Raquel autosometida en pañales parte 5

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Rato después Donna y Paula retornaron con unas pinzas y otras herramientas con las cuales procedieron a cortar el arnes que atrapaba los pañales en su entrepierna. Paula miró subitamente a su amiga antrapada en la cuna y le dirigió la palabra "Como ya te hemos dicho no tenemos intenciones de liberarte de la trampa en que vos misma te metiste imprudentemente. Sin embargo como prueba de solidaridad te vamos a limpiar y a cambiar los pañales". Raquel permaneció en silencio durante esta operación, hasta que ya libre del arnes se sintió mas aliviada, aunque aun tenía sobre si las cintas que sujetaban sus pies, su cintura y su mano izquierda, todo lo cual aun la mantenía completamente indefensa y docil a merced de sus amigas. Acto seguido Paula revisó el vestidor de Raquel en busca de los elementos necesarios.

Rapidamente encontró su provisión de pañales limpios, sus bombachas de goma, los pins para sujetar sus pañales y las llaves de estos pins, así como mucha mas ropa infantil en talle adulto, biberones, chupetes, algunos pañales descartables, bombachitas de entrenamiento, hasta toallas de incontinencia que Raquel utilizaba bajo sus bombachas de mujer adulta para orinarse encima cuando estaba en su oficina o en la universidad sin que nadie se de cuenta, también latas de comida para bebe, talcos, aceite de bebe y otra parafernalia. Toda su vida infantilista estaba allí expuesta para su verguenza y para deleite de sus amigas. Paula y Donna se entretuvieron unos minutos revisando aquella utilería y haciendo bromas sarcásticas y humillantes delante de su indefensa amiga, quién no tuvo otra opción que aguardar allí atada mientras las chicas terminaban de hacer su inspección. Ya había comprendido que de nada servían sus suplicas, asi que aguardó en silencio.

Finalmente, minutos después Paula le dirigió la palabra con desden "Vamos, tenemos que cambiarte los pañales y ponerte unos limpios. No queremos que te vayas a enfermar, mirá en que estado estan esos que llevas puestos…". Raquel no profirió queja alguna. Estaba muy intrigada por saber lo que habrían de hacer con ella a futuro, pero la idea de poder cambiarse sus pañales le urgía mucho mas que cualquier proyecto posterior. 

Paula y Donna se acercaron a la cuna y bajaron la reja frontal para poder acceder a Raquel mas de cerca. Donna sostuvo la mano derecha de Raquel, que era la unica extremidad libre de su cuerpo, mientras Paula comenzó desvestirla, bajando primero sus pijamas y a continuación las dos bombachitas de goma hasta la altura de sus tobillos. El olor a pis y caca se hizo mas fuerte en toda la habitación y Paula no perdió la oportunidad de hacerselo notar con sarcasmo. Luego, mientras Donna la sostenía firmemente, Paula desbloqueó de a una a la vez las cintas que aferraban sus tobillos para poder remover completamente el pijama y las bombachas de goma empapadas, para luego ajustar cada cinta nuevamente a los tobillos. Después comenzó a desabrochar cada unos de los ocho pañales, los cuales estaban ya plenamente empapados. Al quitar el ultimo pañal Raquel quedo definitivamente expuesta en la mas vergonzosa situación que una mujer de su edad pudiera concebir.

Donna y Paula contemplaron entre burlas y expresiones de reprobación la enorme fuente de que había conseguido desbordar los ocho pañales, una tibia masa ya ininteligible y espesa de pis y caca que Raquel había conseguido acumular durante dos días completos de incontinencia sobre sus nalgas y su conchita. Las dos mujeres apenas podían creer que su amiga se hubiese provocado a drede semejante bochorno. Donna aun no salía de su asombro, "Que verguenza Raquel, una señorita de tu edad haciendo semejante cochinada. ¡Mira como te has puesto! ¡ Hueles a pis y caca como un bebe o quizas peor…" termino diciendole. Paula retiraba los pañales sucios en una bolsa de plastico para arrojarlos luego en la lavadora mientras agregaba sus propias quejas "…y pensar que otras mujeres de tu edad ya son madres y le cambian los pañales a a sus hijos y vos en cambio a tus 28 años te lo haces todo encima como los bebes". En medio de otras burlas y reproches Paula limpió pacientemente todas las zonas intimas del cuerpo de Raquel y luego le untó con crema suavizante y aceites para calmar la irritación que había desarrollado en los dos últimos días especialmente en los labios de la concha. Por ultimo le pusieron un pañal limpio y una nueva bombachita de goma. La perfumaron y cambiaron las sabanas que tambien estaban sucias por otras nuevas.

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