Capítulo 2 - Carl

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~Narra Carl~

Estamos frente a una chica y cuatro sujetos.

Luce aterrada.

Mi padre apunta con su arma al que la sostiene del brazo. Daryl, Michonne, Glenn y yo, a los demás.

-Ayúdenme, por favor -susurra la chica con voz temblorosa.

El sujeto que la sostiene afianza su agarre y susurra algo en su oído. ella hace una mueca de dolor.

-Déjala ir -habla mi padre.

-¿Tú quién te crees para venir a dar órdenes? -el hombre de cabello negro responde.

-He dicho que la dejes ir -repite mi padre con voz controlada. Dirige la pistola a la cabeza de éste mientras quita el seguro de su pistola.

Claramente está amenazándolo.

Nos mira a cada uno de nosotros y parece molesto, pero después de un largo minuto gira y hace una seña al hombre que la sostiene y éste la deja ir.

La chica se aparta tambaleándose.

-¿Feliz?, ya la liberó, ahora nos iremos -dice de mala gana el hombre de cabello oscuro y dirige una sonrisa cínica a mi padre.

Él y mi padre se miran fijamente unos instantes. Estamos alerta a cualquier movimiento que hagan.

Mi padre da un ligero asentimiento con la cabeza y los cuatros hombres comienzan a caminar en dirección contraria a la que hemos venido.

Cuando los perdemos de vista, bajamos las armas.

-¿Estás bien? -Michonne se acerca a ella.

Sigue desconfiada de nosotros.

-No te haremos daño -trata de tranquilizarle.

Ahora la podemos ver más de cerca.

Es delgada y es más baja de estatura que Michonne, tiene el cabello castaño claro y largo, nariz pequeña y sus ojos parecen ¿verdes?, o quizás son de un tono café muy claro, no lo sé.
Su piel es clara y su pómulo está hinchado. 

-¿Qué te ocurrió? -mi padre señala su pierna.

Tiene un torniquete unos centímetros arriba de la rodilla.

-Me caí -responde inmediatamente.

-¿Cómo te llamas y qué edad tienes? -le pregunta Glenn.

-Me llamo Lanna. Tengo dieciséis.

¿Tienes a dónde ir? -pregunta de nuevo mi padre.

-No -contesta.

-¿Desde cuándo? -ahora Daryl habla.

-Hace tres días.

-Vamos a mirar -Daryl señala su mochila.

Ella duda por un segundo, pero termina quitándosela y se la da.

Al terminar de revisar su mochila, Daryl le hace una seña a mi padre.

-Si me dejan ir, prometo no...

-Puedes venir con nosotros. -la interrumpe- si no nos estás mintiendo.

Ella no dice nada, mira a mi padre y luego a Daryl. Parece que no estar muy convencida.

-Estamos en una comunidad -interviene Glenn- Hay más personas, de todas edades. Vas a estar bien.

-Si no te gusta, puedes irte cuando lo desees. Incluso ahora mismo.

El último de nosotros | Carl Grimes- EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora