WHAT IF...? (Supercorp)

MIDVALE

2007

Kara miró con preocupación a Alex mientras esta conducía con la mirada fija en la carretera. Ya estaba fuera de la ciudad y los faros del coche era la única iluminación que tenían.

– Como Eliza se entere, nos la vamos a cargar. Con lo que te costó que te dejara el coche para ir al concierto. Verás como se entere de que en realidad lo estás utilizando para una cita a ciegas con alguien a quién conociste en internet. Una chica, nada menos.

– Vamos, Kara. No hace mucho resolvimos un asesinato. No me digas que no te atrae el riesgo.

– Ya, para ti es fácil porque pronto te irás a la universidad. A mi me toca quedarme más tiempo en casa y enfrentarme a la ira de nuestra madre.

– No te preocupes, Kara. Solamente es una cita y ya está. Volveremos a casa a tiempo.

Kara hizo un gesto de fastidio.

– Tú eres la que tiene la cita. No sé por qué tengo que acompañarte.

– Ya te lo he dicho, Kara. Ella no vendrá sola. Su mejor amiga la acompaña. Las dos son inseparables y van juntas a todos lados. Necesito que entretengas a la otra para que mi cita y yo podamos intimar.

Prosiguieron el camino en silencio durante unos minutos hasta que Kara volvió a hablar.

– ¿Y todo esto lo haces para estar segura de que te gustan las chicas?

Alex asintió.

– Necesito tener claras mis convicciones. Ahora mismo soy un mar de líos.

– Tú y Josie solo os besasteis unas cuantas veces. Es posible que solo se trate de un rollo de instituto entre amigas.

Alex respiró hondo antes de contarle a Kara su gran secreto, el cual había decidido revelarle esa noche.

– No solamente nos besamos, Kara, también nos acostamos juntas.

Kara la miró boquiabierta.

– ¡No me digas...!

Alex volvió a asentir antes de continuar.

– Fue en el campamento de verano. Una noche, ella le robó una botella de whisky a uno de los monitores y nos escapamos al bosque, donde pasamos la noche charlando y riendo entre trago y trago. Cuando quisimos darnos cuenta, las dos nos estábamos besando y revolcándonos desnudas entre la maleza.

– No hace falta que entres en detalles –dijo Kara alzando una mano en señal de paz.

Kara estaba cada vez más asombrada. Ya flipaba bastante cuando le dijo que creía que le gustaban las chicas para que ahora se enterara de aquello.

– ¡Madre mía, cómo Eliza se entere! ¿Y Josie que dice de eso?

Alex se puso melancólica.

– Ella le resta importancia. Dice que estábamos borrachas y que solo quería experimentar, igual que con los besos.

Kara se puso un poco seria.

– Pero, para ti significó más ¿Verdad?

Alex asintió con un brillo en los ojos.

– Creo que hasta me enamoré de ella. Después de que rompiera nuestra amistad tras el asesinato de Kenny, me decidí a confesarle mis sentimientos, pero solamente empeoré las cosas entre nosotras. Ahora dice que denuncié al Sr. Bernard por celos.

Kara miró a Alex de forma más empática. Le apenaba ver a su hermana, que siempre iba de chica dura, tan vulnerable. Aquello hizo que se animara más a ayudarla.