El Harén de Astro: KONOSUBA

3. Capítulo Intermedio que no aporta nada

Astro se despertó oliendo a alcohol y con la cabeza entre las tetas de Aqua. Ella le tenía abrazado con los brazos y las piernas como un peluche enorme y probablemente se estaba babeando la muy pelotuda.
Tras las fracciones de segundo que le costó darse cuenta de que estaba despierto, inmediatamente aprovechó la oportunidad para agarrarle las nalgas.
Loco.
Eso fue.
Uno de esos momentos en la vida en que te acuerdas de todo lo que has sufrido y lo que has pasado y dices "Valió la pena."
Que nalgonas. Que suavecitas, pero qué firmes. Que forma tenían. No había una gota de grasa más de la necesaria. Un culazo de diosa.
Aqua empezó a hacer soniditos de hentai mientras dormía porque como hablamos antes Astro es masajista profesional y cuando agarra unas nalgas le entran flashbacks de cuando sacó su licencia.
¿Mencioné que no llevaba panties? Astro consideró agarrarle el flan pero no quiso aprovecharse tanto de ella mientras dormía. La abrazó por la cintura, como si la estuviera cuidando, apoyó la cabeza de ella en su hombro y se echó a dormir un rato más.

Aqua se levantó de la cama con los cachetes rojos. No inmediatamente, claro. El renglón entre este párrafo y el anterior significa que pasó un rato. Pero cuando se despertó y se acordó de lo que había hecho ayer se puso colorada.
—Yo... ¡una diosa! Hice una cosa como esa, ah...
—A ver, francamente creo que eso estuvo más divino que emborracharse con cerveza barata.
—¡Ah! ¿Estabas despierto? —Aqua se levantó e inmediatamente empezó a abotonarse la camisa.
—Llevo mirándote dormir un rato. Te huele full rico el pelo, ¿sabes? ¿Puedes ser mi almohada a tiempo completo?
Aqua dudó por un segundo. —... ¿Me vas a pagar?
—Cero dignidad, loco — Astro se levantó y fue a ponerse los pantalones. Astro dormía siempre en calzoncillos pero eso no impidió que Aqua intentara mirarle la Excalibur. Y normal, hombre, que es la diosa del agua, no del pinche hielo.
—¿N-N-No me habrás hecho nada anoche que no recuerdo, verdad?
—Me serviste un decilitro de agua fresca entre tus tetas.
—¿¡Por qué lo dices así!? Y espera, ¿cómo que agua?
—Se convirtió en agua en cuanto te tocó. Boba, ¿se te olvidó una de tus características de personaje más importantes?
Astro se escurrió detrás de Aqua y le agarró una teta. Ella como que no quería y se echó a un lado, pero la agarró de la cintura y le dió un besito detrás de la oreja. Aqua perdió la fuerza en las patas y se le derrumbó encima.
—Podría haber sido jarabe para la tos y aún así te hubiera lamido entera, así que ni cojas lucha. En fin, venga, alístate que tenemos cosas que hacer.
Aqua recupero la compostura un momento después.
—¿Quién te dió permiso de andarme manoseando, eh? Carajo, pensar que... — Aqua seguía avergonzada por lo de anoche— ¡Aaaaaa! ¡Voy a dejar la bebida!
—¿En serio? — Astro se viró, incrédulo.
Aqua dudó. Lo miró de arriba abajo. Todos ustedes son hombres así que no describiré mucho y diré que el Astro estaba mamadísimo.
—Nah, cómo crees. O sea, jode que te aproveches de mi, pero no es para taaanto...
—Ah, nuevamente, vivimos en una sociedad.

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El chiste es que por ser guapo se te permiten hacer cosas que si fueras feo no te dejarían.
Es la vida, gente. Por suerte en el 2022 tenemos  gimnasios y cirugía plástica.
*/

—¿Qué? ¿Tengo que trabajar?
—Pues sí, hasta donde sé no vivimos en la URSS.
—¿La qué?
—La Uwunión Soviética.
—Ah, ¡los que hicieron el vodka!
—Te diría por qué no es correcto eso, pero el borracho de la familia es mi tío, no yo.

Aqua estaba un tanto contenta hoy. Un tanto más suelta, y un tanto menos apingante, también.
Astro se hacía un par de ideas de por qué, pero no tenía intención de preguntar.

—Meh... En fin, ¿qué misión pillaste?
La Diosa del Agua se había quedado sentada mirando los pajaritos mientras Astro intercambiaba papelitos con Luna.
¿Cómo logró nuestro héroe que se quedara tranquila? Obviamente le pagó una bebida. Exacto: Aqua se estaba portando bien porque sabía que si lo hacía, el bobo de Astro le compraba cosas.

Poco sabía de que la boba era ella y de que la estaban entrenando como a un animalito...

—Ni puta idea. Estaba muy ocupado mirándole las tetas a la rubia.
—Bruh — el buen humor de Aqua se partió como un cristal. ¿Celosa, quizás? — Argh, dame eso.

Nuestra diosa culona favorita casi que le arrebató a Astro el trozo de papel que traía.
—"Eliminar específicamente cuarenta y dos Ranas Mamadísimas." ¿Qué? ¡Eso suena a que da miedo, Astro! No planearás poner en peligro a una diosa como yo, ¿verdad? ¡Eh!
—Tranquila. El único monstruo que te va a comer... soy yo.
Aqua fue a responder algo muy arrogante, pero se puso rojita y se escondió.