de mi cuerpo por la ventana preparada para atacar.

Carajo.

Podía ver como toda la gente corría a esconderse en negocios y tiendas más cercanas mientras gritaban asustados por los disparos.

Enfoque mi atención en la camioneta negra que nos perseguía y era la causante de los disparos, apunte con mi arma y empecé a disparar, logré darle la mayoría de veces. Después de unos dos minutos de empezar a disparar, ellos devolviéndonos los disparos, sentí como una metralleta se disparaba desde nuestro auto. Era Mi Eros. 

Pude ver como tenía una sonrisa en todo su esplendor mientras disparaba junto a mi desde la parte de atrás del auto. El me dedico una sonrisa y me guiño el ojo para luego seguir disparándoles a las personas que nos perseguían, en medio de esa guerra de disparos Seth me grita algo a tiempo:

-¡Lilith sostente!.-me gritó Seth antes de dar vuelta en una esquina haciendo que las personas que nos perseguían, estando ocupadas tratando de esquivar nuestros disparos, derrape y terminé volcándose y rodando por la calle haciendo que autos que venían conduciendo por esa calle frenen abruptamente para no chocarse con su auto.

Embocé una gran sonrisa para luego meterme al auto completamente, Seth me miraba sorprendido y Eros; Eros se estaba riendo como un desquiciado y como un maldito psicópata mientras se recostaba en mi asiento para verme.

-Eres increíble, Amore mío.-dijo sonriendo como si no hubiera un mañana.

-Me sorprendiste, Bella mía.-dijo Seth con cara de asombro mientras conducía hacia un edificio y entraba al estacionamiento.

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