La historia no me pertenece, es una adaptación sin fines de lucro.
@amycalderin gracias por dejarme usar tu historia.
𝑫𝒐𝒔 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒈𝒆𝒎𝒆𝒍𝒐𝒔, 𝒅𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒂𝒔, 𝒅𝒐𝒔 𝒂𝒍𝒎𝒂𝒔 𝒊𝒈𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔... 𝒑𝒆𝒓𝒐...
Este se los dejó como un regalito por el apoyo a la adaptación. En serio muchas gracias 😘
Nos leemos hasta el lunes, que tengan un lindo fin de semana ❤
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Gulf término de guardar sus libretas y coloretes mientras observaba como las gotas de lluvia golpeaban las ventanas. Hacía un día demasiado frío, y la fuerte lluvia no había dejado de arreciar desde tempranas horas de la mañana. Era martes y las clases de ese día duraban hasta las 3 de la tarde. Había quedado de salir a comer a un pequeño sitio que acababan de abrir en el centro comercial con Mew, y esperaba que el mal tiempo no se lo impidiera.
No habían pasado muchas semanas desde su última pelea, y desde que habían decidido comenzar desde cero y conocerse mutuamente. Cenaban juntos todas las noches, charlaban de temas triviales y poco a poco; cada día lograban descubrir algo del otro. Gulf se sentía completamente feliz, y completo. Era como si algo dentro de su vida hubiera cambiado drásticamente y se hubiera llenado un vacío que no sabía que tenía.
Mew era lo que nunca se hubiera esperado tener a su lado. Empezando por el hecho de ser un hombre. Sonrío para si ante esa idea. No hacía unos cuantos meses que se revolcaba con cuánta tipa se le cruzará enfrente, y ahora era hombre... de un solo hombre. Le parecía algo divertido, e increíble de alguna manera. El recuerdo de la muerte de su hermano todavía hacía estragos en su corazón. Y aunque trataba de no tomarle importancia siempre lo recordaba.
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Terminando por salir del aula, se encaminó hacía la salida y así esperar a que el agua bajará un poco y poder correr hacia la parada de autobuses e ir a la oficina de Mew; pero lo que no se esperó encontrar fue a su madre, esperándolo en la entrada. Sus pies se detuvieron abruptamente y clavándose en el mismo sitio se negó a seguir avanzando.
Anong observó a su hijo y cerrando el paraguas se en camino hacía él. Había cambiado mucho desde la última vez que lo había visto. Su cuerpo se había vuelto más delgado, y su rubio cabello había desaparecido siendo remplazado por el negro. Deteniéndose frente a él, abrió la boca dispuesta a hablar, pero ninguna palabra salió de su boca al observar el rencor con que la miraban los ojos del mocoso.
