WHAT IF...? (Supercorp)

NATIONAL CITY

15 años después

Lena terminó de ponerse un elegante y sexy vestido negro con escote palabra de honor, muy ajustado y con una parte lateral abierta dejando ver una de sus piernas. Una vez terminó de vestirse, fue al joyero y se puso unos pendientes de perlas y una pulsera de oro. Se probó unos cuantos collares y colgantes pero, al mirarse al espejo, no se veía bien con ninguno. 

Tras pensarlo unos segundos, fue hacia la caja fuerte que había en la pared detrás de uno de los retratos que adornaban la habitación y de ella sacó un medallón, el cual se puso. Al mirarse en el espejo, sonrió de forma satisfecha. Aquel medallón siempre le quedaba bien con cualquier cosa debido al valor sentimental que tenía para ella.

La puerta se abrió detrás de ella y Kara entró en el dormitorio vestida con un elegante vestido azul celeste con encajes y sus rubios cabellos recogidos. La kryptoniana se quedó boquiabierta al ver a Lena enfundada en aquel vestido negro que resaltaba sus voluptuosas curvas.

Sin dejar de darle la espalda, Lena sonrió de forma picarona.

– Ahora es cuando dices que estoy preciosa.

Kara se colocó detrás de ella y le puso las manos sobre sus desnudos hombros. En su mano izquierda se podía ver un anillo de bodas idéntico al que Lena portaba en la suya.

– Siempre estás preciosa, querida –dijo la rubia antes de besar el hombro de la morena de ojos verdes –. Pero hoy estás más bella de lo normal.

Comenzó a darle pequeños besitos en el hombro y, poco a poco, fue subiendo sus labios hasta el cuello de Lena, quién cerró los ojos y se puso a gozar.

– ¿Y qué me dices de mi vestido nuevo?

– Me encanta... –respondió Kara entre beso y beso – Aunque, ya estoy deseando quitártelo...

Lena se mordió el labio inferior excitada.

– Paciencia, mi amor. Después de la cena, tendremos toda la noche para nosotras...

Kara dejó de besar el cuello de Lena y apoyó su mejilla en uno de los hombros.

– Se me va a hacer la cena muy larga...

Lena soltó unas carcajadas. Se quitó suavemente el rostro de Kara de su hombre y se dio la vuelta, quedándose las dos frente a frente. Ambas se dieron un apasionado beso en los labios y luego se quedaron mirando. Kara tenía su mirada fija en los verdes ojos de Lena y, poco a poco, la fue bajando en dirección a su pronunciado escote. No obstante, se detuvo cuando vio el medallón en su cuello y sus cejas se arquearon.

– ¿Otra vez te vas a poner el Medallón de Acrata? No creo que sea prudente sacarlo de la caja fuerte.

Lena asintió.

– Llevarlo me recuerda mucho a mi madre. Ya sabes lo importante que era para ella.

– Y para nosotras, Lena. Recuerda que, gracias a él, derrotamos a Lex evitando que se llevara muchas vidas por delante.

Lena sonrió abiertamente recordando aquello.

– Cómo me alegra que me acompañaras a buscarlo en medio de la selva. Tenía pensado llevar a Andrea, pero tú fuiste de mejor ayuda.

Kara también sonrió.

– Me encantó aquella aventura. Y tú estabas muy sexy con ese look aventurero. Parecías Lara Croft.

Lena puso una sonrisa perversa.

– Si quieres, me lo puedo poner esta noche... –dijo con tono juguetón.