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21 de Marzo de 2043

Hoy era inicio de primavera, lo sé porque todas mis flores hoy decidieron salir de sus pequeñeces brotes. Observo el número dentro del calendario.
Hace una semana que empezaron los exámenes para conocer si alguien es Alfa, Beta o un Omega.
Algo dentro de mi sabia que pertenecía a los Omegas. Supongo que mi instinto habla por mí.
Vuelvo a checar mi rostro en el espejo para salir, observo mis pecas que invaden mis mejillas. Un chico pecoso con pelo verde, todo un rebelde.
Hoy me tocaba el examen a mí.
Quede de verme con mi maestro All Might, que desde que mi padre huyó de casa siempre había estado apoyándome. Y más en estos casos que al día de hoy sigue dando temor ser un Omega.
Ser abusado, asesinado solo por ser.
De pensar lo que se me vendría encima me daba escalofríos. Pero debía ser fuerte mientras encontraba a mi Alfa que me complementará. Un sueño desde pequeño que con mis fuerzas lo cumpliré. Buscaré por cielo, tierra y mar si fuera el caso.
Estoy a unos minutos de llegar al lugar citado cuando una fragancia de vainilla me hace distraer mi dirección.
Un chico rubio. Acompañado.
¿Era mi destinado? No lo creo, aún ni siquiera he tenido mi primer celo.
Sigo inhalando ese delicioso aroma, me gusta mucho. Quiero acercarme, pero el ver que esta acompañado me frena.
¿Tiene a alguien más?¿No me espero a mi?
Ve
Sin más doy paso a su dirección.
-Disculpen... es..es.. te..tendrán.. su.du. hora?
-Oh no te preocupes- saco su celular del bolsillo el chico de lado con cabello rojo. ¿Que tinte usaba para que se viera tan real?
Quisiera quitarme por un día el verde en mí.
-Son las 13:45
Asenti sin apartar la morada del rubio.
-¿Qué me ves, nerd?
¿Me veo como un nerd? Ni uso lentes.
-Una disculpa por mi amigo, él es Katsuki, y yo soy Eijiro. Y tu?
-Yo..yo soy Izu...zuku
-Disculpa, dijiste deku?
Menciono el chico pelirrojo
Negué.
-Izuku, soy Izuku
-¿Vienes a presentar examen? A nosotros nos toca más tarde. Pero aquí mi gran amigo apuesta que será un gran Alfa. Yo satisfecho con ser el que lo meta.
¿Eh?
Solo empezó a reír
-¿No vas tarde a tu examen?
Mi cuerpo tembló al escuchar su voz dirigiéndose a mi. Asenti para huir de ahí.
Si estamos destinados, el destino nos volverá a juntar. Querido Katsuki.

En unos momentos sale mi resultado. Sabía la respuesta, pero ¿como reaccionaria mamá?¿All Migth?
Dentro de mi, sabia que no tenia nada de mal. Pero ellos estarían más que asustados por lo que me depararía.
-Joven Midoriya
Camine al consultorio, y abrí la puerta.
-Buenas tardes, Midoriya. ¿Tiene alguna idea de que podría ser su resultado?
Negué. Nadie me creería si dijera que mi instinto me lo dijo.
-Pues queda decirle que es un Omega, joven Midoriya.
Lo sabia.
-Le recetare unos medicamentos para aliviar el celo y evitar... que no ocurran desgracias. ¿Ha empezado a sentir algún síntoma?
¿el olor vainilla de hace rato podría ser raro? No lo creo.
Negué.
-Es un milagro, porque el examen presentó algunas irregularidades, pudo haber sido que tuvo celo o una impregnacion. ¿De casualidad no conoció a su destinado?
Negué.
-No, no no yo solo vine al examen.
-Nunca fallan nuestras pruebas, por eso eres un caso especial, Midoriya.
-¿Es algo malo?
-Para nada, pero necesito que vengas a chequeo para estarte revisando continuamente. Estos caso no pasan desapercibidos y se revisan para mejorar las pruebas.
Asenti, pues que le hacia
-¿sería todo, doctor...?
-Soy el Doctor Endevor, un placer.
Asenti mientras salía lo más rápido de ese consultorio.
¿Estar en celo? Ese pequeñez de olor no es lo que siempre dicen que es, así que eso queda descartado.
Al salir de ahí me mira con una sonrisa All Might.
-¿Y..?
-Soy un..
-Alfa, ¿verdad?
Negué
-¿Beta..?
Negué.
Su tono palidecio. ¿Era una desgracia ser un Omega?
-Debe ser un error, no puedes serlo. No tú, mi pequeño héroe.
-Lo siento.
No dijo más y me abrazo.
-Yo siempre estaré aquí para ti, pequeño
No me sentía mal por ser lo que era, pero el sentimiento me embriaga que las lágrimas salieron solas.
-Por el momento, hay que decirle despacio a tu madre.
Asentí.
¿Tan drástico cambiará mi vida de ahora en adelante?
-¿Te apetece un café?
Asenti. Recordé aquellas tardes cuando siempre tras la escuela me acompañaba por un café expreso.
El haberme encontrado con él aquella tarde después que el hombre que era mi padre salió huyendo. Un día lluvioso y una limonada. Desde ese día trajo conmigo muchas alegrías, compañías que nada le remplaza. Ha sido como un padre para mí. Algo más que un solo título.
Caminamos en silencio, supongo no quería decir de más y herirme en el proceso. Sabía que no era momento adecuado y prefería esperar a que yo dijera algo.
-¿Te apetece este, o vamos al de siempre?
Asenti, cualquier lugar era bueno.
Nos adentramos al local, que se encontraba entretenido y unas cuantas mesas solas. Al parecer como pertenecía al centro estaba concurrido.
Nos sentamos finalmente en una mesa del fondo, necesitábamos un poco de silencio si hablaríamos de lo que pasaría conmigo.
-¿Tienen algo en mente o les muestro la carta?
-Dame un capuchino, por favor señorita.
-Y a mi un expreso, por favor.
-Entendido, ahora mismo vendrán, si gustan algún bocadillo o aperitivo no duden en llamarme.
No sabia que decir a continuación, mi mente estaba en blanco. No tengo idea de que es lo que se me aproxima en mi vida, un escalofrío atraviesa mi cuerpo al pensarlo.
-¿A que universidad planeas postular?
-Estaba pensando ir a la UA, pero aun no me decido que carrera tomar.
-Entonces te apoyaré, tu nadamas escoge lo que más te gusta.
Sonreí. Siempre me ha apoyado.
-¿Hoy le tengo que decir a mamá?
Negó.
-Tenemos que ir poco a poco, tu madre no puede tomárselo tan bien.
-¿y si pregunta cuando llegue a casa?
Estaría más que encantada en conocer que es su pequeño hijo, lo más probable es que ahora me esté esperando en la sala de la casa.
-No podría ocultarselo más
-Tienes razón, cualquier cosa me llamas por celular y estaré ahí.
La mesera trajo los cafés y se retiro sin decir más.
Sonó mi celular de mi bolsillo, la notificación de mensaje. Le saqué, era dos notificaciones. Una de mamá y otra de Uraraka. Me estaba invitando a una fiesta de despedida de preparatoria.
¿Tendría que ir? Nunca antes había asistido a alguna de ellas, nunca había consumido alcohol.
Pero seria un buen recuerdo que tendré de estos tiempos. Respondí que asistiría.
-¿Ocurrió algo, zuku?
Negué.
-Era el mensaje de una amiga
-¿Alfa?
Negué, otra vez.
-Ella es Omega, es como yo.
No menciono más.
Tome la taza, delicioso.

○○○●
Estaba a unos pasos de ingresar en mi casa, mis manos estaban sudando. Mamá preguntaría y me daba miedo como reaccionaria.
Debía ser fuerte, quería serlo en un futuro y era bueno empezar ahora.
Toque el timbre porque como la vida estaba a mi favor había olvidado las llaves.
Observé como abría la puerta con una sonrisa, ¿Dejaría de sonreír solo porque soy Omega?
-Hola hijo, llegaste temprano. Pensé que saldrías con tus amigos.
Negué.
-Quise venir a cambiarme antes de irme.
-Entiendo, pasa. ¿Me dirás que salió salió tu examen?
Me había dejado pasar, ambos estábamos en la entrada de la casa
Silencio. Tengo miedo.
-¿Izuku?¿Que salio?
Me tomo de la manga con su mano temblorosa. Sabía lo que se vendría y tenía miedo.
-Soy un Omega, mamá.
Las lagrimas salían de ella
-Perdón hijo
Me tomo entre sus brazos, aun llorando.
-Prometo que lo que este en mi para protegerte, lo haré. Mi pequeño hijo, te quiero mucho.
-Yo igual te quiero, mamá.
-¿Saldras con Uraraka?
Asenti
-Es una fiesta de graduación.
-Cualquier cosa, estaré pendiente en el celular. No dudes dudes llamarme si ocurre cualquier cosa. Así que ve a cambiarte, mi vida
Me soltó secándose los ojos.
-Seas lo que seas, siempre serás mi hermoso Izuku. Mi pequeño héroe.
Le sonreí para caminar a mi habitación, llena de póster de personajes de anime o mangas.
Supongo que con vestirme de manera informal no tendría nada de malo, ¿o si?
Saque mi celular y le mande un mensaje preguntando si debía ir de traje u algo en especifico. Negándose ella, diciendo que solo será una reunión de compañeros en un bar cercano a la escuela.
Abrí mi ropero y empecé a buscar lo que vestiría el día de hoy.

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