Raquel autosometida en pañales parte 1

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Este es una pequeña historia que encontré en la web hace bastante tiempo , de igual forma no es de mi autoría y lo pueden buscar con el mismo título de está primera parte c: aún así subiré toda la historia por acá.

Cuando Raquel vio el lock en una tienda de aparatos electronicos casi se derrite en su exitación. Alguien habia oido sus plegarias finalmente y habia encontrado el dispositivo indicado para sus juegos. Raquel era una infantilista y la exitaba particularmente la incontinencia forzada y la reclusión. Su fantasia mas ardiente era ser amarrada a una cuna y forzada a mojarse sus pañales sin posibilidad de escape. Sin embargo nunca habia encontrado un compañero de juegos con quien llevar esta practica a cabo y por lo tanto solo podia contentarse con ponerse ella misma sus pañales y fingir en su mente que estaba siendo sometida y recluída hasta mojarse encima, pero esto no era lo mismo. Ahora gracias a este milagro de la tecnología, su sueño se volvía plausible, tenía la chance de inutilizarse a si misma por un período de tiempo sin la necesidad de que nadie mas interviniese en el asunto. Se llamaba la compu-lock, era una variedad de cepo electrónico con la capacidad de programar combinaciones por largos periodos de tiempo, una herramienta muy utilizada en sistemas de seguridad de los bancos y también hogareños. Se desbloqueaba usualmente ingresando la combinación apropiada en el teclado al frente de la cadena. Sin embargo, insertando una clave especial en el temporizador de la parte inferior del dispisitivo, el cepo podia ser programado para responder a la combinación solo en ciertos tiempos precisos de día y hora. De esta manera, aun la persona que conociese la combinación solo podía desbloquar el artefacto de seguridad en la fecha y hora indicadas, en ningun caso antes de tiempo. Raquel pagó felizmente los 50 pesos que valía el dispositivo y se marchó a su casa a toda prisa con su nuevo juguete.

Tan pronto como llegó, se dispuso a leer rapidamente las instrucciones y a testear las funciones para comprobar el correcto funcionamiento del artefacto y asegurarse de que había comprendido el correcto uso del mismo con toda seguridad. Primero, insertando la clave configuró la combinación del teclado, luego reingresando la clave intentó abrir el cepo. Efectivamente funcionó. Luego testeó el dispositivo de tiempo, seteandolo para que admita ser abierto unos minutos mas tarde. Luego probó de abrirlo ingresando la clave y el dispositivo no funcionó, hasta que transcurrieron los minutos preestablecidos en el reloj del artefacto. Transcurrido el tiempo prefijado el dispositivo se abrió según lo previsto en el manual. Existía también una llave manual que permitía abrir el cepo en cualquier momento del día mas allá de el programa del temporizador. Pero bastaba con dejarla fuera de su alcance cuando fuese el momento. Realizó los mismos testeos un par de veces hasta convencerse a si misma de la correcta operación del cepo electrónico hata que quedó completamente satisfecha y segura. Raquel estaba exitadísima, extasiada. Sin embargo no podía hacer uso del dispositivo inmediatamente. Ella era soltera y estaba viviendo en una casa grande con dos amigas mas, las cuales ignoraban por completo su interes por el infantilismo y el sometimiento mediante ataduras y Raquel se había asegurado de mantener esto en secreto, practicando sus fantasías en su cuarto, bloqueando la cerradura siempre segura de su habitación de la cual solo ella tenía el cerrojo, o bien practicando sus fantasías libremente en la casa cuando sus amigas estaban fuera por largo tiempo. Con el tiempo había adquirido varios implementos infantilistas, el mas de importante de los cuales era una cuna de tamaño adulto, con un sistema de cintas para sujección en su parte superior, que permitían mantener a la persona amarrada a la misma sin posibilidad de moverse demasiado. Dos cintas la sujetaban de los pies, otra a la altura del pecho y de la cintura, dos cintas servían para aprisionar cada una de las manos respectivamente y en particular un arnes para la entrepierna que cruzaba varias cintas entre las dos piernas, y se unía a la cintura con una lamina mas gruesa en la zona de la vagina. Dicho sistema hacía imposible para la mujer alli sometida cualquier intento de quitarse sus pañales. Esta era su cuna de bebe adulta con su equipo completo de sumisión, la cual mantenía desensamblada y guardada en su closet y solo la armaba cuando sus compañeras estaban fuera por largo tiempo. Por supuesto cuando la utilizaba tenía que mantener la llave del sistema de sujección en sus manos para poder liberarse cuando llegase el momento, lo cual le quitaba un poco la exitación de verse realmente atrapada y desesperada. Ahora tenía finalmente la solución a su problema, solo tenía que esperar al momento indicado para poder utilizarlo.

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