Capítulo 3 - Lanna

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La luz me cala a través de los párpados.

Quisiera dormir un poco más, pero ahora ya estoy más despierta que dormida.

Froto mis ojos y me incorporo. Estoy en una habitación de la casa de Maggie.

Ella me ofreció un lugar aquí donde se queda con su esposo Glenn. Ambos fueron muy amables conmigo ayer.

Maggie me ayudó con la herida de mi pierna y me enseñó el lugar.

Al entrar aquí, todo me pareció irreal; las casas están perfectamente conservadas, tienen muebles intactos, las personas están en la calle sin problema alguno, hay niños y abuelos e incluso vi un perro.

Nunca imaginé ver algo así.

Ayer hablé con ella hasta tarde, me sinceré y le conté todo lo que pasó en mi vida los últimos meses, lo que le ocurrió a mi mamá y por qué hace un par de días perdí a mi papá. No sabía cuanto necesitaba desahogarme hasta ayer.

Ella me escuchó atentamente y sentí que de verdad le importó lo que le conté, ella me transmite mucha confianza y ha sido muy buena conmigo.

También conocí a Deanna, la cabeza del lugar. Según entendí, su esposo y otras personas fueron los que levantaron los muros que protegen este lugar.

Al desperezarme me levanto.

Voy al baño que está en la habitación y me ducho. Sigo sin creer que esto sea real.

Al salir me pongo un suéter azul cielo que me regaló Maggie (aparte de más ropa), unos pantalones de mezclilla y mis botas.

Me cepillo rápido el cabello y lo dejo suelto, ya está demasiado largo para mi gusto. Bajo al living de la casa.

-Bajas a tiempo, el desayuno está listo -Maggie me guía a la cocina y me sirve un plato con huevos y pan.

Le agradezco y empezamos a desayunar juntas.

[...]

Estoy fuera, en el césped que hay afuera de la casa de Rick, él está a unos metros hablando con Glenn y Daryl, creo que van a salir.

Hoy he conocido a más personas que conforman el grupo de Maggie.

Todos se ven unidos, al parecer Rick los cuida mucho.

Ahora estoy con su pequeña niña, se llama Judith y es muy linda.

Le calculo unos 3 años, tiene el cabello y ojos claros. La última vez que vi a un niño tan pequeño fue hace un año, en el campamento donde nos quedábamos.

Creí que tenía que estar alerta con esta gente, pero al parecer no hace falta, todos me inspiran confianza y parecen buenas personas.

-Parece que le agradas -se acerca Rick a nosotras y sonríe.

-A mi también me agrada- le respondo.

-Vamos a salir a revisar el perímetro -dice-, si pudieras llevarla con Maggie o Carl te lo agradeceré.

-Okey -al escucharme asiente y murmura un 'gracias', después se gira para irse.

-Vamos Judith -le digo a la pequeña.

No sé donde está Maggie, ni sé quién es Carl...

Me quedó parada sin saber que hacer. Se me acerca una mujer de cabello corto y saluda a Judith.

-Hola -se dirige hacia mí- Soy Carol.

-Hola, me llamo Lanna -antes de que hable de nuevo me apresuro a decir-, ¿sabes dónde está Maggie? Rick me pidió que la llevara con ella o con Carl.

-Maggie está ocupada ahora, pero Carl está al lado de mi casa -señala una casa que apenas logro divisar entre las demás.

Le agradezco y me voy a buscarlo.

Al llegar a la casa dónde según esta Carl, toco. Segundos después me abre una chica.

-¿Está Carl?, su papá me dijo que le trajera a Judith.

-Si, pasa -se hace a un lado para que pueda pasar por la puerta- ¿eres la nueva, cierto?

Mientras me adentro le respondo:- Sí.

-¿Cómo te llamas? -le pregunto.

-Enid, mucho gusto.

-Lanna.

Veo a un chico sentado en el living, estaban limpiando las armas al parecer. En la mesita de centro están pistolas desarmadas y varias franelas. Asumo que es él.

Le dejo a la pequeña a su lado y le digo:- tu papá saldrá.

Él me mira y después de unos instantes asiente.

-Gracias.

Me doy la vuelta para irme cuando una voz me hace frenar.

-¿Por qué no te quedas? -Enid me pregunta.

Me debato internamente si quedarme o no. ¿Para qué me quedaría?

Prefiero estar sola, pero tampoco quisiera perder la oportunidad de conocer a personas de mi edad. Hace meses no hablo con...

-No mordemos... -bromea el chico.

Asiento y regreso sobre mis pasos para sentarme en un sofá a un par de pasos de ellos.

-¿De dónde vienes? -habla Enid.

-Estaba en un asentamiento a unos 15 kilómetros.

Carl deja de hacer lo que sea que estaba haciendo y me presta atención.

-¿Y qué pasó? -pregunta.

-Descubrimos que eran malas personas y decidimos escapar... Se molestaron cuando sospecharon y nos comenzaron a perseguir para matarnos, supongo.

Ambos se quedan callados.

-No escuché tu nombre -dice Carl después de unos instantes de silencio.

-Lanna, Lanna Báez.

-¿Báez? -Enid frunce el ceño.

-Mi madre nació en España, por eso el apellido -explico.

-Oh...

-Yo me llamo Carl -se presenta.

Trato de no decir que ya lo sabía y asiento.

-Puedes venir cuando quieras, yo estoy viviendo aquí, ¿tú con quién estás quedándote? -dice Enid.

-Con Maggie y su esposo.

Me siento algo incómoda por el interrogatorio, pero me trato de relajar y pensar que es algo normal que sientan curiosidad, yo también la tengo, pero no me atrevo a preguntar nada.

-¿Con quién escapaste del asentamiento? -continúan su cuestionario.

-C-Con mi padre.

-¿Él murió?

Los recuerdos vuelven y esta vez con más intensidad.

Ellos tras de nosotros y mi padre tratando de ganarme tiempo para que no llegasen a mi. Los merodeadores también van atrás de él. Debí quedarme con él, debí ayudarlo...

Inevitablemente los ojos se me llenan de lagrimas sin derramar y me siento ridícula. Necesito salir de aquí.

Me pongo de pie bruscamente y corro a la puerta. No me importa parecer niña pequeña.

~*~

El último de nosotros | Carl Grimes- EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora